Hace más de un mes que no te escribo.
He intentado dejar los vicios y lo he hecho.
Te he dejado al fin.
Mientras tanto sigo con el mismo cigarro sin terminar en una mano y en la otra el tíquet de tren con destino a tu orgasmo, que ya ha pasado,
es tarde, las luces están pagadas y las puertas cerradas,
no hay rumbo atrás,
me pierdo entre tus besos y no me acuerdo de todo tu dolor.
La brújula apunta a tu abdomen,
bala perdida.