Gotas de mi alma

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Algo me chorrea,
me chorrea por el cuerpo,
chorrea y chispotea.
Se prende fuego
y después gotea.
Gotea cenizas, que luego se elevan con el viento.
Gotea chispas, que luego se encienden con el tiempo.
Gotean lágrimas, gotea sudor, pero no de aquel rojo y típico señor.
Gotea confianza, gotea autoestima, gotea amor por la cocina.
Cocino mi cuerpo, cocino mi mente, cocino mi alma independiente.

Son gotas de mi alma
que se desbordan del vaso.
Gotas de mi alma
que avanzan por cada espacio.

Gotas transparentes.
Gotas de colores.
Gotas grises.
Gotas invisibles.
Gotas llenas de flores.

Son mis gotas, son infinitas.
Nunca se acaban.
Nunca acaban de gotear.

Caen al suelo, se meten en la tierra
y vuelven a resurgir.
Es un ciclo que nunca dejan de cumplir.

Son las gotas de mi alma,
que me forman como persona
y vuelan como pájaros
por el aire que tanto adoran.

Son el resultado
de mi cuerpo de humana
y mi esencia de estrella.

Son gotas brillantes,
que a veces son opacadas por nubes,
pero nunca consumidas por ellas.

Son gotas,
chorrean por mi mente,
chorrean por mis ojos,
chorrean por mi frente.

Me mojan y me secan,
me abrazan y no me sueltan.
Me quieren, son mías.
Son parte de mí.
Son gotas de mi alma.

Saltan, rebotan, giran, dan vueltas.
Se mueven por todas partes.
Me siguen a todos lados.

Se incorporan con las gotas del agua.
Se camuflan entre el rocío de las hierbas.
Se evaporan hacia la atmósfera
y traspasan el universo.

Son gotas de mi alma.
Gotas de luz.
Gotas que no se apagan.
Son gotas que hablan.

Son mi fuente de energía
y también el producto de su consumo.

Son las olas de mi mar.
Son la copa de mis árboles.
Son el frío de mis icebergs.

Ellas chorrean.
Chorrean por mi cuerpo de humana
y recorren la calidez que este emana.

Convierten mi piel en impermeable,
resistente a las lluvias,
lo cual la transforma en admirable.

Son las gotas de mi alma.
Forman mezclas entre sí,.
Se desordenan.
Se vuelven a ordenar
y luego se enredan.

Se transforman.
Cumplen la fotosíntesis.
Cumplen la metamorfosis.
Son parte de mi naturaleza.

Se meten por mis entrañas,
se trasladan por mis venas,
se combinan con mi sangre,
y recorren mis nervios.

Son las gotas de mi alma,
que se van expandiendo y esparciendo.
Gotas de mi alma,
que me van dominando,
y yo las domino a ellas.

Se resbalan por mi piel,
y salpican a la de otros.

Me llevan a otros tiempos:
al pasado lejano, al último invierno
y a la última primavera.

Me trasladan al futuro:
a un mundo de fantasías,
a un mundo de incertidumbre.

Me traen de vuelta al presente:
a la tierra firme,
y a nadar por los ríos.

Las gotas de mi alma
se convierten en burbujas
y vuelan por el aire que respiro
con una melodiosa presencia
en cada uno de mis suspiros.

Me golpean y me besan.
Me cuidan y me protegen.
Me reclaman, soy suya.
Son todo lo que emana de mí.
Son gotas de mi alma.

(2015)

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