Gotas de mi alma

Estoy viva

El universo me respira cerca de la piel,
mientras la naturaleza me llama por detrás de los oídos.

La paz me invita a bailar con ella,
y el corazón me sigue latiendo.
Estoy viva.

La sangre me corre por las venas,
el aire me recorre el cuerpo.
Mis ojos aprecian al mundo,
y mis pies escriben un cuento.

Mi voz existe,
mis sentidos funcionan,
mi mente trabaja.

Mis heridas se cierran,
también las etapas.
La piel se regenera,
las puertas se abren.

La visión cambia,
mientras el mundo se mueve.
El destino da vueltas
porque la vida sigue.

La razón se hace amiga del corazón.
El dolor te hace sentir viva,
y el amor te pone feliz de estar viva.
Estoy viva.

El tiempo pasa
y el tiempo es.
Respiro hondo.
Soy,
vivo,
siento.
Brillo,
bailo,
me transformo.

Tengo lágrimas que nunca terminan,
pero tengo amor en mis pupilas.

Hay que soltar y aceptar que no todo tiene por qué estar bien
y que hay cosas que van más allá de mi control.

Todo está bien a pesar de que hay cosas que no lo están.
Hay que seguir a pesar de que no quiera.
No puedo seguir negando la realidad,
tengo que aceptarla con amabilidad.
Lo mejor no me espera, lo mejor ya está en mi interior.

Estoy bien, aunque no del todo.
Estoy viva, estoy viviendo.
Las experiencias me transforman, me renuevan.
La vida sigue dando vueltas.

Todo cambia muy rápido
y no sé si eso me asusta o me gusta, creo que son ambas cosas.
Y de eso se trata la vida, de la incertidumbre y de la certeza.
De la maleabilidad de las cosas, y de la permanencia de sus esencias.

La vida pasa.
Las cosas suceden.
El tiempo es y el tiempo vive.
Mientras tanto me muevo,
respiro,
siento.

El cambio es rápido, el cambio avanza.
Se sobrevive a los cambios.
La supervivencia cambia.
Estoy viva.

La sangre me recorre las venas.
Aprecio a mi ser en plenitud.
Me dejo ser y le doy espacio a mi sentir.
Mis emociones chorrean por mi piel, se manifiestan.

Estoy viviendo y mientras viva, todo está bien.
Todo es como tiene que ser.

No hay forma de sostener lo insostenible.
El control está sobrevalorado,
dejar fluir y soltar es lo que realmente nos trae paz.

Que mi ser en manifiesto guíe mis acciones.
Que la vida me sorprenda y me traiga los bombones.
Estoy viva. La vida es fascinante.

Libertad es vivir, es dejar a la vida hacer lo suyo. Paz es sentir, es dejar al corazón manifestarse.
Mientras tanto, yo vivo. Y no podría hacer otra cosa que no sea vivir. ¿Por qué? Porque estoy viva.