Gotas de mi alma

Trece de ochenta

Yo te vi, te vi en mis recuerdos, aquellos que sólo nosotras podríamos apreciar.
Recuerdos, son tantos, tantos los que podría contar.
Me acuerdo, sí, me acuerdo de tantos momentos.
Momentos, aquellos que vienen a mi mente, volando tranquilamente en paz.

Me gustaría, bah, me encantaría volver a vivir todos y cada uno de ellos y apreciarlos más que nunca.
Y sí, eso es lo que intento hacer ahora, porque sé que en cualquier momento, no voy a tener más de esos y ellos, van a quedar como los otros, en mi memoria, sin salir de ahí.
Y cuando llegue el momento, ese momento de observarte y luego no hacerlo más, solo podré verte en mi mente, en mis sueños, mis deseos.

Mis deseos, esos que ya tengo que admitir que no pueden suceder, por más que quiera demasiado, es imposible vivirlos en otra dimensión que no sea en mis sueños.
Todavía, todavía nuestras risas y palabras resuenan en mis oídos, aquellas charlas que significaban algo, algo que no sea sin sentido, como las de ahora.

Ahora, aunque tus frases sean sin sentido, las aprendí a intentar entender, o ponerme en tu lugar, dándole valor, pero nunca tanto como antes.
Antes, cuando mi luna era más pequeña, cuando ella no razonaba como ahora, no brillaba ni hablaba por sí misma con palabras significativas, al igual que tu luna en estas situaciones.

Ochenta, ochenta años de tu vida, y aun así estoy feliz de haber sido parte de trece años de esos ochenta.
Ojalá, ojalá sea parte de muchos más.
Más, eso es lo que quiero, más y más.
¿Mas de qué? Más de todo. Más risas, más llantos, más palabras, más tiempo, más momentos, más sentimientos, más para siempre.

Siempre, una de tantas palabras más fuertes que existen, sólo cuando algo es muy importante se dice "siempre", sin olvidarse de lo que en realidad significa esa palabra.
La palabra, esa palabra, significa una promesa, "siempre te recordaré", es una de tantas promesas relacionadas con "siempre", que está prometiéndole a la persona que siempre la va a recordar. Pero cuando es siempre, es SIEMPRE, con todas la letras.
No siempre por una semana, ni siempre por un mes, o por un año; siempre, es para toda la vida, la vida en todas las dimensiones.

Ese sentimiento de "siempre" es el que yo te voy a prometer.
SIEMPRE te voy a amar. SIEMPRE te voy a extrañar. SIEMPRE te voy a recordar.
Y sobre todo, S-I-E-M-P-R-E vas a ser MI abuela y yo TU nieta.

(2013)