Extrañar nuestro universo,
y sentir tu ausencia,
produce en mi pecho un dolor inmenso.
Echo de menos nuestra unidad:
vos, yo y nadie más,
solo nosotros en esta inmensidad.
Me hace falta tu presencia,
acá conmigo y solo junto a mí,
sin ninguna otra influencia.
Extraño nuestro camino sin rocas,
sin interrupciones ni desniveles,
un camino lleno de rosas.
Anhelo volver a ver tus ojos
y recordar de dónde pertenezco,
sentirme en mi hogar al presenciar tus sonrojos.
Te extraño enterito,
cada cosa de vos,
cada detalle pequeñito.
Mi luna se encuentra sola en la noche oscura,
notando el vacío que han dejado nuestras estrellas,
aunque sé que a pesar de todo nuestro amor perdura.
Te extraño conmigo,
y me extraño contigo.
Sin embargo, extrañar evita el olvido.
Echo de menos nuestra vida compartida,
nuestros días y nuestras noches,
nuestra conexión construida.
Me hacen falta nuestras alegrías y nuestros placeres,
nuestra gama de colores,
nuestros arcoiris y atardeceres.
Extrañar tus brazos y tu protección,
así como tus labios y tus besos,
me deja reseca la boca y me produce frío en el corazón.
La nostalgia me inunda,
las lágrimas ruedan por mis mejillas,
e intento largar a mi herida profunda.
Extraño tu tacto, extraño tu huella,
pero tengo que admitir que encuentro en todo esto una esperanza que destella.
Mi dolor radica en tu ausencia y en tus errores,
pero mi amor por ti prevalece, aceptando tus perdones.
A pesar de la distancia eligo seguir cuidando nuestra planta,
seguir regandote con mi luz y abrigandote con mi manta.
Te amo con dolor
y me dolés con amor.
Pero estoy segura, que se viene un tiempo mejor.
ESTÁS LEYENDO
Gotas de mi alma
PuisiEsta es una historia diferente. Sí, no sólo es la historia de mis poesías y escrituras, sino que la historia de mi vida, del proceso de descubrimiento hacia mí misma. Cada capítulo es como un capítulo diferente en mi vida, y aunque no todas estén un...
