"Ya casi"

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CAPITULO 12

A pesar de la canción, Camila me ignoró por completo el día de ayer, se notó evasiva e incluso aunque pasamos uno al lado del otro en el pasillo, agachó la mirada y pretendió estar ocupada con su celular. Yo no presioné, supongo que tendría una razón... quizás The Red Jumpsuit Apparatus fue demasiado.

Esta mañana no es la excepción, en cuanto me ve se dirige al final del pasillo y se pierde entre las personas; quisiera acercarme a ella y preguntarle qué es lo que está pasando, pero Austin parece no querer alejarse de ella para nada, ayer pasaron el día juntos, cuando la clase empezaba él estaba ahí para llevarla y cuando terminaba, estaba para acompañarla a la siguiente clase, esperándola en la puerta.

Shawn no tiene ni la más mínima idea de lo que está pasando porque aunque ya se lo preguntó ella insiste en que no tiene nada y que sólo está nerviosa por su audición para Carmen Tibedeaux.

Cierro mi locker y me doy media vuelta para ir a mi siguiente clase; de pronto siento que alguien se aferra a mi brazo derecho y otro alguien a mi brazo izquierdo.

-Gracias por la invitación a tu fiesta de alberca el fin de semana-. Me dice Lucy con una amplia sonrisa.
-Yo las invité a una fiesta? Por qué no lo recuerdo? Ah si! Porque no hay dicha fiesta, de qué hablan?-. Dije volteando a verla a ella y a Dinah.
-Nop, pero harás una fiesta para los del coro, haremos hamburguesas a la parrilla, pondremos música y nos refrescaremos en la alberca-.
-Dinah... no quiero pasar el sábado con gente... en serio que no-.
-Pero lo harás, necesitamos más situaciones en las que te veas cerca de Camila; los pasillos de la preparatoria no son... el ambiente más romántico de todos-. Dijo Lucy.
-Ni siquiera me ha mirado desde ayer-. Contesté con un dejo de decepción en la voz –Ante ayer le mandé una canción vía Whatsapp y no me contestó siquiera un gracias, ayer me evitó todo el día y hoy es la misma historia-. Suspiré y me detuve para verlas a la cara, Dinah cruzó los brazos y Lucy se metió las manos a los bolsillos, sonreí Aw mi lesbiana en proceso. –Creo que o fue demasiado o... con eso me está dando la señal de que no quiere tener nada que ver conmigo; seamos honestos chicas, ella quiere a Lauren-.
-Qué?!-. Dijo Lucy. Oh oh... -Pero creí que Camila...-.
-Pues no-. Contesté.
-Así que hay más de nosotras de lo que creemos-. Contestó encogiendo los hombros.
-O sea que tú también...-. Le dijo Dinah viéndola directamente a los ojos. Ella asintió –Vaya, por fin salimos de las alcantarillas cual cucarachas... o como pequeños monstruos del closet, mejor dicho-. Reímos.
-Ni que lo digas-. Caminamos al salón donde tendría clases, pero me detuve a ver el reloj, teníamos cinco minutos antes de la hora.
-Bien, necesito ir a orinar, tomé demasiadas tazas de café para despertar en la mañana y mi vejiga me pide a gritos que me deshaga de ellas, las veo en el comedor-. Di vuelta en el pasillo y choqué con Camila, tirándole sus libros.

Nos agachamos al mismo tiempo y reunimos sus cosas en silencio, cuando nos levantamos no pudimos evitar mirarnos a los ojos, estuvimos ahí por varios segundos sin decir una sola palabra. Hasta que rompí el silencio.

-Camila yo...-.
-Tengo que irme-. Y así sin más me chocó el brazo con el hombro y se marchó a toda prisa.

Me quedé parado con el semblante lleno de confusión y cuando pude reaccionar y moverme me encaminé al sanitario.

A estas alturas del deseo absurdo que pedí me he acostumbrado a varias cosas: una, orinar parado y no tener asco de agarrar mi propio miembro para hacerlo. He incluso perfeccionado la técnica pues ya no mojó la taza (hecho que molestaba muchísimo a mamá). Dos, que las erecciones de la mañana están a la orden del día y que sólo debo pensar en otras cosas en lugar de ponerle atención para que se baje. Tres, que los hombres generalmente entran después que las mujeres a los restaurantes o centros comerciales, etc. Y cuatro... (ésto es más bien como consejo y anécdota) tener cuidado al subirse la cremallera, no vaya a ser que agarres piel que no debes y entonces veas lucecitas como cuando te vas a desmayar.

Cuidado con lo que deseas JaureguiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora