"Se acabó"

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CAPITULO 13

Me desperté con la boca seca y una necesidad enorme de agua; sentía que me estaba secando, que esta sed no era para nada normal. Tomé el celular y vi el reloj: Seis de la mañana. Gruñí, era demasiado temprano como para que mi cuerpo me estuviera despertando a esta hora sólo porque tenía ganas de que lo hidratara.

En algún punto de la madrugada me había quitado la playera y me había quedado con el torso desnudo, supongo que el verano realmente esta caluroso. Me levanto y siento la alfombra del cuarto de Taylor, suave bajo mis pies, me sobo la rapa y me doy un golpecito en la mejilla para despertar un poco más.

Me arden los ojos y siento la boca amarga, aún me siento un poco ebrio pero para nada como estaba cuando llevé a Camila a mi habitación. La casa está silencia y bajo con mucho cuidado los escalones para no hacer demasiado ruido cuando la madera cruja a cada paso que dé.

Casi estoy en la cocina cuando recuerdo que Dinah y Mani estaban dándole una demostración privada a Lucy y me acerco a la puerta para ver si logro escuchar algo. Todo parece anunciar que se han quedado dormidas, entreabro la puerta y veo a Mani entre Dinah y Lucy, recargada en el hombro de DJ.

Nunca fui muy atento a los tríos, de hecho no me habían llamado jamás la atención, pero ahora siendo Laurence... bueno no puedo evitar imaginar cómo sería algo así con Camila y Alexa en la misma habitación, yo en la cama mientras las veo besarse o... si no es Alexa entonces Lucy... total, ya lo experimentó y sabe cómo es eso.

Abro el refrigerador y su frescura me enfría el pecho, siento que se me paran los pezones y me los tapo con los brazos mientras veo qué hay en el refrigerador; se me antoja algo helado, parece que estoy hirviendo por dentro y un té o un jugo no me vendrían mal aunque, si estoy experimentando una especie de resaca entonces lo mejor será que me tome una coca en lata que es más azucarada para que mi cuerpo se recupere de todo el alcohol que nos bebimos.

Caigo en cuenta de lo que me dijo Camila, Laurence le gusta, ya no hay duda... pero es Lauren con la que tiene algo más... me pareció tan linda y tierna... cuando preguntó por qué Lauren no la quería y yo sólo espero que no haya escuchado que ella la ama sino no descansará hasta que la tenga enfrente.

Lauren ha estado todo el tiempo frente a ella pero no se ha dado cuenta... ayer por un instante lo hizo, pero estoy segura que por la mañana cuando despierte se le habrá olvidado. Eso espero, espero que sólo recuerde lo que le dije respecto a que yo la quería y que debía de estar conmigo. Camila es una ebria bastante llevadera, no se pone necia y no causa vergüenza ajena.

Hubiera querido quedarme un rato más viéndola o incluso acostarme junto a ella y acariciarle el cabello, estoy seguro que no se hubiera despertado.

Saco un cartón de jugo y le doy un sorbo directamente, lo sostengo en mi mano y me limpio la boca con el brazo, quitando el exceso de liquido de mis labios; me inclino buscando algo que comer, de pronto también siento hambre y no veo más que salchichas, eso servirá... por el memento; saco dos y las pongo sobre la mesa junto con la coca y me vuelvo para ver qué más pudiera haber, queso quizá o quien sabe si aun tenga aderezo del que hice aquella vez... pero no hay nada pues Clara no ha ido a hacer las compras.

Escucho un ruido y me sobresalto. Tengo el corazón acelerado y estoy seguro que me puse pálido; veo una figura oscura en el umbral y pienso que puede ser Brad, que se quedó en la sala con Shawn, pero cuando se acerca más puedo distinguir su cabello largo y luego al quedarse en la luz de la luna sé que es Camila, parece modorra y también un poco ebria, tal parece que el efecto aún no se le quita.

-Te asuste-. Me dice, no es pregunta, reafirma que lo hizo.
-Si, tengo el corazón como loco, toca-. Tomo su mano y veo que espera que se la ponga en mi pecho pero en realidad la llevo a mi yugular. Sonríe cuando siente el Pum pum, al mil por hora.
-Lo lamento, no era mi intención... pero es que muero de sed y como no quise despertarte vine para servirme un poco sin saber que tú estabas en la cocina-. Sonrío y saco otra coca.
-Tómate esto, aunque no lo creas te quitará la sed y cuando despiertes no tendrás tanta resaca-. Me brinda una sonrisa y abre la lata con cuidado para no hacer demasiado ruido. A lo lejos se escucha roncar a Brad y yo ahogo mi risa. Pobre Shawn.
-Eres experto en resacas, eh?-.
-No nada de eso, me tomó bastante tiempo saber qué tomar para no sentirme mal al siguiente día; a veces llego y tomo mucha agua, pero después ya no funcionó, el azúcar es buena; por la mañana... bueno... mas tarde en la mañana si sigues sintiéndote un poco mal, nos prepararé licuado de banana-. Se me queda viendo de forma tierna y luego le da un sorbo a su refresco.

Cuidado con lo que deseas JaureguiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora