"Positivo Negativo"

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CAPITULO 24

Camila está sentada a mi lado en el salón del coro, nuestras sillas pegadas la una de la otra y nos rozamos el brazo. Quisiera tomarla de la mano o poner mi brazo en su respaldo, pero aún no le hemos dicho a los demás y no quiero que comiencen a vernos extraño.

Austin sigue con cara de no entender lo que pasa y cuando entra al salón nos mira y agacha la mirada, noto que Camila se tensa un poco en su asiento y puede que se ponga un poco incómoda por lo que está sintiendo él en su interior. No me gusta para nada que quiera ser empática con él, pero lo entiendo y lo respeto, de ese modo nos ahorramos un problema de celos.

Después de todo, incluso estando con él pensaba en mí, así que la ventaja es y fue completamente mía.

El Sr. Shue ha estado platicándonos sobre sus ideas para las nacionales, dice que el hecho de haber cantado en otro idioma nos trajo puntos bastante buenos para haber ganado la competencia, que los jueces estaban contentísimos de haber escuchado cosas distintas pues nos arriesgamos a dar un giro diferente a la competencia y eso nos valió la victoria.

-Es una lástima que no podamos agradecerle en persona a quien nos dio la idea pero supongo que Lauren nos podrá hacer el favor de hacerle saber lo agradecidos que estamos por el performance de Laurence en las estatales-. Trago saliva, siguen pensando en Laurence.
-Seguro señor Shue, yo le informaré lo agradecidos que están con él por cómo sucedieron las cosas para las estatales-.
-También dile que es un cobarde por dejar a Camila así nada más-. Mis ojos se clavaron en Austin que volteaba a verme desde las sillas de abajo.

Me hice hacia adelante en mi asiento, tomándome de la silla, apretando los dedos alrededor para contener el coraje que comenzó a formárseme en el interior, calentándome la sangre que en segundos me hervía en las venas.

-No nos pongamos a contar los actos cobardes Austin, porque sales perdiendo, o qué? Quieres que te recuerde todas las tonterías que hiciste estando con Camila? Ninguno de los presentes me dejará mentir-. Sentí la mano de Camz apretándome el brazo cerca de la muñeca.
-Tranquila, no le hagas caso-. Me dijo de modo que sólo yo la escuchara. Suspiré y apreté la mandíbula.
-Como sea... él tuvo que marcharse no sin antes darnos una buena idea para las estatales y apuesto que esa misma nos llevará a ganar las nacionales, qué has hecho tú aparte de patear el mobiliario del salón? Mmm déjame pensar-. Me llevo la mano a la barbilla y pongo cara de estar pensando, entrecerrando los ojos-. Ah sí! Nada, porque en realidad no sabes hacer nada, fracasado una vez, fracasado toda la vida, no dudo que no salgas de Miami-.

El salón entero nos miraba en silencio. Hasta que Niall rompió con él.

-Wow! Chica, te defiendes como si fueras Laurence-. Volteó a ver a Austin –No creo que sea buena idea pelearte con un Jauregui-.
-Agradece que eres mujer Lauren, o ya te tendría en el suelo con un moretón en el pómulo igual que hice con el idiota de tu primo-. Si las ganas de matarlo se me estaban quitando, con eso quise incluso cortarlo en trocitos.
-No te detengas, sabes que no te tengo miedo-.
-Chicos, chicos, basta-. Shuester se llevó la mano a la cabeza, sobándose las sienes –Con sus problemas personales me volverán loco, aquí venimos a trabajar en equipo, el que no quiera puede irse-. Señaló la puerta –Alguien? Alguien quiere irse? No? Ok, entonces a trabajar, alguien tiene otra canción que quiera mostrarnos en otro idioma?-.

Nadie dijo nada. Y entonces levanté la mano. Shuester me sonrió sabiendo que sería yo quien lo hiciera.

-Adelante Lauren-. Me levanto nerviosa de mi asiento y me seco las manos en el vestido, parte por el altercado que acabamos de tener Austonto y yo, parte porque nunca he cantado en italiano.
-Debo decir que no es muy alegre que digamos y puede que no sirva para las nacionales, pero usted preguntó si tenía una y sí... no recuerdo bien qué dice, no entiendo mucho del idioma, pero...-.
-Sólo canta-. Me invita con poco de paciencia el Sr. Shue y volteo a ver a Camila que presiento está más que emocionada por escucharme.

Cuidado con lo que deseas JaureguiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora