Capítulo 8. La ruleta está girando

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Sherrinford se ofreció a llevar a Sherlock hasta la casa de los Watson, el detective no se opuso, sólo quería ver a John, tratar de tranquilizarlo y descubrir qué había detrás de todo eso. En el camino, llamó a Ana, y por más de que le insistió que no le contara nada a su "amiguito" el impostor Zac o como se llamara, la chica hizo caso omiso.

─Mujeres...─ musitó Sherlock con el ceño fruncido. Sherrinford se rió con ganas.

─Es un tema que no es para ti, hermanito.

─Ay, y lo es para ti. No sabes cuántas conquistas tienes a tus pies... Lo siento, pero no veo a ninguna... Y en realidad no lo siento.

─Por favor, no las conoces, pero están allí... Deseándome.─ dijo de forma descarada el menor con una sonrisita cínica. Sherlock puso los ojos en blanco. ─Enfócate, hermano... ¿Quién pudo haber sido?

─No estoy seguro de que sea un secuestro.

─ ¿Será cosa del tal Poeta?

─ ¿Quién más si no él?─ Sherrinford se encogió de hombros y dio un volantazo. ─Por Dios, manejas como un demente.

─Estoy demente, hermano. Pero eso ya lo sabías... ¿No crees que algún seguidor de Moriarty quiera hacerte infeliz?

─El Poeta le servía a Moriarty...

─ ¿No hay nadie más? Un hombre tan... carismático tendrá a más gente que sólo un mafioso...

─Sebastian Morán.

─ ¿Ese quién es?

─Un ex coronel... Pero no importa, él está preso.

─Ya, como lo estaba el Poeta...─ por fin llegaron a su objetivo. John estaba fuera del edificio, con su hija en brazos. Sherlock se quedó frío un momento, ¿qué le diría? Él nunca fue bueno con las palabras, y su mejor amigo lo necesitaba... Y él... ─ ¡Espabila, hombre!─ gritó Sherrinford bajándose del auto. El detective hizo lo propio y caminó hacia John.

─Sherlock...─ el doctor tomó un poco de aire, la niña no dejaba de moverse en sus brazos. ─Sherlock... No, no sé qué está pasando.─ susurró con voz trémula. Sherlock suspiró.

─Contrólate, John. Todo estará bien. Encontraremos a Mary...─ ok, había dicho algo coherente y positivo. Sherrinford se había quedado alejado de la escena, recargado en su auto mirando con atención los movimientos de su hermano mayor. Sherlock sintió que debía hacer algo más, pero no supo qué, así que se limitó a estirar la mano y tocar el hombro de su amigo. John tragó saliva y asintió suspirando después. Johanna estiró su pequeña mano y se aferró al brazo del detective. Sherlock trató de zafarse, pero no encontraba manera de hacerlo sin verse grosero o lastimar a la niña así que se quedó así, con el brazo estirado para que su ahijada pudiese agarrarlo cuanto quisiera. ─Cuéntame qué pasó. Con lujo de detalles.

─De acuerdo... Te contaré dentro.─ respondió John mirando de reojo a Sherrinford. Aquél suspiró y alzó las manos.

─Ya, ya entendí. No es cosa mía... Me voy. Estaré con Mycroft, si me necesitan...─ el rubio rodeó su auto, subió en él y se alejó por la avenida. John quitó la mano de su hija del brazo de Sherlock y se giró para entrar en el edificio. El detective lo siguió y después de haber tomado asiento, el doctor inició el relato.

─Yo tenía guardia nocturna, así que hoy estuve libre en la mañana. Mary salió a comprar víveres mientras yo me hacía cargo de Johanna. Sería una compra rápida, quedamos de vernos en el parque hace una hora... Nunca llegó. La llamé, y sólo me respondió el buzón de voz. Pensé que sería una broma, o algo por el estilo... Pero...

Rivales [Fanfic de Sherlock BBC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora