Cap.8

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Tiene que ir a visitar a sus padres, ellos están enterrados en esta ciudad, juntos como ellos pidieron con su ultimo aliento. No hablo con nadie y tampoco mira. Se olvido de ponerse su saco y ahora todo el mundo anda murmurando cosas sobre sus brazos. Pero no cosas malas, en esta ciudad todo el mundo lo quiera y aprecia así que están mas preocupados por el.

Pensar devuelta en sus amigos y seres queridos es duro para el, tantas personas preciadas perdió de una, gracias a sus guardianes pudo volver a sonreír después de la muerte de sus padre pero perderlos a ellos después es algo que no puede expresar con palabras, su corazon se encogió, no paso mucho tiempo para que después explote como una bomba, todavía no puede recuperar sus piezas, no tiene las herramientas para volver a juntar su corazon. Ya no tiene los pilares que tenia antes para mantenerse en pie.

Extraña sus pelear sin sentido, cuando Gokudera gritaba "Juudaime" buscándolo, las sonrisas despreocupadas de Yamamoto, los EXTREMOS de Ryohei, ver como Mukuro asustaba a Lambo con sus ilusiones mientras que la pequeña Chrome trataba de que su Mukuro-sama parara, los "Te morderé hasta la muerte" de Hibari, los caprichos de Lambo por sus dulces, las facetas tímidas de Chrome, las sonrisas burlonas de Mukuro, las peleas unilaterales de Gokudera y Yamamoto, ver como Hibari golpeaba a todos los herbívoros débiles con sus tonfas. Extraña todo de ellos.

Se desplomo en la tumba de su mana, Nana Sawada y a su lado Iemitsu Sawada, su padre. Leyó la frase que dacia la tumba de sus mama, "Si tu mundo se desmorona, ven al mio", una frase que le queda a la perfección a una mujer que acepta a todos con los brazos abiertos y sin decir nada, con una sonrisa le daba la bienvenida, le prepara su deliciosa comida con todo el amor que podía su gran corazon dar.

-Hola, mama. -saludo poniendo su cara en la tumba mientras cruzaba sus brazos y ponía en ellos su cara -¿como estas? -pregunto con ojos cristalizados -¿Bien? eso es bueno - trato de sonreír con lagrimas -Hola Papa -miro a la tumba de al lado.

Esa frase que tenia grabada en ella también va mucho con el " Todos lo que amo es a mi mujer y a mi hijo" Simple pero es verdad, Iemitsu no pudo ser el mejor padre del mundo, sin embargo, se esforzó en darles lujo y felicidad, si bien al principio la relación padre e hijo no funciono con el tiempo se fortaleció. Los dos se llevaban realmente bien, Tsuna siempre agradeció todo lo que el le daba, no importa que tan pequeño sea, siempre con una sonrisa le decir "Gracias".

-¿Yo? ¿como estoy? -pregunto con las mejillas llenar de lagrimas - Estoy.... -no pudo terminar la frase, no puede mentirle a sus padres, prometió siempre decirles la verdad. -No se...*Snif*....Y-ya no se que hacer...*Snif*...M-me propuse olvidar todo...buscar la piedra....*Snif*

En silencio una persona se acerca hasta detrás de el, se agacho y puso una mano en su hombro. Tsuna ya sabia quien era porque es la misma persona que lo ayudo a que no se cayera esa ves en la casa de Irie y Spanner, cuando no tenia los repuestos puesto y casi se cae al piso, esa mano la reconocería donde sea, por muy tonto que parezca se acaba de dar cuenta hace poco de que se enamoro de esos ojos dorados.

Se tiro para atrás, apoyándose en el, sin decir nada Ed lo abraza, gracias a eso lloro mas que antes. Tener a alguien quien te abrace sin decir nada es bueno, porque las palabras sobra, las acciones hacen, se dio vuelta para abrazarlo y este también lo abraza con la misma fuerza.

Ed que lo avía seguido desde que salio del hospital cuando vio que finas lagrimas caían de esos hermosos ojos color miel, no dudo en acercare y abrazarlo. Sabe toda su historia y si dice la verdad el también tiene ganas de llorar, llorar con el y hacer que su dolor vuele lejos. Sufrió y cargo tanto en sus hombros, esos pequeños hombros, que no merecen llevar tanto el solo. Cuando Tsuna se dio vuelta para abrazarlo bien, el también lo hizo, lo abrazo fuerte como si nunca lo dejaría ir.

Los llantos del castaño se escuchaban por todos lados tan tristes, cada persona que los escuchaba se les rompía el corazon, se preguntaban quien era esa persona que esta sufriendo tanto, quien es la persona que cargo con tanto en su corazon, algunos se largaron a llorar con el.

Perder a tantas personas en tu vida y después seguir viviendo con una sonrisa, no es algo fácil, claro que no es fácil, nadie puede reemplazar a esas personas queridas.

Tsuna recordaba cada momento vivido con sus guardianes y lloraba mas fuerte, Ed lo abrazaba y acariciaba sus cabellos, unas lagrimas también salían de sus ojos.

-Perdió a sus padres y a todos sus amigos -pensó el oji-dorado -tiene mucho que descargar. - de a poco los llantos se hicieron mas débiles, los parpados le pesaban y con un poco de fuerza se separo de Ed.

-*Hipo* ¿Por que *Hipo* estas *Hipo* acá *Hipo* Ed? -trato de hablar Tsuna, tenia su nariz roja y sus ojos un poco hinchados después de tanto llorar.

-¿te sientes mejor? -pregunto mirándolo a los ojos y acaricio su cabeza de manera suave.

-*Hipo* S-si - sus parpado se querían cerrar, Ed cargo a el castaño en sus brazos -¿Ed...?

-Tienes sueño, duerme - el castaño solo paso sus brazos por el cuello del mayor y apoyo su cabeza en el hombro del rubio, cerro sus ojos y dijo.

-Reborn, les contó todo ¿no? -dijo suave sintiendo como Ed comenzaba a caminar, yendo asía el hospital -Todo acerca de "aquella" tragedia.

-Si, décimo Vongola -respondió con una sonrisa- Cuando dijiste que pertenecías a la mafia no pensé que tenias el puesto de jefe del bajo mundo.

-Vongola no es mala, tampoco es tan oscura como todos piensan - dijo dejándose llevar a los brazos de Morfeo. Se quedo dormido.

-Lo se, porque estas tu en ella.

Continuara...

La piedra del cielo [Fullmetal Alchemits] [Khr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora