Su Majestad Y La Chica Plus Size (editada)

desilusión y nuevo encuentro

PDV Gabriela.

Los ronquidos de Lemuel me despertaron. Mire el reloj y ya eran las doce del mediodía.
Me levante perezosamente y me metí a la ducha sin siquiera buscar la ropa.
El baño fue la cosa más deliciosa que había probado, tal vez fuera por que me calmaba la resaca, salí de la ducha envuelta en una toalla.

-sabes que me lo haces muy difícil. Ser solo tu amigo. Cuando te apareces así.

Dijo Lemuel estando acostado boca abajo pero de pronto se paró y corrió hacia el baño, por lo que se oía. Estaba vomitando.

Me vestí y camine hasta el hermoso ramo de flores.
Me acerque a la carta y la leí.

De Erick.

Para Gabriela.

Querida Gabriela discúlpame por no haber asistido a nuestra cita, pero paso algo y no pude llegar. Ademas creo que he confundido mis sentimientos hacia ti. Solo quiero ser tu amigo. Gabriela. Perdóname por el mal rato que te hice pasar.

Con cariño. Erick.

Al leer la carta, sentí dentro mío un hueco en el estómago y no eran ganas de vomitar.
Rompí la carta y puse las flores en agua.
Aunque no me gustó que me las regalara por lastima. Eran mis flores favoritas.
Ya estaba predicho que a un chico tan lindo y sexy como él no le atraería una chica como yo.
Yo Sola me engañaba al tener esperanza en que le gustaba.

-que idiota fui.

Busque mis cosas y salí por un café, no sin antes preguntarle a Lemuel si quería uno. Este me hizo un "okey" con sus dedos mientras seguía abrazando el inodoro jurando no volver a tomar.
Camine hasta el cuarto de mis otros amigos y estos seguían a oscuras durmiendo.
Me acerque a las cortinas y las abrí de par en par.

Ellos gruñeron y se taparon hasta la cabeza maldiciendome.
Reí y los destape.

-¡¡vamos chicos. Es un nuevo día. Y esta muuuuy hermoso!!

Grite. Ellos volvieron a maldecirme.
Reí una vez más y les pregunté si querían un café y estos asintieron.
Antes de salir volví a destaparlos a ambos y me lleve sus frazadas hasta el pasillo.
Ellos salieron en calzoncillos  para perseguirme pero fue muy mala idea de su parte el levantarse tan rápido ya que volvieron a dentro y se metieron al baño creo yo que a vomitar.

Camine hacia el café y llamé a mi abuelo.

Hablamos de todo un poco. Pero su voz sonaba algo preocupada. Así que antes de entrar a la cafetería le pregunte que pasaba.

-no quiero que te asustes hija. Pero tengo que decírtelo...
Manuel e Ignacio se agarraron a golpes y... ya que Ignacio es boxeador. Dejó inconsciente a Manuel. Esta en el hospital, en terapia intensiva.
La policía lo anda buscando pero no pueden dar con el.

- abuelo. Quiero que tomen sus cosas y se vayan de la ciudad. No te preocupes por mi.  Ignacio era amigo de un hacker así que tal vez pueda rastrear mis tarjetas. Dejare de usarlas y buscaré un trabajo.

- cariño no quiero que te asustes. Tal vez solo se está escondiendo.
Pero será mejor que hagas eso al menos hasta que lo encuentren.

- sí tata. Los amo. Cuidense.

-nosotros también te amamos hija. chau

-chau.

Colgué la llamada y respire profundamente. Tal vez mi abuelo tenga razón y el no vendrá a buscarme. Solo ataco a Manuel por celos.