HÍBRIDO

CAPITULO 1

-Alex, levántate, es el primer día de clase y no vas a llegar tarde.
-Grrr... Voy...
-Levanta a tu hermana anda, que me voy ya al trabajo. Os lleva mamá al instituto.
Me levanté de la cama pesadamente y fui corriendo al cuarto de mi hermana.

Sara tiene un año y medio menos que yo, pero siempre fue más rápida, más fuerte y más alta que los de su edad. Ella es morena con los ojos castaños, de constitución muy delgada y a ojos de todo el mundo es una de las chicas más guapa que conocen.
En cambio, yo soy una persona muy normalita, rubia, de ojos color marrón claro y la gente no me recuerda tanto lo guapa que soy, pero no me importa, se que soy guapa a mi manera, de todas formas, todo el mundo tiene su público; y yo no soy la escepción. Aún así lo que más me gusta de mí es que me considero muy inteligente, y con eso me basta.

Cuando me asomé a su cuarto, su cama estaba vacía, asi que volví a mi habitación a cambiarme, y allí estaba ella, rebuscando en mi armario, como siempre.
-¿Qué haces?
-Mirar que me voy a poner, tengo que ir mona el primer día de clase- Como siempre, tan superficial y con esa voz tan borde que me tiene reservada solo a mí.
-¿Puedes dejar de hablarme mal algún día?
Sólo me sacó la lengua, cogió la ropa y se fué.

-¡Niñas que nos vamos!- Mi madre gritó desde abajo.
Las dos bajamos corriendo y salimos hacia el coche.

Al llegar al instituto saludé a todas mis amigas, que por desgracia están en otra clase, escepto Marta, ella es mi mejor amiga, aparte de mi compañera de equipo, ella es muy delgada, morena y de ojos verdes. Siempre encuentra la forma de hacerme reír.

Las dos fuimos juntas a la clase de nuestro tutor, que nos iba a explicar como sería este curso; pero algo diferente había en la clase, dos de mis compañeros del año pasado no estaban y que yo supiera, no habían repetido. En su lugar, había un chico pálido y alto, de pelo y ojos casi negros, a simple vista, parecía un chico tímido y callado y algo en su mirada no me gustaba.
-Ei profe, ¿dónde están Carlos y Juan?
Me miró, pero mo me supo sostener la mirada
-Alex... ¿dónde has estado todo el verano que no te has enterado?
-No entiendo...
-Que te lo explique Marta a la salida de clase, es principio de curso y no hay tiempo que perder.
Le miré extrañada y sin darme cuenta me fijé en que el nuevo me estaba mirando mientras sonreía de forma siniestra.
Le dí un codazo a Marta en señal de que me contara que les había pasado, en un susurro comenzó a explicarme:
-Fue hace un mes, los dos salían de la fiesta de cumpleaños de Tara, la de la clase de Elena, eran como las cinco de la mañana e iban los dos un poco... bueno, más que un poco... borrachos. Se metieron por el callejón ese que hay cerca de la nave abandonada, pero nunca volvieron...
-¿A qué te refieres con que nunca volvieron?
-Los mataron Alex. Tenían la...
El profesor nos interrumpió con un chasquido
-Señoritas, es de mala educación hablar mientras una persona lo está haciendo, y más, si es un profesor.
Nos callamos, pero a los pocos segundos, Marta terminó la historia:
-Tenían la garganta destrozada y por lo que me he enterado, no han encontrado al culpable. Tía, ha pasado un mes, a lo mejor la próxima es alguna de nosotras.
-Anda Marta, no digas tonterías, seguro que lo cogen enseguida.
-Lo que tu digas, cómo ahora eres adivina sabes que no nos va a pasar nada...
Puse los ojos en blanco e intenté concentrarme en lo que el profesor decía sobre los horarios, pero era imposible; alguien había matado a dos chicos de mi clase, con los cuales no hablaba mucho, pero aun así eran compañeros, ¿cómo podían estar todos tan tranquilos? Yo intentaba mostrar calma, y parecía que con Marta funcionaba, parecía más tranquila despues de haberle dicho que seguro que cogían a la persona que lo hizo, pero ¿y si no lo hacían? O peor aún ¿y si volvía a matar?