HÍBRIDO

CAPITULO 5

Laura, mi profesora de ciencias, y por lo visto también bruja y consejera de la manada de mi padre, era una mujer que rondaba los treinta y cinco, pero por su aspecto, parecía diez años mayor; con su baja estatura, sus ojos grandes y negros, y los mofletes rosados y rechonchos hacían que su amabilidad denotase. El pelo le caía largo negro y rizado por la cintura. Sus gafas de culo de botella hacían que sus ojos se vieran más grandes, y tenía una mirada con la que una siempre se sentía cómoda.

Laura llamó a mi hermana y nos sentó a las dos en el sofá de su casa, largo, ancho y con un aspecto que no le hacía parecer cómodo, por el contrario, en el momento en el que te sentabas en él, la comodidad era notable.
La profesora comenzó a hablar:
-¿Por dónde queréis que empiece?
-Por lo más fácil- Dijo mi hermana, a la que se le veía incómoda, pues no se había enterado muy bien de lo que pasó; mi madre le había retenido en otra habitación para que no viera lo desagradable de la situación, a pesar de que ella quería estar allí, para ayudar en lo que hiciera falta.
-Está bien, empezaré con vuestra familia, explicando todo lo que sois, pero desde el principio, desde la época en la que se conocieron vuestros padres.
"Hace dieciocho años, una tarde de otoño, el sol ya se escondía en el horizonte, y para ser mediados de Octubre, hacía más calor de lo normal, los lobos de la manda Vilkas (lobo en lituano) estaban reunidos en un lugar que sólo conocían ellos, hablando del tema que más le preocupaba, los cazadores estaban en la ciudad, y a pesar de que la manada sólo quería proteger a las personas que allí habitaban, los cazadores no pensaban eso..."
-¿Qué son cazadores?- Interrumpí, impaciente.
-Si me dejas hablar, te lo explicaré todo con detenimiento, pero ya que preguntas; los cazadores son, como su nombre indican los que cazan seres sobrenaturales con el fin de proteger a los humanos, ellos tienen una gran fuerza, velocidad e inteligencia, y un sexto sentido que les indica quién es vampiro, hombre lobo, ect.
"Como iba diciendo, los cazadores no pensaban que la manada de hombres lobo que cada vez aumentaba más, fueran algo bueno para la ciudad, por lo que la familia Visci (muérdago en latín) se asentó para dar caza a los lobos. Nadie sabe cómo, pero descubrieron el lugar de reuniones de la manada, y fueron allí con todo el arsenal de armas que poseían; el alfa los escuchó venir, y se preparó para la lucha, pero su hijo parecía tener miedo, nunca lo había visto así antes y cuando se acercó a hablar con él, entraton los cazadores, se oyeron rugidos, disparos; gritos de dolor y agonía retumbaron en las paredes de la guarida. El alfa, el único lobo de la manada que puede transformase completamente en animal, se avalanzó sobre una chica, rubia de ojos castaños, alta y atractiva. Fue directo al cuello, no iba a permitir que ninguno de los cazadores que había allí viviera; pero algo le paró, su hijo tomás se había puesto delante de la chica.
-Papá no dejaré que le hagas daño.
-Tomy, es una de ellos, nos quieren matar. No creas que es diferente.
Tomás rugió -Ni se te ocurra acercarte, le amo más que a nada y si vas a hacerle daño será por encima de mi cadáver.
El alfa, se avalanzó sobre su propio hijo, pudiéndole más su odio hacia los cazadores, que el amor que le tenía a su hijo. La lucha fue sangrienta, llena de dolor y agonía.
Sonó un disparo, la chica, Eva, había disparado al alfa en el corazón, con una bala bañada en acónito. Murió casi al instante.
Tomás lloró, como nunca antes lo había hecho y se acercó a Eva lleno de tristeza, ella le abrazó y le dijo:
-Ven conmigo, vamos a parar esta guerra."
Desde entonces, su amor es más grande que nunca, con él consiguieron que todos los cazadores se fueran de la ciudad, excepto uno; una chica rubia, llamada Eva, que en unos años, se casaría con el nuevo alfa de la manada. Tomás."
Desde entonces, los lobos han intentado proteger las calles. Se pueden distinguir de las demás personas porque sus ojos se vuelven más claros, y las noches de luna llena se encierran en casa para no descontrolar su sed de sangre. Son más rápidos y fuertes que las personas normales."
-¿Esos son nuestros padres verdad?- Preguntó Sara.
-Sí. A pesar de que te pareces más a tu padre y Alex a tu madre. Alex sacó los genes de hombre lobo y tu de cazadora.
-Vaya...
-Puede que os resulte díficil de asimilar, pero os debeís acostumbrar rápido, los vampiros han llegado y no traen nada bueno con ellos. En cuanto se enteren de que hay un híbrido, lo difundirán y no estarás a salvo. Cuando existieron, sembraron el caos, hacían lo que querían y cuando querían y sólo una familia de cazadores consiguió aniquilarlos.
-Pero esta vez es diferente, yo no soy mala.
-Lo sé. Tu padre hablará con la manada y no creo que te rechacen. Con los vampiros va a ser diferente; muchos querrán tu poder e intentarán matarte, debes tener cuidado.
-Soy beta ¿no?
-Por ahora pensemos que lo eres, pero si te das cuentas, tienes los ojos casi amarillos, lo que delata lo que eres. Cuando te conviertas en lobo, si consigues transformarte completamente, significará que eres alfa, si no, beta.
-¿Y que puede matar a los vampiros?- Preguntó mi hermana con curiosidad.
-Verdena y madera. A los lobos, el acónito y el muérdago. Si queréis proteger vuestra casa para que no entre ningún ser sobrenatural podéis utilizar las cenizas de montaña, que se esparcen alrededor del sitio que queráis proteger. Los híbridos beta, únicamente pueden ser vencidos por acónito y los alfa, dependiendo de los genes que tenga una cosa u otra.
-¿Qué podría vencerme a mí?
-No lo sé.
-Tenemos que averiguarlo, para saber que es lo que me puede hacer daño.
-Todo a su debido tiempo, ahora vuestros padres os llevarán a casa y descansaréis, vais a estar un par de semanas sin ir al instituto, vuestro entrenamiento tiene que empezar ya. Las noticias de que sois sobrenaturales volarán.

No sabía como sentirme, ni siquiera había empezado mi vida como híbrido y ya quería regresar a la normalidad, aunque eso ya se veía imposible.