CAPITULO 13

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  Llegamos a casa, todo parecía estar tranquilo, pero había algo extraño; un olor que no pertenecía a allí, aunque yo no sabía diferenciar muy bien de qué se trataba.
  Víctor arrugó la nariz y elevó ligeramente la cabeza, como un perro olisqueando en el aire. Hizo una seña con la mano, indicándome que me mantuviera en silencio. Contuve la respiración.
  Poco a poco entramos en la casa, sigilosos, con cuidado de no hacer ningún ruido.
  Un estruendo sonó en la cocina. Abrimos la puerta poco a poco...
  Eddie se encontraba en mitad de la cocina,cubierto de sangre y con cuchillo en mano. Le observé sin apenas poder hablar.
  -Eddie... ¿Qué demonios...?
Su cara estaba pálida y tenía la mirada perdida, se encontraba en estado de shock. Algo horrible había pasado y no había llegado a tiempo para evitarlo.
  Se derrumbó en el suelo, tembloroso y con lágrimas en los ojos; me acerqué a él y le levanté la cabeza. Iba a mirar a través de sus ojos, los únicos que sabían con exactitud lo que había pasado.

  -Eddie, corre.- Eva parece asustada, pero no puedo moverme, yo también tengo miedo. Hay muchos vampiros. Aullo, pero nadie responde a mi sonido de socorro. Dos la cogen, le clavan algo en el estómago. Voy a salvarle. Los vampiros me superan en número y son más fuertes que yo. Cojo un cuchillo y empiezo a dar golpes con él a diestro y siniestro, pero ellos vienen, con sus grandes colmillos y sus bocas llenas de sangre, me muerden. Eva no está, se la han llevado. Los vampiros no dejan de torturarme, con mordiscos y cuchilladas bañadas en acónito. Muerdo a uno en el hombro, ellos saben que significa, salen corriendo.

  Bajé la mirada. Pude sentir el dolor de Eddie cómo si fuera el mío.
  Le dí un abrazo, esperando poder reconfortarlo aunque fuese un poco, pero él siguió en shock. No sabía como sacarlo de ese estado.
  -Déjame a mí- Dijo Víctor, agachándose a su lado y mientras le cogía la mano, le decía:
  -Estás a salvo Eddie, estamos aquí, ya no te va a pasar nada. Te lo prometo...
  Sus ojos brillaban mientras miraba a Eddie y le decía que todo iba a salir bien. El chico pareció salir de su estado. Me observó un rato y empezó a llorar, mientras me decía que lo sentía por no haber podido ayudar a mi madre.

  Yo le miré e intenté tranquilizarle diciéndole que no era culpa suya, no era culpa de nadie.
  -Eddie, ¿Crees que podrías llamar o buscar a alguno de la manada y pedir ayuda?
  -Yo... yo...
  -Ey chico, confiamos en ti. Necesitamos que lo hagas por nosotros y por los que necesitan nuestra ayuda.- Eddie asintió, respondiendo al comentario de Víctor y desapareció, en busca de la manada.
  -¿Y ahora qué hacemos?
  -Coge los objetos que pueden tener el olor de alguno de tu familia. Que sea un olor fuerte.
  Subí a la habitación de mis padres y cogí un calcetín usado que desprendía un olor lo suficientemente fuerte para rastrearles.
  -Ahora huélelo.
  Le miré asqueada, no pensaba olisquear eso. Víctor adivinó mis pensamientos y lo hizo él, no menos asqueado.

  Corrimos de un lado a otro, sin saber muy bien por dónde ir, parecía que el rastro lo habían borrado.
  Alguien chistó cerca; nos dimos la vuelta y ahí estaba Pablo. Me pedía perdón con los ojos, pero no hice caso y me avalancé sobre él; lo iba a matar, cómo el quiso hacer conmigo. Se defendió como pudo, pero yo era más fuerte. La paliza que le estaba dando se la merecía, o eso quería pensar para no sentirme mal conmigo misma. Víctor nos separó justo antes de desgarrale la garganta.
  -Alex relájate. Lo necesitamos vivo para saber donde están tus padres.
  Asentí y miré al vampiro con desprecio. Se levantó del suelo con dificultad y dijo:
  -Lo sie...
  Le interrumpí cabreada y contesté:
  -Ni te atrevas a pedirme perdón. Sabías perfectamente lo que estabas haciendo...
  Agachó la cabeza y Víctor le dijo:
  -Bien. Ahora nos vas a decir dónde los habéis retenido. Y ni se te ocurra mentir, porque no sólo te enfrentas a un híbrido; te enfrentas a dos.
  -Te lo tienes muy creído ¿no?- Contestó Pablo
  -No estás en posición de vacilar...- Gruñí.
  Tragó saliva y dijo:
  -Esta bien...
  Nos explicó que Nicole se había aliado con un hombre lobo y había capturado a mi familia, para que yo fuera al sitio donde los tenía y tenderme una trampa para matarme y así conseguir el poder que yo tenía.
  No quería decirnos donde estaban, por miedo a Nicole; pero Víctor le obligó a decírnoslo entrando en su mente, por lo que él no tuvo más opción que ser sincero.

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