Pasó un mes y medio desde el primer día de clase, desde que me enteré de lo que le había pasado a Carlos y Juan. Según el padre de Marta, el policía con mayor y mejor reputación de la ciudad, no habían avanzado nada, seguían como el primer día y aparte, mi amiga encontró unos informes de su padre en los que las características del asesinato de nuestros compañeros eran las mismas, es decir, la persona que los mató, no era un simple asesino, era un asesino en serie.
Ya no nos dejaban salir a los jóvenes más tarde de las once, por si acaso.El instituto seguía igual, y mis examenes iban cada vez mejor; pero había una cosa que me inquietaba, el niño nuevo, Rodrigo, no hablaba con nadie, pero aprovechaba cualquier situación para ponerse cerca mía y mirarme, simplemente eso, me miraba y a mí me daba muy mal rollo.
Ese día mi profesor nos mandó a los dos al almacén a recoger unos libros que necesitaba para la clase.
Bajamos los dos sin cruzar una mirada o una palabra, abrimos la puerta del almacén con la llave que nos dió el profesor y entramos, para nuestra sorpresa, estaba más limpio de lo que esperábamos de un almacén. Me dispuse a buscar los libros, cuando la puerta se cerró de golpe, Rodrigo me miró y pareció adivinar mis pensamientos.
-No tengas miedo Alex. Me he fijado en tí y eres una chica fuerte, inteligente... Necesitamos a más como tú en el grupo.
-¿Qué grupo?
Me miró y derepente, desapareció. Sentí como alguien me cogía por los hombros con una fuerza brutal, intenté zafarme de él, le dí un codazo en el estómago y conseguí darme la vuelta, al ver quien era me sorprendí. Rodrigo. ¿Cómo había sido capaz de ir tan rápido de un lugar a otro?.
-Chica deja de intentar escapar, es imposible.
Me preparé para la pelea o para huir, aunque la segunda opción no era muy buena después de ver lo rápido que era. Se quedó quieto, simplemente se metió la muñeca en la boca y se mordió, imagino que con mucha fuerza, porque empezó a sangrar de inmediato.
Sin darme cuenta me tenía cogida por el cuello, mientras me decía:
-Bebe. Bébete mi sangre.
Grité, pero nadie pareció oirme, cada vez me apretaba la garganta con más fuerza y no tuve más remedio que beberme su sangre; era asqueroso. Me soltó.
-Bien, ahora tendré que matarte.
-¡Tu estás loco!
Me quedé paralizada, no sabía que hacer, si salía corriendo, me cogería; si intentaba pelear, me ganaría.
Los colmillos empezaron a crecerle, sus ojos se volvieron de un rojo sangre, como si fuera un vampiro, pensé que estaba alucinando.
-Parece que lo adivinaste, soy un vampiro, nuestro grupo está disminuyendo por culpa de los lobos... es decir, hombres lobos, necesitamos a más gente.
-¿Yo?
-Sí, por eso te he dado mi sangre, y tengo que matarte, antes de que desaparezca de tu organismo. Luego desperterás y serás un vampiro.
-Pero yo no quiero ser un vampiro.- Me temblaba la voz, nunca habría creído que los vampiros y hombres lobo fueran reales.
-Pues te aguantas.- Corrió a la velocidad de la luz y apenas sin darme cuenta, con una fuerza bruta, rompió mi cuello y caí como un peso muerto al suelo.

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HÍBRIDO
Serigala JadianAlex tiene 16 años, es una chica extrovertida y amable, estudiosa y con una familia que quiere y respeta. Un día, un vampiro la convierte en uno de ellos, sin saber que tiene sangre de hombre lobo. Es convertida en híbrido, un ser que antiguament...