ROSIE

Capitulo 22

El sueño invadió totalmente mi cuerpo, no sé cuántas horas había dormido pero empecé a sentir un fuerte hormigueo en mi brazo y esto hizo que literalmente quedara parada en mi cama, no recordaba nada de lo que había pasado, ni siquiera recordaba cómo había llegado a mi habitación, sentí una fuerte punzada en donde antes había tenido el hormigueo, no dudo en revisarme y me aterro al ver que mi brazo tenía una gran cortada que al parecer nadie se había tomado la molestia en hacerle curación. 

— ¡mamá! —grite —oigo unos ligeros pasos que se acercan a mi habitación.

— ¿Qué paso cariño, te encuentras bien? — ¿Quieres algo?

— No, solo que me preguntaba ¿Qué fue lo que le paso a mi brazo? —Me duele horrible y no recuerdo nada. —Yayai —digo señalando mi herida.

—Tú te lo provocaste, trate de curarte pero me atacaste, así que decidí hacerlo cuando estuvieras dormida, pero lo siento realmente se me pasó, tenía la cabeza en otra parte y lo olvidé.

—No eso no puede ser cierto, yo nunca te lastimaría. —Bueno no te preocupes no debe ser tan grave quizás es la sangre que lo hace ver así.

—Si no me crees, cerciorarte tu misma —corre el cabello de su rostro y deja ver algunos rasguños y pequeños moretones.

— ¿Eso te lo hice yo? — ¡Ah! Realmente no lo recuerdo, pero en serio lo lamento.

—No es para tanto, mejor déjame ver lo que te hiciste. — dice mientras me toma el brazo. —Huy ¡que feo! pequeña creo que no es simple sangre, traeré algunas vendas y un poco de agua, ya regreso.

**

—Ahora sí, ¿ya te sientes mejor?  —No soy muy profesional en esto, pero di mi mejor esfuerzo.

—Sí, gracias, ves no era para tanto, mi sangre suele ser escandalosa. —Oye estaba pensando y deberíamos irnos de este lugar, no te lo había querido decir antes pero he tenido algunos sueños extraños y algo me dice que aquí corremos peligro y eso en verdad me asusta.

—Tranquila hija, eso debe ser producto de tu cansancio y de todas las cosas por las que haz pasado estos últimos días, ya verás que estaremos bien, no te atormentes por eso mejor descansa.

—Bueno te haré caso aunque te repito que siento algo aquí adentro que me dice que no estamos seguras; hasta mañana, trataré de dormir...

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 No sé cómo explicar lo que sentía, pero si en algún momento alguien ha pasado por esto, me entendería perfectamente, es una angustia tan horrible que se clava en tu pecho que a decir verdad no sabes ni que hacer, ni como actuar, ya llevaba dos horas sentada en la cama y ese algo la verdad no me dejaba dormir y me desesperaba, tome mis medicamentos, palpe mi herida un par de veces y admito que dolió un poco, pero la verdad solo quería pensar en algo diferente, a ver si se me pasaba lo que estaba sintiendo, cerré mis ojos y no me di cuenta en que momento me quede dormida.