CAPITULO 4

53 7 1
                                    


—A él... Realmente no sabía a qué se refería, no sé si sentía, pero su fiebre estaba quemando su rostro poco a poco, su rostro estaba rojo, sus labios cuarteados por sus altas temperaturas, y ella solo lo quería a ¡él! No sé qué pensaba, solo en un chico y no en su propia vida, llevaba un par de días sin probar bocado, y en las noches ella no dormía porque se la pasaba gritando del dolor y si no era eso gritaba el nombre de un chico "Frank", mi hija estaba mal y yo no sabía qué hacer.

**

—Rosie, traje tu postre favorito.

—Gracias madre pero escasamente tengo fuerzas para hablar, ¡me duele mi boca!

—tomo su cabeza suavemente y con amor, y la levanto poco a poco y la cuchareo como cuando era niña —Sé que te mejoraras Rosie y volverás a retomar tus estudios y ver a tus amigos.

—Jum —refunfuño— ¿De qué amigos hablas? ¿De esos que están aquí conmigo? ¿Los imaginarios? porque ya llevo un mes en esta situación y no veo a nadie. O al caso esto me produjo ¡ceguera! dímelo madre —rompe llanto.

—Hija sabes que lo tuyo es diferente, y nadie puede verte, no sabemos aunque clase de virus te produjo esto y la verdad no quiero que nadie esté en esta situación, no sé si lo notes pero a veces te comportas agresiva y no quiero que lastimes a alguien o sufras algún altercado; y pues yo de una manera u otra me considero inmune, lo viví con tu padre, y los médicos se dieron cuenta de que cree una inmunidad con el tiempo, lidie tantas enfermedades que ya perdí la cuenta... En cuanto a tus amigos, no quiero que enfermen, así que no puedes ser tan egoísta Rosie.

— ¿Egoísta? ¡ahora soy yo la egoísta! ¿al caso no sabes cómo me siento? vete por favor, ¡vete de aquí!

Preferí no decir nada y me salí del cuarto, si me quedaba la pelea sería peor y a ella no le convenía eso, me dirijo a mi cuarto y decido dormir, en si tampoco duermo en las noches por estar lidiando a Rosie, necesitaba descansar con urgencia..

*

Mi padre, en cada uno de sus combates, se contagiaba de una rara enfermedad, siempre era distinta, unas más graves que otras, él odiaba los hospitales decía que en esos lugares atraían la muerte, así que mi madre era la que lidiaba cada una de sus enfermedades, al parecer a mi madre no le causaba nada aunque ella tenía contacto directo con él, a decir verdad, no creo que lo mío sea esos virus, en si siempre me enfermo, al tratar de recordar correctamente lo que paso con mi padre "quizás es algún tipo de trauma mío" o yo que se, pero no es algo que se cure con medicamentos.

**

— ¿Frank? — ¿seguro que esto no es un sueño?

—Jajaja, claro que no mi bella Rosie, disculpa por entrar por tu ventana, parezco ladrón, pero ya sabes no puedes recibir visitas, y tu madre no puede verme aquí, ni saber que vine.

—Sí, si lo sé por eso discutimos hace poco, pero realmente me hace feliz que estés, no sabes lo sola que me siento, pero vete no quiero que enfermes...

—No, no que te pasa, no me iré y no me pasara nada yo lo sé, —beso su frente —no puedo negar que pegue un salto sin exagerar su frente quemaba.

— ¿Frank te enojarías si te digo algo?

—Jamás lo haría dime —me arrodillo para escucharla mejor.

—Creo que siento algo por ti, sé que hemos compartido poco pero, siento todo por ti.

— sonrió, y me acerco poco a poco ha sus labios dándole un beso —Yo siento lo mismo Rosie...

Creo que si era un sueño, era increíble y me sentía mejor, es algo tonto pero él era mi medicina.

—Debo dejarte Rosie, no quiero que tu madre me vea aquí, sería un problema.

—Espera, primero pellízcame, creo que estoy soñando.

—la tomo suavemente de su cabeza, me acerco a sus labios, y la muerdo suavemente— Esto es mejor que un pellizco. —Ahora si debo dejarte, cuídate mi bella Rosie...

—sonrió, ya que sabía que no era un sueño— Sí que es mejor que un pellizco, adiós Frank. —cierro mis ojos y caigo de nuevo dormida.



ROSIEWhere stories live. Discover now