Final

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El dolor en mi brazo se hizo notar en aquel momento, lance un fuerte grito que hizo que mi mamá despertara sobre exaltada, pero oh sorpresa se encontraba justo a mi lado, nos miramos con cara de angustia, la verdad no sabíamos que pasaba estábamos atadas de pies a cabeza y lo primero que se me vino a la cabeza es que todo eso se trataba de un robo, —Calma mamá quizás ellos se lleven algunas cosas de valor y si no hacemos ningún ruido, quizás no nos hagan daño. —fue lo primero que se me ocurrió para calmar un poco a mi madre, pero parecía que ella sabía la razón por la cual estábamos atadas y no dijo nada y solo dejo caer algunas lágrimas, forcejeo un poco pero el intento por desatarse pareció inútil, la verdad estábamos muy bien atadas y esos amarres solo dejaban que hiciéramos minúsculos movimientos. ¿Pero porque no nos amordazaron? —me pregunte en mis adentros, que cosas tendrán en mente. — ¿Los conoces? Mi mamá pensaba responder, pero un fuerte aplauso interrumpió nuestra conversación.

—Veo que ya despertaron las bellas durmientes. —escucho una voz chillona que proviene de la cocina. —Estaba aburrida en mi casa así que he decidido venir a jugar con ustedes chicas, ¿no les parece genial?

—Ni te atrevas a tocar a mi hija, a ella no le harás daño ¡Amanda!, a ella no.

Ahora todo tenía sentido, con razón la angustia que se le veía en los ojos, ella sabía que de esta no íbamos a salir vivas. Y me preocupaba no saber con que clase de psicópata estábamos lidiando en ese momento. 

—Mmm no lo tenía en mente pero me has dado una gran idea, espérenme un momento llamaré a mi acompañante, él se encargara del trabajo sucio. —hace un guiño. —Frank ven es tu turno en este "juego".

Frank, ese nombre removió cada parte de mí, empecé a escuchar algunos pasos que se colaban en el viento, se me erizo la piel. Se notaba que caminaba sin ganas de hacerlo, pasaron unos pocos minutos y pude ver su silueta, él no se veía como antes y no parecía él, parecía que alguien controlara sus pasos, era como una marioneta en aquel juego al que se refería su madre, eso suponía que era esa señora de él.

—Bueno, bueno, ahora que estamos completos voy a decir de qué trata todo esto. —dice aquellas palabras mientras agarra el cabello de mi madre.

— ¡Suéltala!, — ¡por favor, Frank déjanos ir! —susurro.

—Ya niña deja el teátrico, que Frank solo recibe órdenes mías. — Bueno el juego es sencillo, primero atacaré a tu hija, la verdad anheló verte sufrir y que me pagues todos los desplantes que me hiciste sufrir, pero tranquila Teresa no llore, Frank no la matara solo la herirá para que agonice y te vea morir a ti, así las dos irán al infierno juntas. — ¿no es lindo? —Frank ven por favor. 

Frank posee en sus manos un cuchillo, el cual mi madre suele utilizar para cortar la carne más gruesa, su filo es tan terrible que podría atravesarme sin necesidad de hacer algún esfuerzo. —No puedes hacerme esto Frank.

—Lo siento, pero esta decisión no proviene de mí, la verdad yo no quiero hacerlo. —dice mientras apunta el cuchillo hacia mí.

Muevo mis labios tratando de vocalizar un te lo ruego y el solo cierra sus ojos y mueve su cabeza diciendo no.

—No te niego que sentí algo por ti Rosie y que te...

—Ya basta de cursilerías ¡hazlo ya! —Deja de ser tan cobarde muchacho.

Movió sus labios con la intensión de que yo solo supiera lo que decía y leí un té amo, su ultimo te amo y este parecía de verdad...

—Lo siento Amanda o mejor dicho mamá pero no formaré parte de esto, ya me canse de ti. — cambio de dirección el cuchillo y se apuntó su pecho, pronuncio sus ultimas palabras las cuales fueron perdóname y sin pensarlo se lo atravesó, se escucharon unos fuertes quejidos y luego no se movió mas, la verdad no entendía que había pasado, el único hombre al que se suponía que había amado en mi vida, murió sin yo poder hacer nada, ahora solo estaba tendido en el piso y jamás podría saber más acerca de él. —quizás esto conmueva a esta loca, pensé.

—Bueno salió igual de cobarde a su padre, ahora lo tendré que hacer yo, y yo que pensaba en no ensuciarme mis manos, ni modo. —Esperen chicas nuestro juego cambio, dado a que los dos hombres que he tenido en mi vida, han muerto por tu culpa, por lo cual morirás de la peor forma, pero primero veras como muere la única persona a la que haz amado Rosie, tu linda madre, Frank no importa el nunca sintió nada por ti, todo fue un teatro bien plantado.

— ¡Para por favor, para!

—Calla Teresa, lo único que haces es alterar a tu pequeña. —Vamos a terminar con todo esto ¿Okay?

Esa mujer tomó a mi madre de sus cabellos y empezó a relatar algunas historias que vivieron cuando jóvenes, hizo que ella se viera como la peor, pero mi mamá no hacía nada para defenderse, Amanda empezó a gritarle cuanto la odiaba y por cada palabra de odio le sentaba una bofetada, —Nunca hice tales cosas.—escuche salir de los labios de mi mamá, no soportaba el no poder hacer nada para ayudarla y solo gritaba que parara, pero parecía que cada grito mío era un estímulo positivo para ella, su mirada de un momento a otro cambió, parecía excitada por lo que hacia y empezó a reír como psicópata. —Por fin seremos felices Robert, seré tu único amor. Ella acaba su frase y hace lo que temía que pasaría, apuñalo a mi madre como todo cobarde hace, a traición, cada puñalada que daba era como éxtasis para ella, y no lo soporte, no soportaba esa escena tan macabra que estaba delante de mí, sentí tantas náuseas y cerré mis ojos, a pesar de todo lo que gritaba aquella mujer no los abrí, ni siquiera cuando escuche, 

— ¡Ahora sigues tú, pequeña loca! —que más da ya no tenía nada por lo que vivir, viva o muerta seria lo mismo, me sentía como la peor y era cierto debía morir.

Al parecer alguien había informado lo que pasaba a la policía, ¡pero como siempre llegan tarde!, las sirenas invadían todo el lugar, de pronto escucho la voz de un hombre.

 —Deja el cuchillo a un lado y apártate de ella.

—No, no, ¡ella debe morir!

Oigo que alguien corre hacia mí, pero un disparo la detiene, quizás era ella intentando terminar su trabajo, el cual en esos momentos anhele que terminara, escucho su última risa y lo único que hago es tirarme al suelo ya que mis rodillas me mataban, decido que todo esto es una simple pesadilla, me sentía impotente, las personas que me podrían explicar lo que había pasado estaban muertas, así que no le hallaba sentido vivir, vivir con este sin sabor de lo que paso, no sé qué haría sin mi madre; apretó más mis ojos intentando no abrirlos, solo pienso en que al abrirlos todo sea un simple sueño.

*

— ¿Rosie todo está bien?

—Quizás todo este bien...

***

Aunque lo negué mil veces, la ame con cada latido de mi corazón y ahora sin ningún latido aun la amaba, amaba sus defectos y sus pequeños trastornos que al encontrarse cerca de mí no los demostraba, parecía que yo era su ancla en la tierra, era el que la separaba de lo real e irreal, no pude tomar su mano, no pude gritar un té amo, ni hacer las miles de cosas que pensaba hacer contigo, las cuales son pecados a los ojos de Dios, no pude hacer nada para que no te provocaran daño, ni para avisarte de lo que pasaría, admito fui un cobarde, solo pude morir para no convertirme en el acecino del amor de mi vida, pero a pesar de que mi vida acabó mi amor por ti nunca acabara...                

                                                                                                 FIN

ROSIEWhere stories live. Discover now