- El arcángel Kuroashi Sanji está por romper el hilo astral – dijo un ángel de rostro despreocupado y túnica amarilla.
- Debemos tomar medidas de inmediato – respondió otro a su lado.
- ¿Qué opinas Akainu? – interrogó al tercero que no había pronunciado palabra.
- Debemos poner en alerta a todos, le juzgaremos por traición antes que lo logre – dijo un ángel de rostro severo y túnica roja – llamen a los Tronos –
- Entendido, Kizaru, ve a decirles – dijo el segundo de túnica azul – yo daré la alerta –
- Como digas Aokiji – dijo el nombrado.
Ambos ángeles se marcharon, dejando al de la túnica roja solo en el gran salón donde estaban reunidos. Akainu salió por una puerta contraria a la que sus dos compañeros habían abandonado la sala y entró a un pequeño cuarto iluminado por un contenedor de cristal. El cual estaba lleno de un líquido azul. El ángel posó su mano en el cristal y observó lo que resguardaba el interior: un cuerpo sin forma definitiva que cambiaba en un complejo estado de evolución.
- Nosotros, los Serafines, no permitiremos que nuestros planes sean estropeados por un simple arcángel – luego retiró su mano – cuidaremos tu reino hasta que decidas despertar... dios –
En otra parte del cielo.
- ¡Smoker! – gritó Kizaru.
- ¿Qué pasa señor? – dijo con respeto un peliblanco.
- Reúne a los otros Tronos – dijo con una sonrisa – tenemos a un traidor –
Un momento después.
- ¡Atención a todos los ángeles! – resonó la alarma en todos los rincones del cielo – el Arcángel Kuroashi Sanji ha sido marcado como traidor del cielo – ante el asombro de todos la voz siguió hablando – está prohibido todo contacto con él – luego de una pequeña pausa volvió a hablar con pesar – es la voluntad de dios –
La noticia se divulgó con rapidez, muchos habían desconocido su nombre hasta que fue desterrado a la tierra, ahora estaba en boca de todos con el nuevo anuncio pero solo uno de ellos se preocupó por el rubio. El pequeño corrió lo más rápido que pudo en busca del otro ángel que se preocuparía tanto como él.
Ace se encontraba divagando en sus pensamientos si debió confiarle su problema a Robin, justo en el momento que quiso contarle todo y desahogarse, la voz no le salió y se disculpó con la morena. No tenía a nadie en quien confiar algo tan delicado... sin que le creyera un loco. Pensando en hipotéticas escenas de cómo resolver su conflicto interno fue cuando escuchó la voz del menor.
- ¡Ace! – gritó en los límites del cielo donde la alarma no llegaba – ¡Ace! – exclamó encontrando al pecoso.
- Luffy ¿Qué sucede? – interrogó alarmado por ver al menor buscándolo.
- Es Sanji – dijo agitado – lo han llamado traidor –
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Con las alas en la tierra
FanfictionSus alas blancas se expandieron todo lo que podían, armonizando con su delgada figura, un bello ángel de cabellera rubia que, por desafiar a dios, recibió un castigo...