Con las alas en la tierra

Parte 9: Retención.

El choque de los pequeños fragmentos colisionó inevitablemente. Como una reacción en cadena con la caída de un primer dominó, los acontecimientos fueron imposibles de controlar hasta que se salieron de control.

El pecoso y el menor fueron al territorio de los tronos en busca de quien les crió.

- ¡Viejo! -gritó el pecoso mientras miraba si había señales de él.

- Garp no está aquí.

El trono mayor, Sengoku, los miraba seriamente desde una distancia prudente. Se acercó a paso lento y les hizo una seña para que le siguieran. Los menores no se negaron. No podían. Llegaron al campamento de los Tronos: lo conocían, se habían criado entre ellos. A diferencia de la pequeña casa de los arcángeles los tronos tenían algo definido como "Campamento" una zona comprendida de tres casas con tres cuartos cada una además de la sala de estar. Un total de nueve cuartos entre las tres casas, llenos de los gustos particulares de cada uno. Ellos se habían criado bajo la casa de Garp, un lugar extraño repleto de curiosidades: las más antiguas tecnologías de los ángeles y tesoros humanos que recolectó en sus viajes. Pero ellos ahora se dirigían a la casa de Sengoku, el Trono principal, el más antiguo.

Para ellos, Sengoku era un buen amigo de Garp. Era silencioso, lo soportaba mejor que ellos y lograba mandarlo a callar sin hacer uso de su rango de jefe. Les agradaba mucho más que Smoker que siempre parecía amargado.

Entraron a la conocida sala de estar, parecía no haber mucho cambio en la decoración pero si se veía más... impersonal. Como si no pasara mucho tiempo en aquel lugar. Cerró la puerta y les hizo sentar en los cómodos sillones. El interrogatorio comenzaba.

- ¿Qué saben del Arcángel Sanji? -comenzó.

- Acabamos de enterarnos que lo han nombrado traidor -respondió Ace, receloso de lo que pudiera decir.

- Ustedes conocen el protocolo -suspiró cansado -saben lo que deben decir.

- ¿nos pide culpar a un inocente? -Ace comenzó a impacientarse - ¡¿Dónde está el viejo?!

- Está retenido en su casa -dijo solemne -tiene prohibido intervenir hasta que el interrogatorio termine.

- Ustedes no lo conocen como nosotros -murmuró preso de la impotencia -ustedes dicen "culpable" y esperan que todos confirmen su sentencia ¡Es inocente!

- ¿saben que está a punto de romper el hilo astral? -directo, o mienten o se condenan.

- Si -dijo el menor que había permanecido callado.

- ¡Luffy! -pareció sorprendido.

- En cuanto escuché la sentencia de Sanji fui con Robin a saber que pasaba -continuó -ella me contó porqué le llamaban traidor.

- Ya veo.

El mayor pareció meditar las palabras del menor en busca de una nueva pregunta que los descubriera en la mentira. Ace suspiró cansado, es verdad, el menor no conocía nada del libro, hizo bien en dejarlo fuera de eso. Finalmente el mayor volvió a hablar.