Capítulo
II
—¿Ichimatsu? —Choromatsu le miró, más que sorprendido, asustado. ¿Qué debía hacer ahora?
—Lo... siento. —Ichimatsu trató de levantarse demasiado rápido pero se detuvo al apoyar su pie en el suelo.
Lanzó un quejido y volvió a sentarse. Choromatsu de inmediato se levantó de su asiento y empujó a Ichimatsu de nuevo en el sillón sin dejar de tomar sus hombros; los dos se quedaron viendo por unos segundos buscando la manera de hablar.
—¿Por qué lo sientes? —Choromatsu no sabía qué decir en realidad y le enfrentó. —¡Yo fui quien te besó!
—Porque... —Ichimatsu comenzó a sonrojarse un poco, quizás producto de la vergüenza y la cercanía de ambos. El menor le empujó tan fuerte que Choromatsu tropezó y cayó al suelo. —¡No me hables, aléjate de m!
—Lo... —Choromatsu sabía que había arruinado todo. Había lanzado por la borda la escasa relación que tenían como hermanos, no es que fuera la mejor, no hablaban mucho y pocas veces andaban juntos por ahí, pero incluso aquello se había perdido. Miró hacia el suelo decepcionado de sí mismo. —Mira, lo siento, ¿sí? No sé por qué lo hice, sinceramente sólo... —Decidió callarse.
—¿"Sólo" qué?
—Sólo... ah... —Choromatsu cerró sus ojos con mucha fuerza y trató de ser valiente. —Sentí que quería hacerlo, ¿sí? Te besé, lo siento si te molesté. Lo siento de verdad, no... no sé muy bien por qué lo hice, sólo sentí la necesidad de... besarte. —Se sentía tan incómodo, tanto que esperó un golpe del menor. —De verdad lo siento, no se lo contaré a nadie. Me mantendré callado.
—¿Lo prometes?
—¡Lo prometo! —Dijo nervioso.
—¿Cómo puedo estar seguro de que no lo hablarás con los demás?
—¡No lo haré! Haré como si esto no hubiera ocurrido, ¿qué puedo hacer para que me creas?
El menor se bajó del asiento, alejándose del mayor como pudo. Él quiso ayudarlo, pero Ichimatsu sólo ponía sus manos entre los dos, colocando una barrera. Sentía que tenía que arrodillarse para pedir perdón y, ansioso, también se sentó delante del menor, ambos quedando frente a frente. Un trueno resonó entre el silencio y el cielo alumbró la oscuridad de la casa, sus ojos se encontraron y cuando por fin volvió a escucharse solamente el sonido de las gotas caer, Ichimatsu se acercó a Choromatsu.
—Hazlo de nuevo. —Habló el menor. —Bésame otra vez. —Choromatsu le miró incrédulo. ¿Debía hacerlo? Estaba demasiado confundido, negó con la cabeza e Ichimatsu chasqueó su lengua y comenzó a reír, se recargó en el sillón y cubrió su rostro con su brazo. —Bromeo. No lo hagas. Sólo bromeaba contigo. Me da igual si le dices a los demás.
Los dos se quedaron en silencio, el gato se acercó a Ichimatsu y comenzó a restregarse en su cuerpo. Choromatsu se encontraba confundido, se preguntaba si realmente Ichimatsu estaba bromeando cuando en realidad se había escuchado tan serio. Ichimatsu no bajó su brazo de su rostro, sólo podía ver los labios del menor. Quizás se arrepentiría después, pero Choromatsu era capaz de notar cuando Ichimatsu hablaba con sinceridad, sabía que no bromeaba. Tomó el brazo de él y lo quitó de su rostro y, antes de que el menor pudiera quejarse, besó sus labios.
Sus ojos se cerraron automáticamente y la presión en su pecho dolía tanto, pero era tan placentera que ni siquiera se alejó esta vez. Ichimatsu por su lado, aún sorprendido y con el corazón completamente lleno de energía cerró sus ojos y disfrutó del pequeño beso. Choromatsu se separó un poco, pero en vez de alejarse siguió plantando rozanso los labios del menor, quien respiró profundo ahogándose en los nervios y respondió a sus besos, acercándose más al mayor con movimientos lentos a causa del dolor de su tobillo.
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La clara diferencia || Osomatsu-san
FanfictionOsomatsu-san || Choromatsu x Ichimatsu Choromatsu e Ichimatsu se han quedado atascados en medio de una tormenta en una casa sin dueño; Choromatsu absorto por sus pensamientos se lanza a besar a Ichimatsu sin pensar claramente en las consecuencias.