Capítulo 16

689 51 137
                                    

NOTA: Está un poquito largo, chicxs; tengan paciencia.

Heron.

Capítulo

XVI

Ichimatsu

Estaba seguro de que alguien estaba siguiéndonos, pero no podría decir con seguridad si estaba siendo solo paranoico o el poco alcohol que ingerí estaba haciendo efecto por alguna razón. Sin embargo, cada que checaba mi mano para ver si mi visión era extraña, todo parecía ir normal. Tal vez había comido algo echado a perder o el takoyaki que me dio Todomatsu estaba envenenado.

—¿Qué te pasa? —Preguntó Takeo del otro lado de la mesa entre Todomatsu y Jyushimatsu. Regresé la mirada hacia el grupo y negué porque no quería causar problemas en caso de que solo estuviera un poco ebrio. —Has estado mirando en todas direcciones como si buscaras algo.

—Estoy buscando qué comer. —Contesté solo para zafarme de las sospechas. Todos me miraron como si estuviera loco porque tenía un plato de ramen delante de mí. —De postre. —Tomé mis palillos y seguí comiendo sin darle más importancia al tema.

—No tienes llenadera. —Me dijo Todomatsu tomando la salsa de soja de la mesa. —Ya te dije que estás más gordo, ¡deja de comer!

—Gorda tu cara. —Me quejé. Terminé de sorber los fideos y comencé a masticar sintiendo esa mala vibra de nuevo.

—Sí estás un poco más cachetón. —Dijo Osomatsu echándose un huevo duro a la boca. —No mucho, pero lo estás. —Bufé y rodeé los ojos.

—Entonces vomitaré al llegar a casa. —Les dije antes de comenzar a comer otra vez. De nuevo sentí que nos miraban. Estaba cansándome de ello, ¿nos seguía un fantasma o algo así? Me giré para ver si alguien veía en nuestra dirección pero solo veía a las mismas familias de éste y otros pueblos vecinos. Reconocía a algunos que iban al restaurante seguido.

—Oye, estás poniéndome nervioso. —Me regañó Takeo y golpeó mi plato con sus palillos; regresé la vista y dejé los palillos en la mesa. —Si quieres algo de postre solo compra lo que sea, a fin y al cabo lo vomitarás. —Todomatsu rio y asintió.

—¿Hay fantasmas en este pueblo? —Todomatsu volteó a verme tan rápido que noté su miedo; Choromatsu me miró curioso ante lo que mencioné. Me di cuenta de que él ni Karamatsu habían cruzado palabra conmigo en toda la noche; así que les dediqué una mirada extrañado.

—¿Te dan miedo los fantasmas, niisan? —Preguntó Jyushimatsu soltando una carcajada. —No tienes nada de oscuridad.

—Cierra la boca. —Le miré molesto. —No es eso. —Takeo se quedó pensativo y dejó los palillos en la mesa también.

—Hay un sin cara. —Todomatsu ahora lo miró a él. Sus ojos estaban tan abiertos como platos; casi podía notar el sudor en su frente de los nervios. —La leyenda dice que es una mujer a la que le arrancaron el rostro por allá de la era tenshou, y busca venganza arrancando los rostros de las mujeres jóvenes, pero dudo mucho que tú seas una mujer joven.

—¡Basta, basta, basta! —Todomatsu golpeó la mesa. —¿¡Por qué de pronto esto se volvió una noche de cuentos de terror!? ¿¡Y qué demonios con esa historia tan horrible!? ¿¡Estás diciendo que podría perder mi hermoso rostro!?

—Hm. —Takeo le sonrió. —Quizás si fueras una chica. Pero se supone que a los chicos no les hace nada.

—¿Y es real? —Preguntó Karamatsu bastante interesado en el tema.

La clara diferencia || Osomatsu-sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora