Parte sin título 7

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Al subirme al autobús, me senté casi al final del mismo. Había tanta gente, me intoxicaba estar con tantas personas, encerrado con aquellos. La ansiedad aumentaba, el estrés me ponía histérico. Quería volver a mi casa, pero no podía, tenía que llegar a donde fui citado. Y volvió a aparecer, arrodillada sobre un asiento, sacando la cabeza por la ventanilla, saludando a la gente de allí fuera, la gente mala que caminaba por las calles. Comenzó a contar los árboles, pero solo sabía contar hasta cincuenta, y volvió a comenzar, pero en un momento el autobús hizo una maniobra brusca, y todos nos sacudimos enojados, al mirar a donde estaba ella sentada, había una mujer con un bebé entre sus brazos. Que abrumante era esa situación. 

Niña coheteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora