Parte sin título 17

28 3 0
                                    

Cuando me acerqué a mi amigo, estaba destrozado, lloraba sin control alguno, su hija había muerto la noche anterior. Tenía alguna enfermedad que la mató. No sabía que decirle, una perdida de un familiar no tenía explicaciones ni palabras de consuelo, así que solo lo abracé. Y al momento que lo abracé, otro cuerpo se agrego al de nosotros dos, era ella, una versión adolescente. Y nuevamente se la veía fatal, aunque no tanto, aun conservaba brillo en los ojos y un poco de paz en su sonrisa. Y mantenía un aire de felicidad y amor que la caracterizaba. Cuando solté a mi amigo, ella también nos soltó a nosotros dos, pero nadie podía sentirla, era invisible, sin embargo sentía hasta su corazón latir, sentía como su corazón dejaba de latir mejor dicho. Sentía como sus venas se enredaban y la hacían sufrir por el dolor que le producía. Todos lloraban, tanta melancolía, y ella muriendo delante de mis ojos, y yo sin poder hacer nada... porque... solo era un fantasma. 

Niña coheteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora