Corría tan rápido, estaba mareado, de pronto estaba descompuesto, confundido. Ella aparecía en cada rincón, pero se iba con pequeñas ráfagas de viento, las hojas secas del paisaje me impedían ver con claridad. Su risa se repetía como eco. Pero estaba apunto de desmayarme, entonces la vi corriendo hacia mi, pero también la vi desaparecer a centimetros de mi. Y en ese instante una polilla comenzó a revolotear alrededor de mi. Sus ojos parecían aun estar mirándome. Pero estaba demasiado mal como para seguir de pie, así que caí y la polilla en mi nariz se posó.
