Salí corriendo de la iglesia, abandone el funeral, deje atrás a todas esas personas, deje atrás el cadáver de mi chica fantasma, de la chica de mis sueños, corrí, me sentía totalmente muerto. Era como si fuese mi propio funeral, corrí, no quería respirar, ni siquiera podía pensar, no podía hablar, solo lloraba. Y estaba por todos lados, sentada en el parque, recogiendo flores, jugando con su vestido, trepando árboles y recostada sobre el césped. Corría de ella, quería esconderme, pero no podía huir. Al cruzar la calle, tan solo sentí un golpe, un golpe que hizo estallar mis órganos, mi mente, todo se volvió negro, y tan solo caí el suelo. La gente gritaba, y no pude sentir más nada, solo vi como ella se recostaba a mi lado en mitad de la calle.
