Apareció por aquella puerta un chico alto, rubio casi platino, ojos marrones, grandes y expresivos.
Parecía un tipo duro. Llevaba un pantalon vaquero negro, una camisa azul oscura y una chaqueta de cuero.
En cuento se giró y nos vió a todos mirando ..
-Hombre Justin - dijo con poca exaltación - ¿me das un abrazo hermano?
-Claro Jaxon - Justin sin embargo parecia contento - estás casi más alto que yo hermano - le dió una palmada en la espalda, Jaxon mantenía la mirada en mi - mira - se acercaron - ella es _____, mi chica.
Jaxon se acercó a saludar, puso una de sus manos en mi cintura y me dió un beso en la mejilla. Pude sentir su olor, una mezcla a tabaco y colonia de hombre.
-Encantado preciosa - me guiñó un ojo -
La verdad es que el resto de la cena transcurrió con normalidad, conocí al resto de la familia e incluso a un par de amigos que vinieron porque no aguantaban las ganas de verle otra vez allí.
-¿Qué tal mi amor, cansada?
-Oh bb - le dije mientras le abrazaba - un poco pero aún no tengo sueño.
-Pues quedate aquí un rato si quieres, yo me voy a subir a ver la tele a la habitación nena, estoy muy cansado - puso carita de bebé mientras bostezaba.
Dejó un beso en mi frente.
Me encontraba en la zona trasera de la casa, había una piscina que lógicamente estaba aún cerrada y una mesita con velas.
Desde aquí se veía la habitación de Jazz y a ella encima de la cama con el ordenador.
Era una niña guapisima.
Me entró algo de sed.
Me dirigia a la cocina cuando me cruce con Jaxon.
-Eh, hola - me dijo mientras me miraba -
Toda la noche compartiendo miradas, este chico me atraía, no lo iba a negar.
-Ah, hola Jaxon - dije mientras me hacía la coleta otra vez - yo solo venía a beber algo, pero ya me voy y te dejo aquí tranquilo.
-Puedes quedarte un rato si quieres.
-No, no hace falta enserio.
Cerré el frigorífico a mi espalda, noté sus manos en mi cintura, dejandome a unos milimetros de él.
-¿Vas a seguir negándolo guapa? - dijo en mi oído -
-Jaxon, creo que te estás equivocando - dije mientras intentaba apartarlo de mi.
Se separó y plantó una de sus manos en el frigorífico.
-Mira, sé que no nos conocemos pero.
-Pero que ...
-Desde que he entrado en esta casa no me has quitado ojo. Vale que seas la novia del imbécil de mi hermano. Vale que él sea cantante y blablabla, pero la atracción que has tenido conmigo no la van a tener con él. Que te quede claro.
Me quedé sin palabras.
-Jaxon yo, no sé que decirte - dijo sorprendida -
-Na, dejalo guapita. Ya sabes donde estoy si quieres algo.
Subí las escaleras dispuesta a olvidar aquello. Pero algo me decía que no iba a ser fácil.
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Curando las heridas.
Hayran KurguLa historia de una chica que está rota por culpa de su pasado, sufre y llora cada noche hasta que aparece en su vida el chico de la voz y la guitarra. Una historia de amor, bonita donde las haya ¿te lo vas a perder? Cura tus heridas leyendo esta hi...