XXV

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Maratón 2/4

- Siento que esto tenga que ser así, Marcos.

Me mira, enfadado.

- No volverás a hablarme, ¿verdad?

Me empiezo a mirar las uñas, nerviosa. No sé qué decirle.

- Mírame.

Le miro. Soy incapaz de contener la mirada. Siempre me gana.

- Hablaré con Adriana, ¿vale?- hablo, finalmente.

- ¿Qué intentas con eso?

- Quiero que me cuente su versión de todo. Es mi amiga, me interesa.

- ¿Y que más necesitas saber?

- Es lo que hay.

Me levanto, agobiada por la situación. Marcos también se levanta y se dispone a irse por donde ha venido.

- Marcos.

Se gira, mirándome.

- Tengo puerta, por si la necesitas.

Sonríe. Y qué mal va a sonar, pero es lo mejor que me ha pasado en todo el día. Verle sonreír. ¡No sé por qué!

- Me las apaño bien.

Salta y me asomo para ver como ha caído, pero estaba de pie.

«Se cree un ninja»

Me río. Me tumbo en la cama.

¿Adriana hizo una cosa así? ¡Y con Hugo! Jamás me lo habían contado. Aunque yo en su lugar tampoco lo habría contado.

Al día siguiente, busco a Adriana en los pasillos, cuando la encuentro.

- Adriana tenemos que hablar.

- ¿Por qué?

- Ven conmigo.- digo, firme.

Me sigue hasta el baño y cierro la puerta.

- ¿Por qué nunca me has contado que tuviste un lío con Hugo?

Pone los ojos en blanco.

- Ya te ha estado hablando el gilipollas.

- Pero...

- ¡Déjame hablar!

Me callo de golpe, molesta.

- Isabela no lo entiendes, intenté pedirle un tiempo, pero no le salió de los huevos dármelo. Yo con Hugo jamás tuve nada. Marcos es un idiota que no sabe de lo que habla. Es verdad que los últimos días evitaba hablar y quedar con él, pero porque no me dejaba pensar. El día que se formó su propia película yo estaba con Maria, Hugo y otro chico, y él se hizo sus propias conclusiones. Le pegó un puñetazo a un armario y se rajó todo el brazo por subnormal.

«La cicatriz que tiene es por eso»

- Me dejó todo el suelo lleno de sangre y luego se lo llevó su padre al hospital para que le pusieran puntos. Si no hubiera liado la que lió, tal vez no lo habríamos dejado. Es verdad que le dije que estaba haciendo un trabajo para no estar con él, pero es que no entiende las cosas de otra forma.

- ¿No te dejó él?

- ¡Si! Y me humilló bastante. No me lo merecía.

Me cruzo de brazos.

- No sé qué decir...- suelto.

- Me da igual lo que hagas con él.

Lo dice mirando al suelo. Sé lo que significa. ¿Aún tendrá sentimientos por él?

- Pero luego atente a las consecuencias.

Suena el timbre y salimos del baño. Cada una nos vamos a nuestras correspondientes clases. En clase de francés estoy al lado de Oriana.

Cicatrices [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora