Cicatrices [EDITANDO]

XXVII

Maratón 4/4

- Sabías que tenía novio.- le digo decepcionada. No me lo esperaba de él.

- ¡Pero la quería! No me importaba nadie más.

Se mira las manos.

- Joder, la quería.

- No puedo creer que lo hicieras. ¡Había otra maldita persona que estaba saliendo con ella! No tuvisteis ningún puto respeto.

- No me digas eso.- suelta con voz temblorosa.

- Es lo que pienso.- no puedo evitar ser así de dura y fría. Es algo que no toleraré jamás.

Se levanta, nervioso.

- El tío estuvo a punto de pegarme, pero vió a Adriana llorar, y no lo hizo. ¡Pensé que me partiría la cara! Yo lo hubiera hecho...
Después de eso perdimos contacto Adriana y yo, decía que estaba muy mal, pero cuando estaba conmigo ni se acordaba de él.

Estoy confundida. Jamás pensé que Adriana hubiera sido capaz de serle infiel a alguien.

Me vibra el móvil. Mi madre ya está rabiando porque estoy tardando demasiado en llegar. Qué P-E-S-A-D-I-L-L-A.

- Tengo que irme, ¿mañana vendrás a la fiesta?

- Ya veré - sonríe. Pero no es una sonrisa como él suele poner. Es una sonrisa triste.

Me despido de él y vuelvo a casa.

Pobre Marcos, lo que tuvo que pasar.
La verdad es que es un bajón muy grande darte cuenta de que la persona a la que amas te engaña.

Al día siguiente no hay instituto porque es huelga. Hoy se celebra la famosa fiesta. Me tiro toda la mañana quitándome deberes de encima.

Va pasando el día, y a la tarde llega Adriana para arreglarse conmigo. Se trae consigo un vestido negro ajustado, con alguna transparencia que otra, y unos tacones de aguja plateados.
Yo no me complico tanto la vida, ¿para qué? Yo me pondré un vestido de estos ajustados que llegan hasta las rodillas o así color burdeos, y de zapatos quiero llevarme algo cómodo, así que ya veré.

Nos vestimos y peino a Adriana y ella me maquilla a mi. Entre risas y demás, nos quedamos en silencio, cuando Adriana decide romper el hielo.

- ¿Irá Marcos?

Me quedo un poco descolocada.

- No lo sé. Creía que le odiabas.

- Tampoco eso. No me gustaría verle allí. Cierra los ojos.

Los cierro y me empieza a echar sombra de ojos.

- Ten cuidado con él, es muy agresivo. Podría matarte y luego se arrepentiría, normal en él. Abre.

Abro los ojos y me da unos retoques. No digo nada, no quiero echar más leña al fuego en este tema. Aunque a ella se le ve que quiere meter bastante cizaña.

Al final decido ponerme unos tacones cómodos que tengo negros, altos pero con el tacón grueso, pero por si acaso, me llevo unas convers que me ha dejado Adriana.

Cuando ya estamos listas, vamos al encuentro de Oriana y Maria.
Cuando ya estamos al completo, nos dirigimos a la fiesta.

¿Les gustó el maratón? Espero que haya compensado por tantos días que estuve sin actualizar.

Gracias como siempre por leer.

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