-Me estoy agobiando aquí, te lo juro.
-Venga ya Isa, diviertete que cuando empiece el instituto apenas vamos a poder divertirnos.- grita Oriana, porque no se la escucha nada con la música.
-Es que esta no es de las mejores formas que tengo de divertirme.- le grito de vuelta.
Maria mira el móvil.-Ahora vengo que está mi hermano y sus amigos fuera.
¡Pero cuanta gente va a venir por el amor de Cristo!- grito angustiada.
-Cuanta mas gente mejor, tonta.- me susurra Adriana.
Al rato entra María con su hermano y unos cuantos chicos. Me fijo en ellos y me doy cuenta de que uno de ellos es el del cigarro.
-Ofuf.- no puedo evitar decir.
-¡Vamos a divertirnos!- exclama Adriana en mi oído. Esta chica me va a dejar sorda con tanto grito.
Empiezan a saludar a todo el mundo y se me acerca el payaso de antes. ¿Por qué se acerca? ¡Que no quiero hablar, y menos con él!
-Creo que no hemos empezado con buen pie.- dice.
-¿Tu crees? - digo con ironía.
-Me llamo Cristian.
-Que guay, ¿y quién te lo ha preguntado?
Sonríe, y eso me cabrea mucho.
-¿Y tú?
-Me llamo vete de aquí de una puta vez.
-No eres muy simpática, ¿no?
-No, y menos contigo- me giro para dejar de hablar.-Bueno, ya nos llevaremos mejor.
¿Este chico es tonto? Me vuelvo a girar.-¿Y por qué no te vas a fumarte otro cigarro y me dejas en paz?- grito, intentando controlarme.
-Digamos que ahora no me apetece.- dice sonriendo.
-Qué lástima.
Llega Adriana y se pone a mi lado.-¿Qué te pido, Isa?- me pregunta.
-Nada, me voy ya.
-Con que te llamas Isabel.- interviene Cristian.
-La, Isabella.- corrijo. - Ahora si me disculpas, me voy a mi casa.
Empiezo a andar y me coge del brazo.-¿Quieres que te lleve?
-Por supuesto que no.
-Tienes unas rozaduras muy feas.
-No son tu puto problema.Le quito la mano de mi brazo y sigo andando. Adriana no intenta detenerme, porque sabe que no va a conseguir que me quede y sería perder el tiempo.
Salgo de la caseta. ¿Por qué me cae tan mal todo el mundo? UF.