Mascara.

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Hermione se puso muy mal al acabar de leer la nota. Ron le había pagado su traición con la misma moneda...
Pero había una cuestión que le intrigaba más que la traición de Ron... ¿Quién estaba al tanto de la relación de Ron con Lavender, como la de Víktor y ella?
Pensándolo más tranquilamente y con las fotografías quemadas, se dio cuenta que tal vez había sido Lavender. El problema principal, era el como se entero de su relación con el búlgaro. Nadie sabía eso... ¿O si?
Las únicas personas que los habían visto juntos, eran muggles. Al menos como pareja. Por que también los habían visto aquel día en Las Tres Escobas.
Hermione estaba vagando por sus recuerdos para averiguar algo, cuando Ron llego a las nueve de la noche. Venía un poco cansado por todo lo que había tenido que trabajar para recuperar su retraso de horas.
-Buenas noches...-Ron entro a la sala con una gran sonrisa en el rostro, como restregándole en la cara lo que había hecho. Hermione le lanzo una mirada asesina.
-¿Ahora que te he hecho?-Reclamo Ron, al ver la mirada que Hermione le dedico.
-Nada...
-Y por nada me pones esa cara...-Hermione lo miro durante dos segundos, con los labios apretados. Realmente estaba luchando por no revelar nada de lo que había descubierto. ¿Por qué? No lo sabía.
-No vale la pena discutir contigo...-Se dio la vuelta lo más dignamente que la furia le permitía y comenzó a subir las escaleras.- Buenas noches...
Ron la observo hasta que se perdió en la oscuridad del piso de arriba, para ir a la sala de estar y pasar un buen rato antes de dormir.
***
La lluvia mojaba su cuerpo lentamente. Aunque las gotas no se vieran, si se tocaban y cada vez que una de ellas tenía contacto con su ropa, cu cabello o su piel, era como una pequeña bomba fría que lo empapaba aun más de lo que ya estaba.
Un escalofrió recorrió su piel, alejando sus pensamientos del pecado que había cometido...
No podría quedarse en Bulgaria nunca más... Había matado a su esposa y a la mujer que fingía amar frente a ella y los demás. Su actitud hacia ella era una farsa... una entupida y falsa mascara...
Una mascara que los dos se habían encargado de llevar muy bien... Una doble cara...
Un juego muy bien llevado por ambos... un gran movimiento por los dos.
Su vida era solo un engaño... un simple engaño que tenía como único objetivo olvidar a su gran amor para uno...
Y para el otro darse la fama que por si mismo no podía obtener...
Los dos se mentían entre si... los dos luchaban por mantener su engaño a flote una vez más...
Cada nueva sospecha o indicio, era una lucha por no perder... tenían un por que por el que luchar... y no lo dejarían tan fácilmente.
Ahora que todo había terminado, no había de que ocultarse... Solo de su crimen...
Pero todo había terminado tal y como debió haber ocurrido.
La lluvia seguía golpeándolo lenta, pero incansablemente. Las gotas caían en su frente de modo relajante. Lo mejor para pensar más fríamente.
Pensar que todo había ocurrido por intentar olvidar a Hermione... Pensar que no había hecho nada más que sufrir desde que se fue de Inglaterra en el 94...
Veintitrés años llenos de sufrimiento y engaño para ambos...
Veintitrés años de mentiras que se derrumbaron en cuanto escucho a aquel hombre en su casa hablando con la que se hacia llamar su mujer...
Veintitrés años que se acabaron cuando escucho lo que hablaban los dos...
Veintitrés años que le tomaron hacer lo que quería...
Veintitrés años en conseguir un pretexto perfecto...
¿Cuál?
El honor...
Las palabras escuchadas hace solo media hora le retumbaban en la cabeza como dardos espinados lastimándole los sentidos...
"-Tengo que decirte algo...
-Pues tienes que esperar, el imbecil de tu marino llegara en unos instantes y descubrirá tu farsa...
-Sabes que el me importa un comino... Es mucho más importante lo que te tengo que decir... Además, tarde o temprano se enterara...
-Pero a mi no me conviene todavía... tienes que esperar...
-Sabes que la traición es demasiado para ocultarlo...
-Que noticia... Llevas engañándolo desde antes de que fueras a entrevistarlo, por si no te acuerdas...
-Esta vez es diferente, no puedo esperar a que se me note una bola en el abdomen...
-¿Qué has dicho?
-Eso, gracias a ti estoy embarazada de dos meses...
-Si lo estas es por tu culpa...
-Claro que no, es mitad y mitad. La responsabilidad también es tuya...
-Di lo que quieras... Pero necesitamos deshacernos de este pequeño engendro...
-Será después, además, recuerda que lo puedes hacer pasar por hijo del cornudo...
-¿Estas loco? Nunca lograría hacerlo pasar por su hijo... acordamos no tenerlos, además desde hace tres meses que no se acerca a mi...
-Entonces necesitamos deshacernos de el...
La puerta comenzó a abrirse, por lo que el hombre abandono rápido la habitación colocándose una capa invisible y saliendo al jardín trasero. Otro hombre llegó, y la mujer corrió a abrazarlo.
-Sabes... ya lo sabía todo...
-¿Saber que?
-Saber que desde antes de casarnos me engañas... nunca fue un secreto...
-Yo nunca te engañe...
-¿A no? ¿Entonces dime de quien es ese niño que crece en ti? ¡Dime!
-Yo... yo...
-No puedes decir que ya estabas embarazada... tú más que nadie sabe que eso es mentira...
-¡¿Y que quieres que haga?! ¡Cada vez que me tocabas pensaban en que yo era la tal Hermione! ¡Nunca me amaste por ser quien soy! ¡Solo amabas hacerme sufrir, como ella te hizo sufrir a ti!
-¡Eso no es cierto! ¡Tú me engañabas desde antes!
-¡Lo dijiste! ¡Aceptas que nunca me amaste!
-¡NO! ¡NUNCA LO HIZE! ¡Nuestro matrimonio siempre fue un juego! ¡Una manera de huir! ¡Una manera de ocultar nuestros verdaderos fines!
-¡¿Crees que no lo se?!... Yo siempre me di cuenta de que solo era un instrumento de placer y olvido... ¿Pero sabes que?... Esta varita puede acabar con el engaño... ¿Por qué esperar a que mueras de manera natural o a que la próxima semana llegue?
-¿Así que era verdad? Planeabas matarme en mi viaje de la próxima semana...
-¿Matarte? ¡Asesinarte! Así podría haber acabado con la farsa desde antes... pero dado que me diste esta oportunidad... más vale tarde que nunca...
-¡Eres una asquerosa y arrastrada...!
-¡No te atrevas a decirlo!
-¡... víbora!
-¡AVADA KEDAVRA!...
-¡La muerta serás tu!..."
El fin del engaño...
Fin de una de las torturas de su vida...
Al fin había cumplido con uno de sus sueños más placenteros...
Ver el cuchillo que había tomado de la cocina mientras la pelea subía de tono, y ver el frió metal clavado en el cuello de su esposa había sido la recompensa que había tenido después de tantos años de sufrimiento...
Golpearla en la cara y en al abdomen, mientras ella luchaba por recuperar la varita del suelo... había hecho que creciera en el un instinto de venganza...
Escucharla gritar de dolor mientras le seguía clavando el cuchillo en diversas partes del cuerpo, mientras la roja sangre ensuciaba el piso y se derramaba por todas partes le había dicho que ahora podría correr hacia Hermione...
Pero no...
Necesitaba que la noticia desapareciera y no hacer de Inglaterra su destino inmediato...
Necesitaba huir a otro país, preparándose para ver a Hermione. Preparándose para luchar por una oportunidad con ella...
Después de verla bailando con un Weasley, su corazón se había hecho añicos...
Pedazos que solo se volvieron a reencontrar y juntarse cuando noto que Cirse dejo de moverse y su sangre dejo de manchar las frías baldosas del suelo para quedarse como una mancha permanente e insecable para siempre...
Comenzó a caminar lentamente, empezando una nueva vida... una vida que debió haber empezado en cuanto Fleur se caso y volvió a ver a Hermione...
Se alejo de la casa... Justo cuando vio a una Cirse luchando por alcanzar su varita y luchar por su vida...
Se acerco, y otra vez con el cuchillo que descansaba en el piso se lo clavo en el corazón...
-¡Ah!

Se despertó en medio de la noche, con el rostro y el cuerpo bañados en ese sudor frío que lo acompañaba cada vez que tenía un sueño con su pasado...
Ya habían pasado casi cuatro meses desde lo ocurrido, y su conciencia un le causaba soñar con aquella noche...
La última vez que lo había soñado había sido hace un mes, cuando estaba en Noruega.
El dolor de aquella noche le llegaba cada vez que lo soñaba... y aunque no se arrepentía de haber matado a su esposa, si lo hacía por el bebe que crecía en ella, ya que no tenía la culpa de ser hijo de dos desgraciados.
Lo único bueno de recordar aquella fría noche, era que siempre pensaba en la mascara de la que se había librado...
La mascara que lo obligaba a olvidar a Hermione... y darle una oportunidad a Cirse...
Aunque se había librado de una mascara, aun quedaba otra...
La que tenía que mantener frente a Hermione...
La mascara que le daba el valor de mirarla a los ojos... y aunque sabía que al quitársela, lo más probable era que Hermione lo perdonara al saber lo que Cirse le había hecho... lo más probable era que terminara entregándolo al saber que también había matado a un bebe inocente por el simple hecho de querer asesinar a la madre.
Pero había algo que lo inquietaba más...
Hermione no le había respondido. No sabía si lo suyo, si es que se podía llamar así, seguiría en pie.
Era muy probable que Hermione haya estado platicando con la sexta comadreja y le haya explicado lo que había ocurrido entre ambos...
Y de ahí solo había dos caminos:
El la perdonaba y volvían a jugar a ser la familia feliz con sus dos hijos, o el no la perdonaba y se divorciaban.
En esta última opción había dos cosas...
Hermione no regresaba con el, conociéndola era lo más probable, y se convertiría en una mujer divorciada y exitosa.
La otra, era que volvería con el y se casarían... o al menos vivirían en unión libre.
Decidió conseguir el perdón de Hermione por lo que había hecho, sería lo segundo que haría, después de comprar o rentar una casa en Valle de Godric.
Se dio la vuelta en la cama donde se encontraba...
Pero no pudo dormir...
Por meses había tratado de reconocer la voz del amante de Cirse... y aunque le sonaba demasiado conocida, nunca la había terminado por reconocer... Pero ahora si.
El recuerdo de aquel hombre sentado en la banqueta de su casa en Bulgaria le había venido de golpe.
¿Cuál sería su próximo golpe?
Hacer que Hermione vuelva a el... y matar a aquel hombre que le había quitado el honor durante casi veinte años...
***
Hermione no lograba dormir. Aunque eran las tres de la mañana no lograba cerrar lo ojos al recordar a Víktor.
¿Cómo podía ser un gran idiota?
Ella le había dicho mil veces que lo amaba como nunca había amado a Ron... ¿Y el le sale con un "amas a tu esposo"?
-¡Maldito orgullo masculino!
Murmuro entre la almohada que abrazaba firmemente para aplacar su coraje. Ron gruño un poco, pero no se despertó.
Ahí, en la oscuridad de la noche y su habitación, recordó las fotografías. No sabía quien las había enviado... aunque ya tenía la sospecha de quien era.
No encontraba la manera de averiguar la identidad de quien intentaba derrumbar la frágil mascara que era su matrimonio...
Pero tampoco se esforzó en hallar al culpable en esa noche... el sueño había acudido como un milagro a ella...
Se durmió, sin siquiera sospechar que la persona que ella buscaba estaba mirando la ventana de su casa mientras se perdía en la oscuridad de la calle

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