La sonrisa maliciosa de su rostro mostraba la satisfacción que sentía al ver a Granger deshecha al ver las fotografías y la nota.
Su sed de venganza estaba comenzando a sentir su deseo cumplido...
Aunque aun quedaba mucho que hacer... mucho más por lo que hacerla sufrir... mucho más para hacerle la vida imposible.
Comenzó a caminar por la oscura calle mientras el aire agitaba su cabello.
Aun pensaba en lo que estaba haciendo... algo de lo que ella no creía arrepentirse nunca.
Tenía de mucho que preocuparse. No podía dejar que nadie la descubriera, mucho menos si era alguien de sus victimas.
Tenía que hablar con Víktor... el chantaje siempre funcionaba con el, más si Granger venía incluida en el.
Se desapareció detrás de un árbol muy frondoso, para aparecer en el callejón Diagon. Tenía mucho que pensar, empezando por llevar a cabo su plan final.
-Este solo es el comienzo...
***
La mañana se coló por la ventana de Víktor Krum despertándolo al instante a pesar de haberse dormido hace solo media hora.
Siempre pasaba lo mismo... la luz entraba en sus ojos y no lo dejaba dormir.
Se levanto pesadamente de la cama donde estaba y comenzó a limpiarse los ojerosos ojos que tenía. Muy conveniente para mostrar su sufrimiento por la distancia de Hermione.
Después de media hora, en la que se vistió y bajo a desayunar en la posada donde se hospedaba.
Pago los días que había pasado en aquel pueblo, recogió su maleta y se desapareció de aquel lindo pueblecito.
La brisa del Valle de Godric le dio de lleno en el rostro obligándolo a cerrar los ojos. El olor a hierba húmeda y aire fresco le inundo los pulmones al momento que abrir los ojos para descubrir el hermoso poblado. Aun más hermoso que el lugar costero que acababa de abandonar.
Comenzó a caminar por el sendero que estaba del lado derecho del lugar donde se había aparecido.
Las casitas a ambos lados se erguían lindas y campestres. Algunas mostraban un carro muggle estacionado en la cochera y otros algunos jardines realmente encantadores.
De vez en cuando observaba alguna escoba que reposaba sobre la puerta. La mayoría tenía en el mango el nombre de Barredora, Nimbus, y en una ocasión una Saeta de Fuego. Con esto recordó que en aquel poblado vivían muchos magos y brujas. Si quería mantener lo que le quedaba de libertad, era mejor usar una identidad diferente y mostrar en público otro rostro.
No podía arriesgarse a que lo descubrieran, debía buscar un lugar donde modificar algunos de sus rasgos.
Se oculto detrás de un gran arbusto que estaba al final de una calle y apareció su pequeño espejo de mano. Lo tomo con la mano izquierda, mientras con la derecha agarraba la varita.
Pensó que rasgos eran los que lo hacían demasiado conocido. Se dirigió a la nariz, haciendo que dejara de ser ganchuda y grande, para que pasara a ser mediana y aguileña. Las cejas las hizo un poco más delgadas, y menos abundantes. Decidió cambiar el color de su cabello, pero no drásticamente, lo cambio por un castaño muy oscuro, pero sin llegar a negro. Los ojos, los cambio a un tono verde azulado, les aumento el tamaño y la forma de su rostro dejo de ser cuadrada para ahora ser ovalada.
Observo el resultado en el espejo. Sonrió, satisfecho por su trabajo. Desapareció el espejo y guardo su varita en el bolsillo de la chaqueta.
Volvió a reanudar la marcha, mientras pensaba en su nuevo nombre.
La vida estaba volviendo a la vida en aquel hermoso pueblo. Personas iban y venían por la calle, preocupados por saber si alcanzarían a llegar a su trabajo a tiempo. Nadie se fijaba en el, era como si fuera un fantasma. Estaba seguro de que si no hubiera cambiado su nariz, ahora mismo lo estarían llevando al Ministerio de Magia amordazado y rodeado de magos calificados con los que no podría luchar.
Llego a la plaza principal y busco con la mirada algún lugar de bienes raíces, que descubrió del otro lado de la plaza.
Entro al pequeño lugar, rezando por que no le pidieran demasiados documentos.
-Buenos días.- La sala de espera abarcaba casi todo el lugar, mientras unos pequeños escritorios a penas cabían a los laterales. Un hombre de traje, a simple vista muggle, comenzó a caminar hacia el.
-Buenos días, ¿en que puedo ayudarle?- El hombre, efectivamente era muggle. Lo condujo hacia el escritorio donde estaba anteriormente.-Por favor, siéntese. Mi nombre es John Tatcher. Pare servirle.
Le extendió una mano, que Víktor estrecho.
-Gracias, estoy buscando una casa o departamento acogedor, no necesita ser muy grande. -Miro al empleado de bienes raíces, que ya había comenzado a sacar unas fotografías.-No se como son las casas de espaciosas aquí.
-Mire, aquí tenemos todas las casas que tenemos a la venta, no se si alguna le interese.-Le extendió los folletos y fotografías sueltas que tenía.-Aquí, las casas son grandes.
Víktor observo los diferentes modelos. Todas las fotografías eran nuevas, tenían exhibiéndose menos de un año... excepto una.
En ella una casa de campo de madera blanca y pequeños escalones estaba en el centro. Tenía dos pisos Todo, menos los marcos de las puertas, ventanas y los escalones eran blancos. Víktor se quedo observándola un momento, admirando su belleza.
-Me interesa mucho esta...-Le mostró la fotografía, mientras el empleado la observaba y se quedaba pensando.
-Interesante elección.-Víktor lo miro intrigado.- Esa casa tiene muco tiempo sin venderse, a pesar de ser realmente hermosa y acogedora. Es extraño, pero nunca hemos averiguado por que.
-Es realmente hermosa... ¿Cuánto vale?
-Como tiene mucho tiempo sin venderse, estamos dispuestos a vendérsela a cinco mil euros.-Víktor se quedo pensativo.
-Es muy poco dinero para una casa tan hermosa...-Miro a John buscando algún indicio de burla, pero no lo encontró.-¿Cuáles son los requisitos para comprarla?
-Solo le pediremos su nombre y le daremos las escrituras. Firmara un poder notarial, donde se especifica que la casa es de usted y a compañía ya no tiene poder.-Miro a Víktor.-Como puede suponer, la empresa esta desesperada por venderla lo antes posible.
-Trato hecho...
***
Hermione llego a su oficina con una terrible jaqueca en la cabeza, a pesar de que había dormido mucho.
Se fijo en el calendario, y se dio cuenta de que ya era miércoles 11 de septiembre. Su departamento tendría un poco más de trabajo por el aniversario del atentado de las torres gemelas en E.U.
Se desperezo, y se sentó en la silla giratoria mientras comenzaba a revisar los pendientes y las citas que tenía hoy.
Se dio cuenta de que tenía una cita con el departamento de Relaciones Internacionales, seguramente era para pedir un poco de apoyo para la brigada que sería enviada en Traslador para darle condolencias por los 16 años transcurridos después de la tragedia en que murieron varios magos que intentaron salvar a algunos muggles.
Estuvo trabajando dos horas en su oficina, hasta que llego la hora de asistir a la reunión. Al levantarse del asiento, noto que unas nauseas se instalaban en su garganta y su boca.
Llego a la sala de juntas, donde ya estaban casi todos los jefes de los departamentos interesados.
Según las indicaciones del Ministro, tendrían que ir dos trabajadores de cada departamento, exceptuando algunos departamentos.
Hermione se acerco a Harry, quien estaba revisando unos papeles.
-Hola, Harry, ¿Cómo has estado?-Harry dio un pequeño sobresalto al escuchar a Hermione detrás de el.
-¡Hermione! Me has asustado un poco.-Recupero la compostura al notar que algunas personas se le habían quedado viendo.-Bien, un poco preocupado por Lily y por... -Se detuvo un momento.-¿Cómo han estado ustedes?
-Bien, ya sabes...-Pensó en la reacción de Harry y en su rápido cambio de tema.-Estas nervioso... ¿Por quien más estas preocupado?
-¿Yo?-Comenzó a buscar a alguien con la mirada.-A nadie...-Hermione le lanzo a Harry una mirada reprobatoria.- ¡Esta bien! Me preocupan ustedes dos...
-¿A que te refieres?-Interrogo Hermione con curiosidad, aunque ya sospechaba de quien estaba hablando, Harry. ¿O debería decir quienes?
-Pues, a... -Harry, tomo aire.-ustedes dos. No han estado bien desde el jueves pasado, cuando llegaste sabe a que hora y Ron estaba muy preocupado.
-¿Qué quieres decir?
-Pienso, que ustedes dos traen gato encerrado...-Hermione lo miro pensando en sus palabras.
-¿Por qué piensas eso?- Harry pensó un poco.
-Hermione, los conozco desde que teníamos once años... -Hermione sonrió al recordar eso, pero comenzó a sentir un dolor terrible de cabeza, por lo que la sonrisa se transformo en mueca.-... los conozco perfectamente se...-Harry se fijo en Hermione.- ¿Te sientes bien?
-Si... si. Continúa...
-De acuerdo.
-Buenos días a todos.-Harry y Hermione voltearon hacia la puerta y vieron a Kingsley entrando a la sala para comenzar la junta.
-Después hablamos...-Le susurro Harry a Hermione, mientras esta iba hacia su lugar.
-Como recuerdan, esta junta es para acordar la brigada que ira a E.U. hoy. Recuerden que deberá ir el jefe de cada departamento aquí presente con un acompañante del mismo departamento...
-Mierda...-Murmuro Hermione por lo bajo al darse cuenta de que ella misma tendría que ir.
-...Tenemos una hora para organizarnos y...
Hermione dejo de escuchar las palabras del ministro, su cabeza estaba dando vueltas. No veía nada... sentía la garganta llena de vomito, y las nauseas y el mareo no la dejaron seguir sentada...
Cayo al suelo de un solo golpe, sorprendiendo a todos los presentes...
***
Víktor observo la casa...
Era tal cual se veía en la fotografía, aunque tal vez aun más hermosa. Esa sería la casa perfecta para Hermione y el, claro cuando esta se divorciara. Aunque también serviría ahora que todavía no lo estaba. Había cerrado el trato velozmente con el empleado.
Había tenido que utilizar por primera vez el nombre falso que usaría de aquí en adelante. Ahora se llamaría Víktor Finn.
Entro a la casa, la cual se veía muy acogedora pese a llevar abandonada muchos años. Debería de arreglarla para el sábado, tenía que tener a Hermione de vuelta y esa hermosa casa le ayudaría mucho.
Comenzó, pues, a asearla con mucha ayuda de la varita. Limpio las paredes, los pisos, las puertas, las ventanas, los techos, las arañas de los techos, el jardín trasero, y finalmente la entrada, que tuvo que limpiar a lo muggle por temor a que lo descubrieran haciendo magia.
Después de dos horas, la casa quedo realmente impecable, el punto, era ahora amueblarla. Salio en la búsqueda de los muebles más urgentes.
En dinero no era un problema para el. Después de todo, ser un famoso jugador de Quidditch desde joven tenía sus grandes ventajas económicas.
En el pueblo consiguió un comedor, una cocina completa, una sal, una recamara, un librero y un escritorio. Después de llevarlos a la casa de entrega inmediata y acomodarlos mediante magia, fue en la búsqueda de artículos de decoración, comida, artefactos eléctricos muggles (muy convenientes) y artículos de limpieza.
Puso todo en su lugar. Finalmente, lo consiguió cerca de las diez de la noche.
Cuando se fue a dormir pensando en que todo se arreglaría, se dio cuenta de algo... Ya había aprendido la lección. Debía confiar en Hermione...
Una lechuza toco su ventana, por lo que Víktor tuvo que abrirle. Solo había dos personas que le mandaban cartas...
***
Hermione despertó en una cama de San Mungo con la cabeza pesada y una enfermera tomándole el pulso.
La cabeza le seguía doliendo, pero las nauseas y el mareo había desaparecido.
-Me alegro de que haya despertado, señora Weasley... estuvo inconsciente durante dos horas...
-¿Dos horas? ¿Por qué me desmaye?-Pregunto Hermione intrigada.
-Si, dos horas. -La enfermera le puso una bandeja de comida en la mesita.-Es mejor que coma ahora. Tiene las defensas un poco bajas, la comida la fortificara. -Comenzó a alejarse, Hermione se le quedo viendo a la comida que de repente se le antojo deliciosa, pese a que siempre había estado en contra de la comida de hospital.-El sanador Harper vendrá a hablar con usted en unos minutos.-Salio de la habitación. Hermione le oyó decir "Con permiso" cuando cerró la puerta.
Tomo la bandeja, y la puso sobre sus piernas, mientras sentía el aroma delicioso que la comida emanaba y veía lo bien que estaba cocinada.
Comenzó a comer la ensalada que estaba en un plato, mientras se saboreaba el pollo que comería a continuación. Estaba comiendo el postre de pay de queso, cuando la puerta se abrió y por ella entro un hombre de aproximadamente cincuenta años con la bata blanca y el símbolo de los sanadores.
-Buenas tardes, señora Weasley.-Camino hacia ella, mientras hablaba.-Mi nombre es Ben Harper.
Hermione dejo de comer el pay, para extenderle la mano derecha.
-Buenas tardes, sanador.-Este le estrecho la mano.
-Es necesario que sepa, señora, la razón de su desmayo...-Continuo, mientras aparecía una silla al lado de la cama y se sentaba en ella.
-Claro, señor. Es lo que necesito saber. Siempre he sido muy sana y nunca me he desmayado de esa manera...-Hermione miro al sanador, tratando de averiguar en su mirada lo que le ocurría.
-¿Segura?-Interrogo el hombre de barba blanca.
-Bueno...-Hermione hizo memoria. Había ocurrido otras veces, pero fue hace tanto tiempo...-Si, me desmayaba algunas veces cuando...-Se quedo mirando su abdomen.- ¿Estoy embarazada?
El sanador asintió levemente con la cabeza con una sonrisa comprensiva en el rostro.
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Bella Traicion
FanfictionEsta historia le pertenece a dany_potter.(potterfics) Han pasado 20 años desde que dejaron de verse, algunas cosas han cambiado y otras no... El la ha amado desde el primer momento en que la vio... ¿Y ella a el? El pasado les devuelve el amor. ¿Sobr...