Se acaricio el vientre con temor. Tenía miedo que después de lo ocurrido con Lavender, su bebe estuviera en peligro mientras ella hablaba tranquilamente con Víktor.
-¿Me puedes explicar que fue lo que paso hace rato?-Pregunto ya mas repuesta y sentada detrás de su escritorio.
-La verdad...-Se callo meditando en lo que podría decir a su favor. Hermione se levanto y se asomo por la falsa ventana de su oficina.
-Secretos... ¡Estoy harta de tus malditos secretos!-Le espeto mirándolo con furia y algo que Víktor temió reconocer como odio.- ¡¿Dime hasta cuando vas a contarme todo y dejarme de ocultar cosas?!-Víktor se acerco y trato de abrazarla para que se calmara.- ¡No! ¡Suéltame! -Se alejo de el, dando grandes zancadas.- ¡Quiero que te alejes de mi vida y no vuelvas!
-Pero amor... ¿Nuestro bebe?-Hermione se giro rápidamente.
-¡No hay nuestro bebe!-Grito comenzando a darle golpes en el pecho con un dedo acusador. Se señalo el vientre y continuo.- ¡Este bebe crecerá sin su padre! ¡Si lo quieres ver tendrá que ser en fotografía, Krum! ¡Nunca lo veras!
-¡Hermione!
Ella no lo oyó, por que salio de su oficina hecha un dinosaurio y salio del Ministerio... Directo a la plaza frente al edificio.
Se sentó en una de las bancas de la pequeña placita y comenzó a llorar amargamente. La gente que pasaba por ahí la miraban extrañados de su ropa y su sentimiento. Pensaban, sin duda alguna, que Hermione era parte de un circo.
Alguien se sentó junto a ella y le dio un pañuelo limpio. Ella lo tomo y comenzó a limpiarse las lágrimas que para entonces ya habían menguado.
-Hermione...
Ella volteo al oír la voz que en otras épocas la había hecho tan feliz...
-¿Ya te enteraste verdad?- Le pregunto mientras le acariciaba la mano tiernamente y miraba el piso.
Hermione lo miro con sus enrojecidos ojos. Asintió levemente con la cabeza volviendo a ver el piso con tristeza. Ron alcanzo a ver ese gesto, para volver a observar sus zapatos.
-Solo serán diez meses...-La abrazo por os hombros mientras comenzaba a levantar la cabeza hacia el cielo. Hermione lo miro extrañada.
-¿Diez meses?- Pregunto sorprendida. Sabía que Ron no era buen estudiante, pero haber tenido dos hijos en el pasado debió de haberlo hecho entender que los bebes tardan nueve meses en nacer...
-Si,-Hermione estuvo a punto de interrumpirlo para corregirlo, pero Ron la detuvo, mientras volvía a observar la pequeña plaza.-Harry logro convencerme... Dice que sería el mejor para ello. Yo sinceramente no le creo... Pero sigue siendo mi jefe.
Hermione se sorprendió. ¿De que hablaba Ron?
-¿A que te refieres?-Le pregunto mientras veía como comenzaba a levantarse para caminar de regreso al ministerio.
-¿A que crees?-Ella encogió los hombros. Ron la miro y se quedo pensando.- ¿No sabes que Harry me encargo una misión de diez meses?-Ella negó con la cabeza.-Hoy en la noche tomare un traslador a América para hacer una operación y atrapar a algunos mortifagos fugitivos-Hermione abrió la boca sin comprender. El la miro y se acerco, le tomo la cara suavemente- Tendré que convertirme en espía... -Su aliento calido acaricio el rostro de Hermione. Aquel gesto le hubiera provocado un nudo en el estomago hace solo dos semanas. Pero ahora, ni un solo estremecimiento movió su cuerpo.-Debo tratar de ganarme su confianza. El plan es estar con ellos durante diez meses, y cuando este tiempo se cumpla... atraparlos y mandarlos a Azkaban.-Trago saliva para pasar más rápido ese trago amargo.
Se quedaron así, mirándose a los ojos. Cada uno pensaba en diferentes cosas, uno preocupado por su vida y la de su familia... Otro preocupado por el que una vez fue el hombre que creyó amar con todo el corazón.
Ninguno se dio cuenta que un hombre castaño y de ojos verdes oscuros los miraba recargado en un árbol mientras trataba de no golpear a cualquier pelirrojo que se cruzara en su camino...
***
-¡Maldita Granger!- Soltó mientras caminaba por aquella avenido muggle. Varias personas, la miraron con disgusto al verla soltando palabrotas al aire.- ¡Me las pagara! Lo juro...
Dio vuelta en un callejón al ver que uno de esos muggles que se creen aurores venía hacia ella, para obviamente, tratar de multarla por hacer contaminación auditiva.
Se desapareció al momento que aquel hombre vestido de azul entraba al callejón y se llevaba la sorpresa de su vida...
El callejón Diagon apareció ante sus ojos. Las personas que caminaban por ahí llevaban las manos llenas de tantas cosas que ya habían comprado. Casi nadie le presto atención cuando paso abriéndose paso a través del gentío.
Llego aun más malhumorada a su bar, para comenzar a limpiarlo del desastre del día anterior.
Cada dos por tres se entretenía soltando un insulto por lo bajo, ocasionando que las personas que paseaban por ahí apuraran el paso al creer que había un fantasma.
Estaba por acabar, cuando una voz grave sonó detrás de su puerta.
-¡Lavender abre! Soy yo...-Lavander había corrido a abrirle la puerta, que Ron solo atino a bajar la voz-... Ron.
-¡Ron! ¡Que gusto verte!-Lo abrazo rápidamente mientras le daba besitos en la punta de la nariz y en los labios.- ¡Pensé que te habías olvidado de mi!
Lo jalo por un brazo mientras lo acercaba a la barra. Después, se puso del otro lado de la barra y se sentó en un banquito que estaba detrás.
-¿Qué quieres que te de?-Pregunto sacando botellas y copas de acuerdo iba nombrándolas.-¿Un Whiskey de Fuego... Vino de elfo... cerveza de mantequilla... Hidromel criado en barrica de roble? O tal vez, quieres una copa especial-Ron la miro extrañado, observando atentamente el bar, interesado en comprobar que solo estaban ellos.- Te serviré mi copa preferida... ¿La quieres adornada con cucuruchos de cucaracha o esas cosas muggles de tamarindo como popote?
-Lavender...-Murmuro Ron mientras le tomaba la mano con delicadeza.- Vine por que es necesario hablar...-Ella lo ignoro.
-Tengo una mejor idea... ¡le pondré de los dos!-Trato de caminar, pero la mano de Ron se lo impedía.
-Por favor, siéntate...-La jalo hacia si.- Es necesario que hablemos...
Dejo de mover las manos y muro profundamente al hombre frente a ella. Se dejo arrastrar hacia la silla más cercana. Ron le tomo las manos al ver que seguía sin reaccionar.
-Lavender... lo nuestro ya no podrá seguir...
-¡¿Qué?!-Lo tomo del cuello de la camisa que llevaba mientras las lágrimas comenzaban a caer- ¡Te espere durante veinte años! ¡Veinte años de mi vida! ¡Veinte años que te robaste de mi juventud!
-Lavender...
-¡Nada de Lavender!
-Pero...
-¡Perdí los mejores años de mi juventud por ti!
-¡Pero yo no te lo pedí!-Exclamo Ron al ver que Lavender comenzaba a mover los brazos rápidamente para mostrar su furia.
-¡Pero lo hice por ti!- Ron corrió a tranquilizarla al ver que se dejaba caer de rodillas sobre el duro piso.-¡Pude haber tenido una vida feliz casada con un buen hombre! ¡Pero no lo hice! ¡¿Sabes por que?!... Por que te amo... te amo...
Ron la abrazo lentamente mientras Lavender dejaba correr un verdadero mar de lágrimas que comenzaba a humedecer el hombro de Ron.
-Lavender... Lavender.-Murmuraba Ron mientras le acariciaba el cabello.- No sabes cuanto desearía poder decirte lo mismo...
Lavender abrió los ojos, al momento en que las lágrimas corrían aun con mayor velocidad. Ron se aparto de ella y comenzó a caminar.
-¡Eres un imbecil, Ronald Weasley!-Grito con todo el odio del que era capaz de sacar en una sola frase...-¡Me las pagaras! ¡No escaparas de mi venganza! ¡Vuelve aquí maldito! ¡No he acabado contigo!
Ron la ignoro y siguió caminando. Cuando cerro la puerta escucho que una botella estallaba detrás de el, seguido de un alarido lleno de odio y rabia...
***
Golpeo fuertemente la pared con el puño cerrado. Necesitaba sacar la desesperación que le escocia como el veneno más letal.
Hermione lo había engañado... La había visto en aquel parque abrazando al pelirrojo, abrazándolo como si fuera la última vez que lo vería. Abrazándolo como solo se puede abrazar a la persona amada... como solo Hermione sabe hacerlo.
Se dejo caer en el frió piso de la sala, entregándose a la desesperación y comenzando a caer en el abismo del sufrimiento...
Hoy bebería... bebería como nunca lo hacia.
Necesitaba darse valor para acabar con Weasley...
***
Hermione estaba en el patio trasero, esperando que llegara el momento de verlo partir. Sus hijos estaban despidiéndose de su padre entre abrazos y palabras de cariño.
En aquella despedida no solo estaban ellos cuatro. La casa estaba llena de Weasley, todos y cada uno de los sobrinos y hermanos de Ron había ido a despedirlo.
Iba a ser muy doloroso ver al hombre con quien compartió gran parte de su vida ir a arriesgar la vida. Aunque ya no lo quería, le costaba ver sufrir a sus hijos y saber que pronto ellos se enterarían de la verdad no ayudaba mucho.
Había dejado a la familia Weasley en la privacidad de la sala... no quería sentirse una rata en medio de una gran familia...
Después de todo, eso era... una rata.
Una rata que hace sufrir a los demás solo para ser feliz sin importarle los demás. Una rata que rompe con la felicidad de años... una felicidad que costo lágrimas de sangre y sudor...
Por la puerta abierta se escuchaban algunos sollozos y voces que intentaban subirles la moral a las personas que en aquella casa se encontraban.
En solo unos minutos más su vida cambiaría radicalmente...
Cuidaría a Rose y a Hugo sola mientras Ron regresaba de aquel viaje... sin mencionar que en Junio ya tendría a su bebe en brazos.
El bebe que representaba un amor prohibido, un amor castigado por la ley...
Un amor demasiado fuerte que es imposible luchas contra el.
Pero tampoco quería luchar contra el...
No tenía caso que intentara vencer con un pulgar la luz del sol.
-¿Lo vas a extrañar, verdad?
Hermione dio un pequeño brinco y volteo para descubrir a un Harry muy preocupado y melancólico.
-¡Harry! Me has asustado...-Murmuro lentamente para volver a mirar hacia el horizonte.
-Lo siento. -Se disculpo parándose a su lado y mirando también al horizonte. -Vi que estabas aquí sola... y como quería dejar a todos los Weasley solos, decidí hacerte compañía... Espero que no te moleste.
-En realidad no... puedes quedarte. Esta siempre será tu casa... recuerdalo.- Harry examino su mirada... se dio cuenta que temía por algo.
-Hermione, no tengas miedo... -Ella lo miro. El le sonrió.-Todo saldrá bien.
-¿A... a que te refieres?- Pregunto aun mirándolo, pero Harry ahora veía la luna que estaba sobre ellos.
-Se nota el miedo en tu mirada...
Hermione se sorprendió, y se dio cuenta que era verdad.
Tenía miedo de lo que pasaría en el futuro...
Miedo de lo que haría Ron cuando se encontrara con un bebe de un mes en su casa...
Miedo de lo que podría hacer Lavender para vengarse...
Miedo de su amor...
Miedo del precio que pagaría por su traición...
-Yo....-Sus ojos empezaron a dejar salir gruesas lágrimas mientras Harry la miraba y se acercaba a ella para consolarla.
-Es hora de partir...
Ambos voltearon hacia la puerta para descubrir a todos los Weasley y a Teddy Lupin tomado de la mano de Victorie.
-Es hora de que tome el traslador.-Continuo Ron. Invoco sus maletas. Se acerco al pequeño tren de juguete que serviría de traslador.
Dejo sus maletas en el suelo, mientras todos comenzaban a darle un último abrazo de despedida y unas palabras de consuelo.
-Regresas Ron... Hermione tiene muchos pretendientes fuertes.-Dijo George para disminuir el ambiente. Ron miro a su esposa, quien se avergonzó de lo dicho.
-¡Hijo! Cuídate mucho...-La mujer regordeta se había acercado al menos de sus hijos y lo abrazaba de una manera sorprendente. -¡No dejes que esos mortifagos acaben con tu vida!
-Tranquila, mamá. Todo saldrá bien.
Rose y Hugo corrieron a los brazos de su padre, para que este los abrazara tal y como su madre lo había abrazado hace menos de un minuto.
Trato de memorizar su olor y sus facciones para tenerlas presentes durante el tiempo que estaría lejos de ellos.
-Papi... No te vayas... P... por... fa... vor.- Tartamudeo Rose, quien estaba con todo el rostro empapado en lágrimas mientras abrazaba a su padre hasta casi ahorcarlo.
-Tranquila, Rosie. Estaré bien.-Ron abrazo más a su hija mientras Hugo corría a su habitación... No podía estar ahí ni un momento más.-Te mandare lechuzas para que estés mas tranquila... te lo prometo.-Rose se separo, al momento que su madre se acercaba.- Más te vale pedirme permiso para tener novio... ya me dijo Albus que andan revoloteando alrededor de ti como si fueran abejas y tu una flor...
Rose rió un poco, para irse a refugiar a los brazos de su abuela paterna.
-Ron...-Hermione lo miraba con ojos lloroso.- Tienes que regresar bien a casa...
Lo haré, Hermione.-La abrazo.-Lo haré.
-No olvides que tienes dos hijos que te aman...-Pidió entre llanto que empapaban la camisa de Ron.-No dejes que nada te pase...
-Nada me pasara...-La tomo por los hombros.-Cuida a nuestros hijos...
Le dio un pequeño, pero corto beso en los labios que a Hermione la dejo sorprendida.
Tomo sus maletas, y se acerco al trenecito, que comenzaba a ponerse azul.
-Espérenme...-Recorrió a todos con la mirada, mientras el traslador se ponía blanco. Vio a Hermione más cerca que los demás.-Te amo, Hermione.
Ron desapareció de la vista de las personas que estaban frente a el, para aparecer en un callejón.
El sabor de los labios de Hermione se le había quedado clavado, como estacas en el corazón...
Ese sabor nunca se lo lograría quitar de encima...
Había llegado la hora de empezar una nueva etapa...
Donde tal vez Hermione no estaba incluida...
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Bella Traicion
FanfictionEsta historia le pertenece a dany_potter.(potterfics) Han pasado 20 años desde que dejaron de verse, algunas cosas han cambiado y otras no... El la ha amado desde el primer momento en que la vio... ¿Y ella a el? El pasado les devuelve el amor. ¿Sobr...