Solo Mía.

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-Señora Weasley...-Levanto la mirada, y se encontró con los ojos de aquel hombre que mas amaba e la vida.-La busca el señor Finn.
-Déjalo pasar, por favor.
La secretaría se retiro, y dejo pasar a Víktor a la oficina. Hermione se paro al instante, pero lentamente. Víktor corrió hacia ella para auxiliarla.
-Víktor... yo puedo sola.-Reclamo apoyándose en el escritorio.
-Tal vez, pero no quiero poner en riesgo ni a la mujer que amo ni a nuestro hijo solo por la testarudez de la madre...-Le reprendió obligándola a sentarse de nuevo.- ¿Mucho trabajo?
-En realidad no...-Hermione tomo la pluma que había dejado en el escritorio y comenzó a escribir.-Desde que vieron que el embarazo paso de los seis meses decidieron dejarme menos trabajo...
Víktor le beso la cabeza mientras se sentaba en el escritorio.
-¿Sabes? Estoy ocho meses han sido fabulosos a tu lado... -Hermione lo miro.-No me arrepiento de nada de lo que ocurrido...
Hermione lo miro con un gesto severo, reprendiéndolo por sus actos.
-Bueno... si me arrepiento.
-Creo que es hora de salir de aquí...-Dijo después de diez minutos de silencio, pero llenos de sonrisas y miradas románticas.- ¿Cómo siempre?
-Si... nos vemos.-Camino hacia la puerta.-Muchas gracias señora Weasley... Buenas tardes.
-Adelante, señor Finn.
Hermione sonrió al ver lo que tenían que hacer para que nadie sospechara nada.
Habían pasado ocho meses desde que Ron se había ido... Ocho meses desde aquella inolvidable noche en el jardín. Ocho meses llenos de sonrisas, amor y felicidad.
Tomo su bolso, y salio de su oficina.
Los pasillos se encontraban llenos de gente, gente que la saludaba felizmente mientras la felicitaba por el bebe que tendría...
Bebe que no sabían, que no era hijo de Ron.
Camino mas lentamente al sentir a su bebe dándole pequeñas pataditas de inconformidad por la velocidad a la que andaba.
Vio a Harry caminando hacia ella con una sonrisa sincera en los labios.
-¿Cómo has estado, Hermione?-Le pregunto dándole un beso en la mejilla y acariciando su vientre.- ¿Y como esta mi próximo sobrino?
Hermione se quedo estática al recordar que el bebe que esperaba no sería sobrino de Harry... ni política ni biológicamente. Este, noto su nerviosismo... algo que confirmaba cada vez mas sus sospechas.
-¿Hermione?-Pregunto observando su rostro. Se sorprendió. Una mirada de culpabilidad se había asomado a su rostro, una mirada difícil de encontrar.- ¿Estas bien? ¿No quieres que te lleve al sanador?
-No...-Mostró una pequeña sonrisa... sonrisa que pretendía ocultar el nerviosismo. Claro, sin lograr su objetivo.
-Hermione...-Llamo Harry, recordando que desde hacia tiempo tenía un platica pendiente con su mejor amiga.
-Mande...-Lo miro, y se dio cuenta que estaba siendo observada. Se acaricio el vientre solo por hacer algo. Su bebe le respondió con pequeñas pataditas.
-Desde hace tiempo tu yo tenemos una platica pendiente.- Hermione asintió.-Vayamos a mi oficina...
-Pero...-Intento reprochar, Víktor la estaba esperando.
-Nada... es necesario.- La agarro de la mano, y prácticamente la arrastro a donde pudieran hablar. La oficina de Harry era muy elegante, excepto por el escritorio, que estaba lleno de papeles y documentos sin orden alguno. Hermione incluso, identifico unas plumas de lechuza. Hermione se sentó lentamente frente al escritorio.
-Dime, ¿de que quieres hablar?-Pregunto buscando por el escritorio algún dulce.- ¿No tienes algo dulce? Este pequeño me lo pide a patadas.-Argumento señalándose el vientre.
-Toma-Le extendió una varita de regaliz que había sacado de su mini bar. Hermione agradeció y comenzó a saborearla.- Quiero hablar contigo respecto a tu bebe y Ron.
Hermione dejo de saborear la varita, para mirar a su amigo a los ojos.
-¿A que te refieres?- Le pregunto mientras trataba de continuar como si nada.
-A que desde antes que Ron se fuera, note algo raro en ti...-Inquirió dándole un sorbo a su Hidromel. Su amiga siguió saboreando el dulce.- Tengo que hacerte una pregunta...-Hermione interrumpió el disfrute de la varita y lo miro.- ¿El bebe que esperas es de Ron?
Sintió como el alma se le vino a los pies... Nadie... Nadie le había preguntado eso. Ni siquiera las personas hipócritas que fingían ser sus amigas para murmurar a sus espaldas... ¡Nadie! Y quien menos esperaba que lo hiciera... era quien le preguntaba.
Se sintió traicionada. Estuvo a punto de lanzarle algún conjuro a Harry y marcharse sin más... pero recordó que Harry no había hecho más que preguntarle lo que suponía... lo que ella le había mostrado.
No tenía por que enojarse con el... solo había adivinado la verdad.
-Entonces... ¿Tengo razón?- Pregunto al ver que Hermione se ponía pálida y nerviosa. Ella asintió.- ¿Quién es?
-Si, tienes razón... -Admitió. Un nudo en la garganta se formo. Un nudo, que significaba traición.- Pero no te puedo decir quien es...
-Hermione... Realmente no me esperaba esto de ti.-Susurro Harry mientras se acercaba a ella lentamente. Su rostro mostraba una mezcla de decepción y sorpresa.
-¿Qué quieres que haga?-Replico poniéndose a la defensiva. Harry se acerco mas rápidamente.- ¡El nunca me perdono!
-Pero sabes que el te ama...-Defendió esclarecidamente a su amigo.- ¡Lo traicionaste! ¡Te metiste con otro! ¡Eres una...!
-¡Cállate de una buena vez, Harry!-Se defendió Hermione con lagrimas en los ojos. Tenía los puños apretados y el rostro tenso, pero su abdomen seguía normal...-¡No sabes de lo que hablas!
-¡Pero es que tu no eres así! ¡Nunca engañarías al amor de tu vida!- Harry lanzo varios libros contra las paredes, mientras trataba de descargar su ira con todo, menos con Hermione.
-¡¿El amor de mi vida?!-Pregunto con una voz llena de veneno, digna de una Slytherin.- ¡Escúchame bien! ¡El dejo de ser el amor de mi vida cuando no me creyó! ¡Cuando fingió que me creía y en verdad no lo hacia!
-¡Eso quedo en el pasado!-Rugió dando vueltas por su oficina. Hermione, aun no se levantaba de la silla, no quería poner en riesgo a su bebe.- ¡No puedo creer que tu hayas hecho eso! ¡Esa cosa tan... tan!
-¡¿Tan que?! ¡¿Tan que, Harry?!-Interrogo lanzando chispas por los ojos.
-¡Tan vulgar! ¡Nunca creí que tú te meterías con alguien estando casada como una vil...! ¡COMO UNA ZORRA!
Una mano se impacto contra la mejilla de Harry, mientras unos pasos apresurados que intentaban ser elegantes caminaban hacia la puerta.
-¡Nunca vuelvas a decirme así, Potter! ¡NUNCA!
-Hermione....-Murmuro, Harry por lo bajo, mientras se acariciaba el golpe y miraba con tristeza a la que una vez considero, sería la esposa fiel y correcta por siempre.
***
-¿Cómo va todo, auror Weasley?-Pregunto Taylor mientras entraba al pequeño pero cómodo departamento que había sido dispuesto para Ron.
-Al parecer todo va bien.-Hizo que su invitado se sentara en el sillón para ir a buscar una copa, cuando recordó algo.-Tengo una sospecha...-Taylor lo miro con interés mientras aceptaba su copa llena a rebosar de Whiskey de fuego.- Parece que han descubierto a un agente secreto...
-¿A que se refiere?
-No se a cual de los agentes sea, pero al parecer están tendiéndole una emboscada... creo que dentro de cuatro días en el puerto. Lo van a mandar a recoger un paquete falso, al parecer lleno de mercancía comercial tipo B y C. Una vez el blanco en el punto, abrirán luz. Creo que será preferible que todos los agentes encubiertos lleven algún sombrero o capa escudo...
-¿Qué hay de usted, Weasley?-Pregunto el hombre, que de pronto pareció que había envejecido cinco años.
-No puedo usar ninguna de esas cosas por que será demasiado peligroso para la operación, al fin y al cabo solo faltan dos meses para el golpe maestro.-Respondió con una voz llena de seguridad, aunque en el fondo estaba hecho un lió. Podía morir en aquella misión... dejando a sus dos hijos y a la mujer que amaba desamparados.
-De acuerdo... ¿Alguna otra idea para protección?- Interrogo el invitado quitándose el sudor de la frente que había aparecido en los últimos minutos.
-Si, será mejor tener algunos agentes apostados cerca del muelle... podrían necesitarse.-Ron guardo silencio un momento, mientras pensaba en lo que podía ocurrir. Una duda lo ataco por la espalda. -Señor... ¿Si es necesario se adelantara la captura?
Taylor pensó un momento con los labios en la copa de Whiskey. Adelantar la misión era algo peligroso...
-Solo si es cuestión de vida o muerte...- Volvió a guardar silencio, mientras Ron miraba el suelo pensando en las palabras de su invitado.- Creo que es hora de irme...
-Lo acompaño, general Taylor...-Ambos hombres se perdieron después de atravesar la puerta. La casa volvió a sumirse en el más espeso silencio... Silencio, que al menos duro medio minuto.
-Señor...
-Adelante, ¿Qué informes me tienes?
-Weasley ha informado a Taylor de la operación, han acordado mantener vigilada la zona del muelle dentro de cuatro días...-Una sombra alta salio de las tinieblas de una habitación, mientras hablaba por un pequeño botón de su camisa.
-Adelantaremos la misión... en tres días, la sabandija Weasley dejara de existir...
***
Avanzo lo más rápido que su embarazo le permitió, mientras trataba de canalizar su furia mediante los pasos que daba. Las personas del Ministerio la miraban extrañados, e incluso algunas le decían que recordara su condición. Pero a todos ignoro y continúo su camino hacia la salida. Al salir del elevador, escucho como el Ministro le decía que ya no se presentara a partir del día siguiente. Hermione solo dio una cabeceada caminando a toda velocidad hacia la salida.
¿Realmente convenía decirle a Víktor lo que Harry le había dicho? No debía ocultarle secretos al amor de su vida... Pero los secretos eran precisamente lo que los separaba constantemente...
Aun así, ese secreto no le haría daño a nadie... al menos no por ahora.
Había tomado una decisión, no le importaría lo que diría Harry, Ginny, el Ministerio o cualquier otra persona... Ella haría su vida feliz junto a Víktor, al menos mientras regresara Ron de América.
-¿Sabes? Estaba preocupándome por tu tardanza...-Un musculoso brazo la tomo por el vientre, mientras le besaba con ternura la mejilla. Un aroma a orquídeas inundo su nariz.- Mientras salías del Ministerio te compre este ramo...
-¡Oh, Víktor! Realmente están bellísimas.-Hermione las tomo mientras aspiraba el aroma que las flores emanaban.- No deberías de haberme sorprendido de esa manera...-Reprendió a Víktor mientras caminaban para salir del parque.- Podrían vernos...
-No seas tan preocupada...- Tomo su mano despistadamente, y la condujo afuera del parque donde caminaron hasta llegar a un callejón.- Aun así, vamos a nuestra casa.
-Querrás decir tu casa...- Replico tomando con más fuerza la mano de Víktor.- Mas despacio, recuerda que no me conviene caminar tan rápido.
-Nuestra casa... si quieres te cargo.- Llegaron al callejón, y Víktor se desapareció llevándose a Hermione con el.
Una suave brisa los saludo, mientras recuperaban el aliento. Comenzaron a caminar para llegar a aquella casa que hace ocho meses aun estaba abandonada.
-Llegamos otra vez a nuestro nidito de amor...
-Pensar que prácticamente pase mis tiempos libres aquí...-Rió Hermione mientras aparecía un jarrón y ponía dentro las orquídeas blancas que le dio Víktor. La pelea con Harry había pasado a tercer plano.
Víktor la sorprendió abrazándola por detrás y comenzando a besarla.
-¿Sabes?- Le pregunto al oído.-Han pasado ocho meses desde que te dije que abandonaras a tu esposo y vivieras conmigo...-Hermione intento replicar...-No, no me interrumpas. Quiero que tú seas mía... Solo mía.
-Pero...
-No, ha llegado el momento de decirle a Weasley sobre lo nuestro... Se que vives encadenada a el, pero también se que no lo amas. Quiero que tú seas solo mía...
-Mis hijos... yo... yo no.
-Quiero cuidarte el resto de mi vida, quiero que tú seas mía... solo mía. Es hora de dejar de mentir. Hora de mostrar al mundo la verdad.- Hermione lo miro atentamente sin mostrarle atención a nada más. Víktor, acaricio el vientre de ella, sintiendo como su hijo pateaba un poco su mano.- Quiero cuidarlos a ti y a nuestro hijo... también a tus otros dos hijos. Solo quiero cuidarte cada día de mi vida, a ti y a tus hijos. No quiero compartirte con nadie más... Nunca. Tú serás solo mía... Solo mía. Quiero gritar al mundo nuestro amor. No pienso compartirte con nadie... Esta idea lleva meses rondándome la cabeza, y no es por egoísta. Ya no quiero ser solo tu amante. No me importa que aun estés unida a el, por que se que ya no lo amas... Quiero que seas mía para gozar cada minuto de nuestras vidas, sin temores a que nos descubran y a luz del día. No podemos vivir toda la vida escondidos, necesitamos encontrar la salida a la cárcel que vivimos solo por estar enamorados... Por favor, Hermione... Se solo mía... Solo mía...

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