Capítulo 4 - Monstruo

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Le pusieron la venda a Jake y a ____, que respiraba profundamente para relajarse, abrieron la puerta del coche y ayudaron a los dos a bajarse, luego cerraron mientras se despedían dándoles suerte. Una vez que dejaron de escuchar el motor él le quitó la venda a la chica algo asustada.

—¿Tienes alguna idea? —preguntó ella, buscando en sus bolsillos que tenía todo lo necesario y asegurándose de que la venda no delató el maquillaje.

—Ven —Empezó a caminar fuera de la carretera, no sin antes correr hacia atrás para buscar algo por encima de los árboles—. Conozco un atajo.

—¿A dónde? 

Le siguió a paso apresurado, sin dejar de sospechar de los alrededores, se puso un poco más cerca de él y metió las manos en los bolsillos como pudo, agarrando dentro de ellos la empuñadura de su navaja.

—A la casa de un guardabosques, no hay nadie aún, así que no hay problema... Oye dime... ¿Me dices ahora por qué tienes el pelo blanco?

—Ehhh... —Mentiría si dijera que eso la pilló por sorpresa, se adelantó un poco por delante suya para que no le viera la cara—. Nada en especial... ¿No puedo teñirme porque sí?

—A mí no me mientes, esa carita de inocente oculta algo —____ se detuvo para mirarle a la cara con una seria.

—Jake, de verdad, te juro que me encantaría contároslo, pero... no puedo ni debo. A lo mejor, pasado el tiempo coja confianza y os lo podré contar.

—Tiene que ser bastante importante para que no puedas decirlo —Los dos volvieron a seguir caminando.

—Sí... Oye, ¿por aquí no ha habido asesinatos ni nada, no? —No pudo resistirse, tenía que decirlo.

—No estoy muy atento a las noticias, pero tantas veces he venido que me sé esto, no de memoria, pero conozco el lugar exacto de la caseta y algunos sitios chulos. Aunque bueno, alguna cosa extraña sí que he visto, como sombras y haber oído susurros, pero nada interesante. ¿Tienes miedo?

—¿So-so-sombras...? ¿Y cómo p-uedes decirlo t-tan tranqu-quilo?

—Porque es broma.

____ se dio la vuelta indignada, no iba a permitir que ese chico con la lengua sacada de forma burlona se saliera con la suya. Jake al momento de ver la cara de su amiga se rió antes de escapar de ella saliendo del camino por el que habían tomado.

—¡Jake! ¡Vuelve aquí! ¡No me dejes sola, por favor! —gritaba mientras iba en su busca.

Ella le perdió de vista, y poco después escuchó un fuerte golpe proveniente de su derecha, se dirigió ahí con preocupación. No tardó mucho en encontrar a Jake en el suelo, boca abajo. Pegó un grito, pero fue cesado por un duro encuentro con algo duro en la sien, cayó al suelo obviamente, miró al frente, para observar un par de pies calzados con zapatillas negras, ella trató de levantarse. Pero a cambio recibió una enfurecida patada en la cara.

🔯🔯🔯

Despertó de forma sobresaltada, no veía nada, "otra venda" se le vino a la cabeza. Recordó lo que había pasado tiempo atrás y se alteró notablemente, empezó a moverse bruscamente, pero tenía algo que se lo impedía, seguramente cuerdas. No oía nada a su alrededor, y eso era lo que le ponía más nerviosa. Mientras trataba de soltarse escuchó una puerta de metal pesada abrirse, intentó callar sus sollozos pero ya se habría imaginado que su secuestrador ya la había escuchado, él dejó algo en la mesa, como una caja con algo de metal dentro.

—Bueno, bueno, bueno... A quién tenemos aquí...

Sintió cómo a sus pulmones le faltaban aire, se imaginó si la habrían encontrado, ya que su voz se le hacía familiar, bajó su cabeza, no quería que la viera llorar, tampoco podía saber si se le estaba corriendo el maquillaje, se sentía tan indefensa...

Lɪɢʜᴛs 〇ԲԲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora