Ha pasado un año desde que ____ se escapó los creepypastas.
Ahora trata de vivir una vida normal en una pequeña ciudad, pero, fue demasiado ilusa.
Ahora se ve envuelta de nuevo en un manto de árboles, rodeada de temerarios asesinos, ¿logrará sobrevi...
No sabía cuándo había despertado, pero lo que sí sabía era que estaba de pie. Se encontraba en una habitación que hoy en día no recuerda, así que nos limitaremos a decir que tenía un inusual estilo steampunk.
Había alguien más en la sala, una chica, estaba sentada en el alféizar de una ventana redonda donde se veía un trocito de océano, con unos escasos peces buceando por este, ella estaba con un cuaderno en su regazo, escribiendo o dibujando algo.
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—¿Hola...? —habló ____.
La extraña levantó levemente la vista, mostrando un ojo gris y el otro azul. Se levantó, mostrando toda su imagen.
—¿Qué haces aquí? —preguntó, más que asustada, nerviosa.
La chica tenía un vestido corto con numerosos volantes y una chaqueta sin mangas de cuero, portaba guantes del mismo material y tenía dos calcetines distintos, uno a rayas y el otro liso. Su pelo era castaño, lo único normal en toda su imagen. ____ se sintió algo incómoda.
—¿Quién eres? —preguntó la peliblanca, confusa.
—¿Cómo has llegado aquí?
—Yo he preguntado primero.
—No amiga, yo pregunté antes que tú.
—No sé qué hago aquí, ni cómo he llegado —comentó, rendida—. Ahora dime, ¿quién eres?
La castaña tardó unos segundos en reaccionar mientras la miraba detenidamente, pero cuando lo hizo, se dirigió al cuaderno que antes había dejado y se puso a revisarlo, lanzándole miradas acusadoras a veces. Se dirigió de nuevo hacia ella y levantó la camiseta como minutos antes lo hizo Jeff, viendo la gasa agujereada y sangrando.
—¿Pero quién te crees que eres? —preguntó ____, cabreada y apartándose con un brusco movimiento y colocándose de nuevo su ropa con algo de sangre.
—¿Jeff te hizo eso?
—A ti qué te importa, sácame de aquí, no sé siquiera quién eres.
—Oh —reaccionó, hizo una reverencia exagerada—. Puedes llamarme MixRock —Sonrió.
—Bien, MixRock. Yo soy Dakota, un placer.
De algún modo, esa extraña no le transmitía el odio que transmitían normalmente los creepypastas, no parecía uno de ellos y se vio ligeramente sorprendida cuando la vio. El primer pensamiento que se le vino a la cabeza era que aquello no era más que un sueño, no había otra explicación, así que decidió seguirle el rollo.
—No, no te llamas así —dijo riendo levemente, haciendo a la chica dudar.
—____ —dijo vendiéndose y cruzando sus brazos.
—Ya, igual, pero tienes que irte —Empezó a empujarla hacia el lugar donde se suponía que había aparecido esquivando algunos muebles.
—¡Espera! —Dirigió su mirada a una pared—. ¿Esa soy yo?
