Final Launghing Jack

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Escuchó unos ruidosos pasos acercarse, ella al segundo ya se había dado la vuelta y apuntado con la linterna a la maleza. Dio unos pasos atrás al ver una sombra, al instante se escondió tras uno de los muchos árboles y observó más detenidamente la criatura que se acercaba: era alto y delgado, pero no tanto como el hombre sin cara, los brazos eran largos y los hombros robustos. A medida que se acercaba la pequeña se llevaba una mano a la boca para evitar gritar de terror puro. "No, no, no, ¡no! ¡Esto no puede estar pasando! Él no..." gritaba en su mente.

Esa sombra portaba ropas en blanco y negro, tenía la cara completamente blanca, un pelo alborotado negro y una nariz picuda de los mismos colores, la chica no tenía escapatoria, ya le había apuntado con la linterna e intercambiaron miradas. L. Jack sonrió con sus afilados dientes, ella daba un paso atrás mientras el monstruo daba dos adelante. Rió con fuerza mientras la otra temblaba, estaba en shock.

-¿Quién lo diría? Volvemos a encontrarnos -Cerró los ojos con total tranquilidad.

____ salió corriendo de ahí lo más rápido que pudo, pero él negó con la cabeza y agitó uno de sus dedos en el aire. Cuando la chica se dio cuenta, unas manos agarraron sus talones y tiraron de ellos haciendo que cayera con fuerza al suelo y la arrastraran por la tierra,

 Cuando la chica se dio cuenta, unas manos agarraron sus talones y tiraron de ellos haciendo que cayera con fuerza al suelo y la arrastraran por la tierra,

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gritaba de dolor y terror a la vez. Sus pies se elevaron al aire y quedó boca abajo cara a cara con el payaso.

-Creo... que tenemos algo pendiente.

Ella lloraba a mares, gritó por ayuda un par de veces, con algo de retraso reaccionó sacando de su bolsillo la navaja que siempre tenía al alcance, le apuñaló con furia pero la cabeza de su oponente había reaccionado con rapidez. Las garras de L. Jack se clavaron sin piedad en sus tobillos como respuesta, a pesar de que para la chica el dolor era menos gritaba con todas sus fuerzas, como no lo hizo la primera vez.

Paseó su dedo índice alrededor del ojo derecho de la peliblanca, que lloraba a mares desde el primer momento, sin previo aviso, enterró la larga uña de este con fuerza, la chica chilló de dolor, ya no podía ver nada. Sintió cómo era arrancado de cuajo, era insoportable. Pero ya lo había sentido una vez, hace un año para ser exactos, como no, ese era su castigo por haber vuelto.

Con desprecio se deshizo de él arrojándolo al suelo, antes de que soltara sus pies. Su cabeza se estampó contra el suelo dejándola casi inconsciente, aunque al instante fue alzada de nuevo aunque esta vez por las muñecas, la sangre ya había empapado ambos rostros. La chica pataleó todo lo que pudo hasta que L.Jack, cansado, empezó a estirar cada brazo al lado contrario, éstos cada vez se tensaban más y más hasta que ella pudiera sentir cómo eran arrancados poco a poco. Gritaba y gritaba de dolor entre quejas y llantos, incluso gritaba ayuda con el nombre de uno de los proxys de Slenderman mientras movía sus piernas frenéticamente en vano, hasta que de repente uno de los brazos se separó del tronco con un sonido no muy agradable para muchos. Un enorme charco de sangre cayó al suelo seguido del cuerpo desmontado. El asesino no paró de disfrutar la escena, sonreía triunfal mientras admiraba su obra de arte, luego se fue de la escena. Con suerte algún mortal la vería y gritaría, delatando así su posición para así momentos después unirse a ella.

Lɪɢʜᴛs 〇ԲԲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora