Ha pasado un año desde que ____ se escapó los creepypastas.
Ahora trata de vivir una vida normal en una pequeña ciudad, pero, fue demasiado ilusa.
Ahora se ve envuelta de nuevo en un manto de árboles, rodeada de temerarios asesinos, ¿logrará sobrevi...
Escuchó una ligera risa proveniente de uno de sus lados, ella se giró acongojada hacia ambos lados, pero no encontraba nada. La risa volvió a hacerse presente.
—Otra vez no... —dijo con cansancio.
Avanzó a paso rápido entre los árboles, pero rápidamente apareció una pesada figura que trató de abalanzarse sobre ella, en un acto de reflejo instantáneo se echó a un lado. Y sin saber a lo que se enfrentaba, corrió aún más de lo que estaba haciendo
____ se tropezó con una rama, pero no se permitió el lujo de caerse, siguió corriendo esquivando rocas, raíces y troncos. Jadeaba de manera muy rápida, no quería mirar atrás. Sentía cómo la sangre caía debajo de la venda que llevaba entre su codo y el hombro izquierdo, así que se lo agarró con fuerza.
Corría torpemente, medio cojeando y sin prestar mucha atención a su alrededor, y ese fue su peor error.
"¡PAS!"
Un terrible sonido metálico recorrió esa zona, seguido de un grito horrible de dolor.
La chica cayó al suelo, mirando su pie, ahora atrapado y enterrado entre los dientes de una trampa para osos, le dolía demasiado, no había sentido nada igual. Entre quejidos trató de liberarse el tobillo izquierdo, pero se resbalaba el metal de sus manos y se introducía más, la sangre se expandía en cada vez más cantidad sobre el suelo. No había escapatoria.
Así que se arrastró por él para llegar a esconderse entre la hierba, aunque de poco iba a servir, la incontable cantidad de sangre delataba su posición, da igual cuánto recorriera, estaba perdida.
Se tapó la boca ahogando sus lamentos, quejidos, gritos y súplicas al oír unas pisadas que retumbaron en los oídos de la pequeña.
De repente, alguien pisó la trampa que retenía a ____, de esta manera se internó aún más en su pie, rompiendo el hueso más de lo que ya estaba. Ella gritó, manteniéndose tumbada de forma lateral, eso no tenía mucha pinta de cicatrizar. Se puso boca arriba.
—____, ____, ____... —vaciló el usuario, no muy reconocible para la niña—. Mi dulce y pequeña ____, ¿te gustan nuestros nuevos juguetes? Nos encanta escuchar los gritos de las personas desgraciadas que se atreven a meterse aquí, sabiendo que no pueden salir por más que lo intenten. No te mata, pero duele, ¿verdad? —La voz se ocultaba tras algo, el sujeto se acercó al cuerpo de la chica quitando su pie, se puso de cuclillas a su lado, levantó su cabeza a la fuerza.
Tenía la característica máscara y conjunto del recordado Masky. Con su irreconocible expresión detrás de una fría en blanco y negro. ____ se quedó callada, le miró con odio. Él por otra parte, rió y sujetó con sus dos manos su cara, para poder mirar su cicatriz que se extendía debajo del parche.
Por otra parte, la chica sólo miró los ojos del asesino detrás de las cuencas de su máscara, que le daba un aire siniestro y más tenebroso. Ella movió su cabeza para zafarse del agarre.
—Dime, ____, ¿qué debería hacer? —Se puso de cuclillas liberando su cara, la pequeña miró al suelo, derrotada—. Cumplir las órdenes del jefe, o... dejarte aquí tirada a ver qué te ocurre —Con una mano sujetó la barbilla de ____, levantando de nuevo su mirada—. Vendrá alguien de todos modos, Hoodie, Toby, Jack, el otro Jack... Las posibilidades son infinitas, ¿no crees? Incluso el sonrisitas es capaz de cruzar nuestro territorio para divertirse contigo, ¡eres el centro de atención! Todos quieren un pedacito de tí, ¿no estás contenta? —Se acercó a la oreja de la indefensa, pegando el material de su máscara con la piel, haciendo que a ella le recorriera un escalofrío por los lumbares—. Vas a quedarte con los asesinos de los que hace un año eras seguidora, hasta tu muerte.
____ intentó que el miedo no recorriera su aura, pero era imposible con tanto dolor. Masky se levantó, orgulloso del discurso que acababa de improvisar, miró la venda de su brazo, por el que salía un pequeño riachuelo de sangre, sin dudarlo lo pisó, en su interior disfrutaba de los gritos de la chica, aunque por fuera parecía indiferente. Apretó aún más, ella trató como pudo de agarrarse el brazo para detener el sangrado o por lo menos liberarse del pie. Pero lo único que hacía Masky era que saliera la mayor de cantidad de líquido carmesí posible.
—¡POR FAVOR! ¡POR FAVOR PARA! ¡NO PUEDO MÁS! ¡TE LO RUEGO! —gritaba. El pie se alejó de ella, dejando la oportunidad de que con la mano derecha se aferraba a la herida con fuerza. Dolía.
—No acabas decir eso —dijo el chico entre risas que cada vez se hicieron más fuertes.
Empezó a marearse, ¿qué iba a pasar en el poco futuro que le quedaba? Cerró los ojos y apoyó la cabeza en el suelo. Masky sacó una navaja y la miró unos momentos. Suspiró.
—Sí... A la orden.
Él se sentó encima suya sin cuidado alguno por el estado de ____ y cogió la navaja con sus dos manos, listo para apuñalarla, pero la niña se resistió agarrando el filo haciendo que sus palmas se cortaran de forma preocupante, pero no zafó su agarre.
—No te resistas ____ —detrás de esa máscara ella sabía que estaba sonriendo, como si se tratara de un juego.
—¡Te lo suplico! Déjame ir. ¡No volveré!
Masky la ignoró y en un fugaz movimiento el filo fue internado de nuevo y en el mango y las piernas del asesino atraparon las extremidades restantes, ella ya no se podía mover. La navaja se empezó a incrustar en su pecho lentamente, ____ abrió el ojo más de lo que estaba, ahogándose con sus propios gritos, no podía apenas hacerlo, las lágrimas salían sin parar y ella ni siquiera parpadeaba.
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La chica no se movía, tenía los ojos y la boca abierta. Masky, por otra parte, miró su cuerpo cubierto de sangre, luego el de ella, y detrás de la máscara rió. Alguien llamó su atención.
—Parece que te has divertido.
—Calla Jeff, ya se había convertido en algo personal.
—¿El gran Masky matando por algo personal? —alabó el asesino de la sudadera blanca en un tono exagerado—. ¡VENGA YA! ¡JA, JA!
Y una vez más, el enmascarado corrió hacia Jeff listo para una pelea a muerte si huviera la oportunidad.
