Lɪɢʜᴛs 〇ԲԲ

Capítulo 9 - Oscuridad

—Juguemos pues —habló el pelinegro sacando un gran cuchillo del bolsillo de su sudadera—, hermano.

—Tú no eres mi hermano —gruñó Liu.

Acto seguido corrió hacia él con notable furia para comenzar a pelear en un intento de vengar a su difunta familia, su enemigo por otro lado se lo tomaba como un divertido juego, aunque él debía confesar de que era mejor que otras personas con las que se enfrentó antaño.

Unos pocos metros más atrás, la pequeña ____ se ocultaba detrás de un tronco, tratando de conseguir su bandolera y salir lo más pronto de ahí, ya que dentro de esa bolsa de tela tenía todo lo necesario: agua, comida, vendas, alcohol... Liu gritó al recibir una puñalada en el abdomen, aprovechó el ruido para cogerla con rapidez y correr como podía entre la vegetación, miró ligeramente hacia atrás para no denotar ninguna criatura que la siguiera. Siguió unos minutos más para detenerse y recuperar la respiración, colocó la linterna en su muñeca y el parche, que al parecer Liu había guardado, en su sitio correspondiente.

Hablando del rey de Roma, el castaño estaba entre la espalda y la pared, o contra el suelo si nos alejamos de las expresiones, mientras que su agresor colocó la sucia suela del zapato en la profunda herida que anteriormente fue provocada, haciendo que el menor se quejara con fuerza. Jeff se acercó más poniendo los brazos en la pierna que presionaba cada ver más la puñalada, sonrió triunfal.

—Quién lo diría, tras tantos años eres tú el que termina muriendo.

—No sabes por lo que he pasado para llegar hasta aquí.

Cuando se quiso dar cuenta el pelinegro recibió una fuerte cuchillada en su tobillo, se retorció de dolor tumbándose al suelo y al momento trató de levantarse, su exhermano hizo lo mismo y se llevó la mano al manchado corte, no sabía si iba a sobrevivir a ese encuentro, fue dando pasos cortos apoyándose en los numerosos troncos para sostener su equilibrio.

—No escaparás —avisó el segundo herido. Con rapidez avanzó a pesar de su lesión en el pie, no parecía afectarle el dolor—. ¿Quieres saber lo que sentí... al matar a mamá y papá? —Rió levemente —. Me sentía liberado, feliz, por fin había liberado a mi verdadero ser... ¿Y sabes qué? Dejaré que te vayas, para que mueras lenta y dolorosamente.

—¡Cállate! —respondió, dándole un puñetazo en la cara cuando notó su cercanía demasiado próxima.

Jeff recibió un fuerte golpe en su mejilla izquierda, haciendo que el dolor se intensificara por culpa de los cortes que la atravesaban, por reflejo se llevó la mano a ésta, luego soltó una pequeña carcajada silenciosa sorprendido a la vez. Los dos se miraron a los ojos, pero Liu tenía mucho peor aspecto, él se tambaleó aún sujetándose al árbol, no pudo evitar caerse a un lado.

—No lo entiendes, ¿verdad? —dijo en la misma posición—. Yo no puedo morir.

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Grace tenía miedo, mucho miedo, abrazó sus piernas temblando, las cuerdas que la retenían hicieron del acto un obstáculo. Su barriga rugió con fuerza por quinta vez en la noche, además de que tenía frío con la carencia de su abrigo.

Escuchó alguien venir, levantó la cabeza débilmente para ver a al chico del pasamontañas negro, trayendo a alguien consigo.

—Jake... —La chica entrecerró los ojos para intentar ver mejor, pero sus sospechas fueron confirmadas— ¡Jake! —Su voz no daba a más.

El nombrado fue empujado al suelo con ferocidad, estaba inconsciente, su amiga se arrastró para abrazarlo. El encapuchado ya había desaparecido hace rato y ella estaba desesperada. Quería gritar, llorar, e incluso matar a alguien para liberar toda su furia, pero solo tenía el lujo de la segunda opción, así que se aferró más al cuerpo de Jake, hundió su cabeza en su pecho con esperanza de que su amigo despertara pronto.

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Las hojas crujían al ser pisoteadas por la peliblanca, ya estaba más tranquila al alejarse de tal pareja. Se sentó en un tronco caído con algo de musgo, apuntó la linterna al suelo al igual que su mirada, no quería mirar a ninguna parte, podría haber cualquier cosa en la oscuridad —como sus pesadillas—. Le dolía mucho la cabeza, lógico ya que había encontrado un par de notas o dibujos característicos de Slender, ella sabía que él sabía que estaba allí. Y seguramente se encontrará pronto con sus siervos, o "proxys" también conocidos.

____ se levantó tras unos minutos de cenar, dio unos cortos pasos hasta un tronco, y alumbró éste con la linterna, para observar con más detenimiento una de las hojas nombradas anteriormente, para ser más precisos sólo unos árboles con él entre ellos. La chica parpadeó varias veces, el dolor se intensificó, así que decidió irse de ahí cuanto antes. Hubiera querido cogerla y romperla en miles de trozos, pero tampoco quería morir de forma evitable.

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