Lɪɢʜᴛs 〇ԲԲ

Capítulo 18 - Farewell [FINAL]

Grace bajó la colina como pudo, Dakota encima de ella, trataba de sujetarla como pudo. No escuchaba nada, ese grito se había calmado, aunque el ambiente seguía tenso, MUY tenso.

Toby... ¿Quién era? Recordaba haber escuchado ese nombre un par de veces. ¿Sería amigo de Dakota? No, no se llamaba Dakota, era ____, su nombre era ____.

—¿Grace? —musitó la anterior mencionada.

—Ya llegamos, ¿ves eso? Son luces, luces de la policía.

—Ya viene —____ agarró con fuerza el cuello de la rota sudadera de su amiga, se aferró como puso con las pocas fuerzas que tenía—. Ya viene.

—¿Quién?

—Slenderman, viene Slenderman.

Subió el ritmo. El terreno se había aplanado así que fue más fácil. Solo tenía que ir todo recto, no parecía que estuviera tan lejos.

La morena miró a su alrededor, veía a alguien corriendo.

—____ —la llamó—. ____, estoy viendo a alguien.

La peliblanca ahogó un gritó en el hombro de Grace, agarró su cabeza con una mano.

—Siento como si me fuera a explotar.

—Te la exploraré yo misma si no salimos de este lugar. Hay alguien con sudadera blanca, lo veo correr cada vez más cerca.

—¿Sudadera blanca? —repitió, nerviosa. Comenzó a patalear—. Suéltame, bájame.

—¿Seguro? —Grace no se detenía.

____ se bajó sola y comenzó a correr. Su amiga la siguió de cerca. Miraba todo el rato hacia atrás y a los lados, veía a alguien muy rápido desaparecer y aparecer en cada árbol que le tapaba.

—Espera... ¡Conozco este sitio! He estado aquí cuando jugábamos a Wick —dijo Grace con una sonrisa en la cara—. ¡Por aquí!

Cogió a ____ de la mano y cambiaron de rumbo. Avanzaron sobre troncos y un riachuelo, hasta que llegaron a unos postes muy altos, donde en su cima había una pequeña casa.

—Aquí hemos estado Jake y yo...

Subieron con prisas, abrieron la puerta que seguía abierta y la cerraron con el típico cerrojo del baño. Las paredes estaban todas con ventanas, así que podían ver todo el bosque.

—¿Hola? ¿Me recibe alguien? —habló por la radio que había en una mesa.

____ se tumbó en la cama, agotada, intentó recordar qué camino tomó Jake, asomó su cabeza por la ventana y vio la carretera muy cerca.

—¡Gracias a Dios! Estamos en una caseta de un guardabosques vacía. Al este del bosque. Me llamo Grace Portman, estoy con _... Dakota Evans. Acabamos de huir de unos asesinos, y han matado a Jake —Sus ojos de empaparon con la última frase—. Por favor enviad ayuda.

La menor salió del lugar, se asomó a la barandilla de madera, entrecerró el ojo. Entre las hojas de los árboles podía ver una melena negra.

—Grace, date prisa —avisó, volviendo a entrar y cerrando la puerta—. Date prisa.

Su cabeza volvió a explotar, se tumbó en la cama, cerró los ojos.

—¡Ya voy! —contestó alterada—. Sí, sí, somos nosotras... ¡Escucha cara mierda! —Golpeó la mesa con la palma de la mano—. ¡Me suda tres cojones lo que nos vayas a preguntar cuando salgamos de aquí! Nos están siguiendo, y creo que ya saben dónde estamos, ¡así que moved vuestro puto culo rojo y azul y venid aquí!.