Capítulo 17 - Mortales

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Dio unas leves palmaditas a la cara de su compañera para que despertara. ____ no tardó en abrir los ojos.

—Lo siento —Se refugió en sus brazos que yacían mirando arriba por las ataduras—. Lo siento, lo siento, lo siento.

—Cállate —dijo Grace—. Estoy cansada, así que no nos pongamos como gillipollas y salgamos de aquí.

Con hueso en mano, se dispuso a cortar las sogas que estaban internas a la pared, mientras se preguntaba por qué la habían atado así y no como a Jake y ella. La peliblanca se liberó los pies ella sola y se acercó a la ventana, mirando lo cerca que estaban del suelo.

—Hay que hacerlo con sigilo, ni siquiera iré a por mis cosas.

Grace rompió el cristal con el hueso, hizo bastante ruido que la alteró. Luego rompió las tablas de madera con su propio codo.  

—Ale, vamos—Se dispuso a subir, pero fue detenida.

—¿No piensas en que vas a cortarte? Pueden seguir tu sangre.

—Pues simplemente se tapa.

—No sé si me has visto, pero estoy hecha como una mierda, y mira cómo he acabado.

—Pues nada.

Siguió rompiendo las afiladas esquinas hasta que fue seguro apoyar la mano en el marco de la ventana. Ella saltó primero y se pegó a la pared, ____ salió después. 

Las dos se miraron entre sí y comenzaron a correr por la derecha, justo al lado contrario de la parte rota del edificio.

____ se fijó que estaban a una altura donde se podía ver el pueblo desde allí, a mucha distancia, pero también una carretera.

—Por allí —La señaló, estaban a unos trescientos metros.

Subieron la velocidad al ir bajando la colina. Pero escucharon un trueno horrible que se hacía pasar por grito, fue tan aterrador que eso las hizo detenerse y mirar hacia atrás.

—¿Qué ha sido eso? —preguntó alterada Grace.

____ iba a contestar, totalmente asustada, pero se agarró la cabeza, gritó de dolor, sentía como si la estuvieran rebanando la frente lentamente, cayó al suelo temblando de dolor y sin dejar de chillar.

—¡Dakota! ¿Qué te ocurre? ¡¡Dakota!! —La zarandeó violentamente—. ¡Nos van a descubrir!

____ se hizo una bola en la hierba, Grace resopló, y trató de levantarla a la fuerza.

—Ya vienen... —susurró—. Corre.

—¿Qué dices? No te voy a dejar así, no después de...

—¡No me he pateado bosque entero para que mueras ahora! —interrumpió—. ¡He dicho que corras! —El grito se transformó en un llanto de nuevo.

Grace se quedó quieta un momento, trató de levantar a la chica y la apoyó en su hombro, pero ella los empujó y pataleó para que la soltara.

—No pienso dejarte aquí.

—Ha muerto... —susurró—. Toby ha muerto. Viene a por mí.

Dicho eso, se desmayó.


Lɪɢʜᴛs 〇ԲԲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora