Capítulo 5 - Despertar

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Se escuchaban pasos acelerados y la puerta abrirse y cerrarse continuamente, Jake abrió los ojos pesadamente, se encontró con un joven y un adulto, los dos desconocidos, era de día.

—¿Qué ha pasado? —preguntó con dificultad.

Vio su cuerpo mientras se acercaban a él, tenía numerosas vendas en sus brazos, y seguramente algunas más debajo de las mantas que le cubrían, intentaba no moverse ya que le dolía. A su lado estaba ____ ya despierta, mirando un programa de subastas en la televisión, aunque parecía que pensaba en sus cosas.

—¿Dakota?

Ella giró la cabeza hacia su amigo, tenía un parche cuadrado blanco cubriendo su ojo izquierdo, por él pasaba una gran cicatriz parecida a las de las películas, y unos leves cortes en la boca por culpa del cuchillo, le miró indiferente, pero cuando se dio cuenta estaba derramando unas lágrimas, se las quitó con las manos y corrió la cortina para quedar aislada de la habitación y que nadie pudiera verla. De repente recordó lo que pasó anoche, y el terror inundó su cuerpo, llevó sus manos a la cara, llorando.

A continuación la puerta de abrió de nuevo y entraron su hermano junto con Madie y Grace, junto con una pareja que parecían los padres de Jake y Josh, los cinco fueron corriendo hacia él y le abrazaron, aunque Jake se quejó de forma sonora, haciendo que le soltaran.

—Tío... —susurró su hermano quitándose las lágrimas—. Me alegro de que estés bien.

—Creíamos que ibas a morir —dijeron sus dos padres a la vez, agarrando la mano de su hijo—, ¿qué ha pasado?

—Yo... Y-Yo...

—Señores —Un par de policías entraron en la habitación—, yo soy el oficial Dylan y ella es la oficial Lucy, si no les importa les tenemos que hacer algunas preguntas a las víctimas.

—Claro —afirmaron todos, se despidieron de Jake y se marcharon por la misma puerta por la que entraron.

Uno de ellos fue a correr la cortina que separaba a ____ de Jake, no sin antes pedir permiso, sin recibir respuesta, asomó la cabeza por el frente. Se la encontró tumbada mirando a la ventana boca arriba, la deslizó para que fuera vista por los presentes. Ella se incorporó quedando sentada.

—He de aconsejaros de que respondáis con sinceridad para que identifiquemos al asesino, ¿podéis responder? —Jake afirmó.

—¿Podemos hacerlo por separado? —la voz de la pequeña sonaba como si estuviera rota, no era la misma que la de horas antes.

—Lo sentimos, pero no está en condiciones de poder irse de la habitación.

Ella podía hacerlo, perfectamente, pero apenas pasaron 12 horas de lo ocurrido y sonaría muy sospechoso, aunque la chica sabía que bajo esas vendas no sentía nada. Suspiró, quitándose las lágrimas de nuevo. Los dos policías se sentaron en las sillas para las visitas. Lucy sacó una libreta.

—¿Recordáis al agresor?

—Tenía —respondió Jake, comenzó a agarrar cada vez más fuerte las sábanas— la piel totalmente blanca, el pelo negro, y... ojos... abiertos de par en par, además de... su... sonrisa... estaba cortada hasta el centro de las mejillas, es... totalmente inhumano, digno de una película de terror.

—¿Sonrisa cortada? ¿Está seguro de que no fue una máscara?

—No lo era, incluso a veces se echaba gotas en los ojos porque no parpadeaba y se metía el cuchillo por los cortes y sacaba la lengua por ellos, era de verdad.

—¿Os inyectó algo...?

—Le juro que era de verdad.

Los agentes se quedaron sin palabras, Lucy apuntó todo lo que decía, ella formuló la siguiente pregunta.

Lɪɢʜᴛs 〇ԲԲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora