Ella estaba rota,
Tan rota como Roma,
Tan rota que rompía hasta todo lo que tenía debajo.
Rompía lo irrompible.
Ella estaba arriba.
Pero fue cayendo,
A ella todo el mundo la quería.
Pero esa llama se consumió en el olvido,
Y la olvidaron.
Y a ella la quemaron,
Con cenizas,
Cenizas de fuego.
Fuego que era peor que el del infierno,
Y no era nada tierno.
Ella quería veneno.
Y siguió cayendo.