Invítame a tu terraza, invítame a tu vida, abre la puerta, hagamos el saludo de niños y subamos al piso de arriba. Paremos en las escaleras a sentarnos, o sigamos hasta el piso, o sentémonos en los bancos, que el cielo sea nuestro techo, nuestra luz la luna y los faroles, que el frío de la noche se pegue a nuestros cuerpos.
No olvides acariciar mi cabello mientras hablamos o estamos en silencio, veamos a los gatos pasear por los tejados. Hablemos del día, del pasado, de la vida.
Mándame a hacer silencio cuando alce mucho la voz, lo siento, a veces no controlo la emoción, no dejes de acariciar mi cabello en el proceso.
Hagámoslo una y otra vez, tu terraza se convirtió en mis noches, no dejes de invitarme, a tu terraza, a tu vida, a mi nueva vida.
ESTÁS LEYENDO
Divagaciones [blog] {historias cortas}
RandomSolo los más valientes y ávidos lectores estarán dispuestos a adentrarse en las más oscuridades profundidades de mi imaginación y con suerte, salir ilesos.