Cada hora del día, cada vez que pienso en ti, estos sentimientos impacientes solo se desbordan.
Sería más fácil si solo te digo que te quiero, pero cuando apareces en frente de mí, mi personalidad resalta e interfiere. Usualmente puedo salir adelante con mi firmeza, porque así es como soy yo, pero no importa cuánto lo intente, nunca he sido capaz de romper la pared que hay entre nosotros.
Quiero que te des cuenta de mis sentimientos, y eso por eso que siempre te envío una mirada de "no sabes cuánto te quiero" con todo mi valor.
Mi corazón está hecho de seda a punto de desgarrarse, y todo esto pasó después de conocerte, porque me di cuenta que soy muy torpe cuando se trata de amor.
Mis cicatrices de amor, aquellas que ya casi creía olvidadas han empezado a doler de repente. Algún día, como lo hago normalmente deberé de decirte que te quiero, o de lo contrario, me volveré más débil.
La razón por la que las cicatrices no sanan cuando tratas de olvidar es porque tratar de olvidar te hace recordarlas.
Doy vueltas, y vueltas, vueltas y más vueltas, pero pienso que es momento de dejar de abstraerme en frente de un reloj que ya está detenido.
Cuanto más intensamente siento que quiero estar contigo por siempre, más pierdo la habilidad de permanecer en un solo lugar.
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Divagaciones [blog] {historias cortas}
RandomSolo los más valientes y ávidos lectores estarán dispuestos a adentrarse en las más oscuridades profundidades de mi imaginación y con suerte, salir ilesos.