Capítulo 5

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*Pov Mikasa*

Lo vi allí alejándose.

Por alguna razón me sentí culpable al estar en esa situación, aunque sabía que no debía estarlo. Se había ido tras habernos observado durante unos segundos que se me hicieron eternos, pero al fin se había ido.

Me concentré otra vez en Jean, que ya estaba tranquilo y después de todo esfuerzo parecía que nuestra amistad estaba bien otra vez, incluso reforzada. Pasamos el resto del día juntos y por primera vez disfruté de su compañía. Esta vez no intentaba ligar y era mucho más fácil hablar con él, eso hizo que se me pasara el tiempo sin darme cuenta. A las siete y media me despedí de él y caminé tranquilamente a mi casa, el verano no iba a durar siempre, y esta maravillosa brisa cálida que tanto me gustaba tampoco. Me entretuve mirando a la nada, sin pensar en nada, sin preocuparme.

La brisa se iba desvaneciendo y al fijarme ya estaba delante de la puerta de mi piso. Al abrir la puerta pude escuchar unas voces hablando justo al lado de mi piso, así que me asomé a la puerta de mi vecina que conducía a un salón que estaba lleno de trastos y cajas de diferentes tamaños, que iban sacando o metiendo de su piso. Allí estaban ella y... el enano. Él entraba cosas mientras ella las sacaba, y por alguna razón tuve un mal presentimiento.

Pensé en no preguntar nada y entrar en mi piso como si no hubiera visto nada. Me giré sigilosamente y de pronto:

Hanji: ¡Mikasa!

Mierda.

Hanji: Te tengo una sorpresa muy grande, no, grande no... ¡Titánica! – La loca ya empezaba a emocionarse otra vez... - ¡Me mudo!

No me afectó mucho la mudanza de "la loca", simplemente pensé en como iban a ser mis nuevos vecinos. Sin embargo... ¿Por qué tanto lío con entrar trastos en ese piso si de todas formas se iba?

Mikasa: ¿Entonces por qué estáis entrando cajas en el piso? - Dije sin más.

Hanji: ¡Ah, sí! La otra parte de la sorpresa es que Levi va a ser tu nuevo vecino. – Lo dijo sin darle importancia alguna. - Bueno, os dejo que me espera mi Erwin – Se esfumó.

U-un momento... ¡¿Qué?!

*Pov narradora*

Mikasa se quedó quieta en el sitio por el impacto de la noticia. Segundos después su expresión molesta volvió a aparecer, dispuesta a reaccionar de la manera que fuese:

Mikasa: No, no y no. Me niego a vivir a tu lado, ¡vete a vivir con los pitufos! – Dijo mirando de manera asesina a Levi, que acababa de salir del piso entrando en la conversación.

Levi: Ten más respeto mocosa engreída. Tú no influyes en mis decisiones. – Miró a Mikasa con una expresión molesta como la que tenía ella, como si compitieran.

Mikasa solo sentía que Levi sería un impedimento para conseguir el corazón de Eren. Ahora vería todos los días su cara, que le recordaba ese estúpido beso que le hacía sonrojar sus mejillas... Se tuvo que reprimir y aceptar esa situación. De cualquier modo intentaría evitarlo aunque fuera más difícil no encontrárselo.

Mikasa: ¿Y por qué te tienes que venir a vivir aquí? – Dijo con aires de superioridad.

Levi: Mi prima prácticamente me lo ha regalado y por lo tanto me quedo – Se lo dijo cruzándose de brazos y como si estuviera hablando con una niña de cinco años, acto que hizo que a Mikasa le hirviera la sangre.

Mikasa: Haz lo que quieras pero asegúrate de no meterte en mi vida.

*Pov Levi*

Levi: ¿Cómo lo hizo ese imbécil esta mañana? – Lo había dicho, no tenía pensado hacerlo pero ¿qué más daba?

Mikasa: Hago lo que quiero con mi vida y voy a ir con quien quiera ¿de acuerdo? – Que insolente era esa niñata tan diabólicamente hermosa...

Ya está, me estoy descontrolando otra vez... Me acerqué a ella, como lo había hecho estos últimos días dando un golpe en la pared que ella tenía detrás. Me acerqué a su oído para susurrarle, por lo que había visto hasta ahora era muy sensible para este tipo de cosas y eso me encantaba:

Levi: No me hagas disciplinarte como la última vez.

¡Zas! La puerta de la chica se cerró con un portazo.

Se fue tan rápidamente que solo pude ver como su tan oscuro pelo se movía con el viento, dejando un olor a manzana en ese espacio que compartíamos hacia solo unos segundos y que no quería abandonar.

Había entrado en su casa dejando un ambiente melancólico.

Suspiré y me quedé sin entrar en mi nuevo piso, parecía que si entraba, ese nuevo olor que acababa de aparecer se iría de allí y la dueña de esa fragancia no saldría nunca por esa puerta que estaba siempre cerrada para mi.

~ Continuará ~


¡Bien! Este capítulo ha sido bastante corto... Intentaré subir capítulos más a menudo pero estoy ocupada estos días así que me puede ser un poco difícil.

Me gustaría agradecer a las personas que leéis este fanfic y que comentan en todos los capítulos. Me alegra saber que os gusta la historia a pesar de que sea una principiante... :)

¡Para los que sigan el manga de Snk ya pueden ver los spoilers del capítulo 84! (Yo lloré :'()

Ni en un millón de añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora