Capítulo 6

584 60 18
                                    

*Pov Mikasa*

Y allí estaba, otra vez intentando despejar mi mente de cosas innecesarias. Tras haber tenido una noche de pena por culpa de mi ahora "estúpido vecino". Había huido de él sin saber el porque. Mis piernas habían reaccionado por si solas y eso no era propio de mí. No había huido nunca de esa manera tan cobarde, siempre enfrentaba quien fuese que se interpusiese en mi camino y ese enano no era diferente de los demás. A partir de ahora no sería la Mikasa amable como lo había sido hasta ahora. Practiqué lucha durante muchos años, hacía ya mucho tiempo, y si ese imbécil me volvía a poner entre las cuerdas, iba a usar la fuerza bruta que poseía.

No iba a huir, ya no.

*Pov Levi*

Me desperté como un día cualquiera tras haber oído golpes en la pared durante toda la noche, supongo que la mocosa se estuvo dando cabezazos contra la pared por su huida de anoche. Nunca hubiera pensado que había en el mundo chicas que aún se sonrojaran por la más mínima cosa, o al menos eso creía. Me la imaginaba dándose golpes en la cabeza con un rubor hasta las orejas y me dio mucha ternura, es decir... me hubiera gustado ver su cara durante más tiempo, esa expresión que intentaba ocultar y solo la pude apreciar durante unos míseros segundos, se convirtió en la primera maravilla que existía en el mundo, nada se podía comparar con eso, nada.

Me fui a comprar unos productos de limpieza al centro porque los que tenía se estaban gastando y si no iba ahora, un día me quedaría sin ellos cuando me hiciesen falta. Me demoré hasta llegar a casa, mirando atentamente el recibo de mi compra, que había llegado a niveles desorbitados.

Oí una puerta que se abrió de golpe dando paso a un ruido muy molesto, que captó mi atención ya que era justo al lado de mi casa, miré y me encontré a la pelinegra acercándose a mí con paso decidido y mirándome fijamente a los ojos, cosa nueva para mí. Ella siempre me desviaba la mirada y ahora posaba sus grandes ojos plateados en mí, solo en mí. Se puso delante de mí y se posicionó con una posición de superioridad, señalándome con el dedo índice:

Mikasa: A partir de ahora no te saldrás con la tuya. ¿Me has oído? ¡No voy a huir de nada nunca más! ¡Soy fuerte, más que tú!

Me quedé parado por el tono en que había hablado, parecía una niña pequeña aparentando ser una superheroína de la televisión.

Levi: Ehm... Vale?

Parece que reaccionó y recuperó su compostura de nuevo.

Mikasa: ¡P-pues eso! Estás avisado.

Se alejó por la calle medio corriendo.

¿En serio ha venido con esa cara solo para decirme esa tontería?

Entré en mi piso y me puse cómodo, esta noche iba a salir con Hanji, Erwin y Farlan, aunque supongo que estaría toda la noche con Farlan porque "la loca" y "el cejas" estarían en su mundo de corazoncitos. Solo habíamos planeado ir de copas a un bar o una discoteca. No nos veíamos desde hacía tiempo con Farlan y por lo menos tendríamos de qué hablar.

De momento tenía todo un día por delante antes de la salida, así que después del numerito que me había montado la que ahora vivía a mi lado decidí ir a dar un paseo para despejarme, ya que últimamente no dormía demasiado por las noches y un poco de tranquilidad le iría bien a mi cuerpo.

Antes de salir comí un poco de carne, y salí por la puerta rápidamente con las manos en los bolsillos, ahora estaba más en mi casa que en otras partes... No sabía a donde ir por lo que dejé que mis piernas hicieran el camino sin pensar demasiado. Cuando estaba caminando, al rato topé con un banco. 

Por alguna razón acabé en el banco en el que esa niñata estaba durmiendo el primer día que la conocí. Ella no ha cambiado tanto desde que nos encontramos por primera vez ¡Maldición! Porque todo lo que hago o pienso está relacionado con ella? ¿Levi, quieres dejar de pensar en idioteces? Me senté allí dejando todo el peso de mi cuerpo descansar, solo me estaría sentado unos minutos, si, unos minutos...

Ni en un millón de añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora