Ni en un millón de años

Capítulo 19

*Pov Levi*

Hacía ya media hora que estaba "conversando amistosamente" con la pelinaranja, y esta parecía no entrar en razón respecto a Mikasa.

Petra: ¿Y por qué no puedo besarla? - ¿Es retrasada o solo me lo parece a mí?

Levi: Simplemente no puedes, acéptalo. - Me estaba llevando al límite una mocosa que no era mía. Miré hacia mi azabache y esta nos miraba con un posado amenazante, dios, que bonita es. Un grito me sacó de mis pensamientos, y vi que Petra aún seguía soltando estupideces por esa boca. - A ver, niña, si tienes esa clase de intenciones te voy a pedir "amablemente" que te largues ahora mismo, incluso te podrás quedar en mi casa, pero a ella no la tocas.

Petra: Mikasa, ¿verdad que yo no tengo malas intenciones? - Le dijo haciendo un puchero. - Déjame dormir contigo esta noche, Levi me está asustando... - Que. Demonios. Dice. Esta. Loca.

Levi: ¡Por encima de mi cadáver! Tú de buenas intenciones tienes lo que yo tengo de rubio. - Giró la cabeza poniéndose de morros. 

Petra: ...Querrás decir lo que tienes de altura. - Dijo susurrando para si misma.

Levi: ¡Serás...! - Esa pelichorizo me estaba agotando los pocos nervios que tenía en mí. Estaba dispuesto a devolvérsela, pero un grito a mi espalda me interrumpió.

Mikasa: Los dos... ¡Fuera de mi casa! - Hasta gritando con esa pose amenazante me encendía, pero parecía que eso lo hablaríamos en otra ocasión.

Petra: P-pero, Mika... - Eso es, haz que se largue. Me crucé de brazos con una posición de superioridad ante esa cría.

Mikasa: ¡A la casa del enano que te vas! - ¿Qué...?

Levi: Oe... Mikasa, eso lo dije por decir, yo... - No me va a meter a esa en casa, ¿no?

Mikasa: ¡Pues haber pensado tus palabras! Estáis molestando a los vecinos, y al final me van a echar las culpas a mí. Fuera, ahora. - Maldita Petra, por su culpa no había podido "hablar" con Mikasa. Bueno, puede que no fuéramos a hablar demasiado (haríamos cosas más importantes), pero hoy ya había perdido la oportunidad.

Nos empujó hasta fuera de su casa, sacando las maletas de Petra consigo. Cerrando la puerta delante de nuestras narices con un fuerte golpe.

Levi: ¡Tch! Todo esto ha sido por tu culpa, estúpida. - Me dio un golpe en el brazo, quedándose de morros de nuevo.

Jean: Petra... ¿que haces aquí fuera? - Un individuo apareció por nuestras espaldas, era ese imbécil que siempre se pegaba a Mikasa.

Petra: ¡Oh! Primo, me tendrás que acoger en tu casa por un tiempo... - Puso ojos de cachorro a su primo.

Jean: Pero... ¿No estabas viviendo con Mikasa? - Arqueó una ceja, y la cría intentó mostrarle una sonrisa inocente, al parecer provocando el efecto contrario. - ¿Qué has hecho, Petra?

Petra: ¿Yo? Nada... - Giró los ojos, intentando que las sospechas hacia su persona se disiparan. El imbécil suspiró ante el hecho que su prima había provocado una situación de las suyas. - Debe estar en sus días... Sabes que la quiero mucho.

Jean: Vamos, Petra, te conozco. Te has vuelto a enamorar, ¿verdad?

Petra: Ella es diferente, el destino nos ha querido unir, ¡es el amor de mi vida! - Dijo dramáticamente. A esta chica se le daría de cine el ser una actriz.

Jean: Ya, ya... Ya he oído esa misma historia demasiadas veces para mi gusto. ¿Pero que hace él aquí? - Me señaló directamente.

Levi: Pff... ¿Y que se supone que haces tú a estas horas delante de la casa de la mocosa? - Le miré desafiante.

Jean: Y yo que creía que esa rabia hacia mí ya la habías superado... - Dijo riéndose como un crío.

Le cogí la camisa, amenazándole.

Levi: No soy alguien de quién te puedas reír, My Little Pony. - Parece que el apodo le molestó, para mi alegría.

Se soltó de mi agarre y se dirigió a la puerta de Mikasa, no sin antes darle unas llaves a Petra.

Jean: Petra, aquí tienes las llaves de mi casa, como estoy seguro de que la culpa de que te haya echado Mikasa de su casa (vaya juego de palabras) te las vas a apañar tú solita para llevar estas maletas. Por cierto, hay... un amigo en casa, esta durmiendo en mi cama porque mañana tiene que madrugar, así que ni se te ocurra molestarle. Yo por mi parte me voy a quedar aquí un rato. - Se giró hacia mí. - Porque Mikasa me lo ha pedido. - Dijo mostrándome una sonrisa burlona... Cuánto lo odio.

Petra: Qué cruel, primo... - Hizo un puchero recogiendo ya sus maletas, tiradas de mala manera por el suelo.

Levi: ¡Tch! Me voy. - No tenía ganas de oír nada más de ese caballo.

Al dirigirme a mi apartamento pude percibir como se abría la puerta de al lado. Mikasa se asomó y dejó entrar a ese en su apartamento, mientras él me sonreía aún a modo de burla.

Jean: Gracias, Mikasa. Hace un ligero viento aquí a fuera, ya lo dijeron en las noticias. Lo que no mencionaron fueron los celos que se perciben en el aire. - Maldito...

Le lancé una última mirada amenazadora y entré en mi casa dando el portazo más fuerte que fuera posible.

Esto no iba a quedar así, ni con el pony ni con mi azabache. Mañana hablaría con ella, eso sí, siempre que "él" no estuviera presente, aunque para mi desgracia mi instinto me decía que pasaría la noche en su casa.

~ Continuará ~

¡Vuelvo otra vez!

Este capítulo me ha salido cortito, lo admito, y no ha habido tantos momentos RivaMika como a mí me gustaría, pero C'est la vie, mon amie.

Estoy escribiendo varios capítulos por día (solo dos xD) aprovechando las vacaciones, ya que a pesar de que justo estamos empezando las esperadas vacaciones, estas son cortas, y por septiembre y con el comienzo de un nuevo curso no tendré tiempo, por lo que intentaré publicar tantos como me sean posibles. ¡Preparáos para un montón de capítulos para estos meses! Estaré de vacaciones a finales de julio por lo que quiero dar este aviso, (Ale, atentos todos y todas):

Tan pronto como este capítulo llegue a un mínimo de 15 estrellas subiré el siguiente (ya lo tengo escrito y revisado, por lo que solo me lleva hacer un clic), es decir, si llega a las 15 estrellas hoy pues vais a tener el siguiente este mismo día, sino esperaré dos semanitas.

Hasta otra~

¡Votad y comentad!