Capítulo 13

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*Pov Mikasa*

Estábamos en mi habitación, la que ahora compartíamos. Petra estaba sentada en su cama, la que había preparado para ella a unos metros de la mía. Ya hacía varios minutos que había estado sonriendo mientras escribía en su teléfono móvil, y ciertamente sentía curiosidad y una extraña sensación de querer saber quien estaba al otro lado de la pantalla.

Mikasa: ¿Quieres algo para tomar?

Petra: No, gracias. - Siguió sonriendo sin alzar la vista de la pantalla, lo que me enfureció ligeramente.

Mikasa: De todos modos, siéntete como si estuvieras en tu casa. Yo ahora me tengo que ir, volveré dentro de unas horas- Asintió con la cabeza, me levanté de mi cama y me dirigí hasta la puerta principal. Al fin Eren había contactado conmigo y habíamos quedado esta tarde para hablarlo cara a cara. 

Al coger el pomo de la puerta pude oír gritos que proveían del exterior. Con sigilo la abrí y pude ver a dos figuras masculinas que reconocía a la perfección, Eren y Levi.

Eren: ¡Te dije que no te metieras donde no te llaman! 

Levi: Puede que no lo sepas, mocoso inútil, pero en tu ausencia ella ha estado sufriendo por ti.

Eren: Tú no sabes nada sobre ella...

Levi: ¡Mientras tú estabas con esa rubia ella ha estado esperándote! - Eren desvió su mirada hacía el suelo con nerviosismo. ¿De qué rubia estaban hablando? - Pero, ¿sabes? Me he cansado, renuncio.

En una situación normal habría salido de mi escondrijo en defensa de Eren, pero al igual que Levi yo también me había cansado de la situación en la que me veía envuelta. Tenía que tener una conversación con Eren, ahora.

Desde el rabillo de la puerta pude ver como Levi se iba, mientras Eren suspiraba aliviado e iba acercándose a mi puerta. 

Eren: ¿Eh? Mikasa, ¡cuánto tiempo! - Dijo mientras se acercaba con una sonrisa a mis labios.

Presioné mi mano contra sus labios para poder evitar el beso.

Al reaccionar alejó su cabeza lentamente, sorprendido por mi frialdad.

Eren: ...¿Va todo bien? 

Mikasa: No. - ¿Cómo se atrevía siquiera a preguntarme eso?

Eren: Seguro que ha sido ese imbécil de tu vecino... Te prohibo que le vuelvas a ver, él...

Mikasa: Ni te atrevas a mencionarle. - No quería ser tan brusca con mis palabras, aún así ésta vez su tono de voz parecía despreocupado, y se hacía insoportable a mis oídos.

Eren: ¿Pero se puede saber que te pasa hoy? - Dijo indignándose conmigo.

Mikasa: Me dejaste sola... Sin importarte nada. - Luché conmigo misma para no llorar, había derramado suficientes lágrimas por esa persona, y no iba a derramar ni una sola más.

Eren: Tuve cosas que hacer eso es todo.

Mikasa: Con cosas que hacer... te refieres a esa rubia, ¿verdad? - Se quedó mudo unos instantes.

Eren: Se lo ha inventado Levi, toda esa patraña... - ¿Por qué decidí confiar más en Eren que en Levi?

Mikasa: Quiero dejarlo.

Eren: ¿Qué?

Mikasa: Lo nuestro, no merece la pena.- Nunca la había merecido, estaba destinado al fracaso.

Eren: ¿Qué te crees? ¿Que alguien te va a querer? - Me cogió con fuerza el brazo, hasta el punto de hacerme daño. Parecía volver a tener uno de sus ataques de furia que tanto le caracterizaban. Lo empujé y zafé mi brazo de su agarre. Se notaba que estaba resentido, también que había herido su orgullo. Aún así, él en todo este tiempo no se había dado cuenta del daño que me había causado a mí. 

Tenía que ser un poco más egoísta, pensar un poco en mi misma, que ya era hora.

Mikasa: No me importa, mientras ese alguien no seas tú estaré bien.

Cerré la puerta dejándolo fuera. Al fin se había acabado, todo.

Fui hacia mi habitación a paso rápido. Abrí la puerta y Petra aún estaba allí.

Petra: ¿Mikasa? ¿No dijiste que no ibas a volver hasta el cabo de unas horas?

Mikasa: Yo... Al final, no. - Me lancé encima de mi cama mirando el techo.

Petra: Esto... ¿Estás bien?

Mikasa: Sí, claro. ¿Te apetece que salgamos a cenar en algún restaurante?


Al fin, un problema menos.


Bueno por fin el EreMika se ha esfumado, y el corazón de muchas vuelve a respirar tranquilamente :)

Ni en un millón de añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora