Ni en un millón de años

Capítulo 25

POV Mikasa:

Vi como Levi se iba, no sin lanzarle miradas amenazantes al ojiverde que ahora tenía al lado. El silencio se adueñó del ambiente. No podía mirarle a los ojos, pues además de incómodo para mí, también era una situación innecesaria. En mi mente ya le había dicho todo lo que tenía que decirle, y nada de lo que me pudiera decir él lo iba a cambiar en absoluto.

- No sé por qué te has puesto así. - Finalmente Eren se pronunció, como si me hiciera un favor. - De hecho, no sé ni por qué te has puesto tú así.

Alcé los ojos. Lo miré directamente, sin tapujos, y vi que lo que fuera que había visto en él ya no estaba ahí. Puede que nunca hubiera existido y tan solo fuese mi imaginación, una fantasía de como quería que fuera esa persona.

- Eren, estoy ocupada, me tengo que ir. - No le tenía miedo, me daba pena ya. - Por favor. - Indiqué con los ojos la calle, indicándole que me tenía que ir, y él también. 

- No me lo puedo creer. - Exhaló frunciendo el ceño que ahora le temblaba. - Mikasa - Su risa se cortó en seco y me miró seriamente a los ojos. - ¿Me estás echando?

La situación era risible, ya habíamos estado en situaciones parecidas, y no entendía por qué seguía atormentándome cuando ya sabía la respuesta a la perfección.

- Sí, te estoy echando. - Su mirada seguía fría. Siempre había sido así. Pero ahora, la cuestión era que yo ya no era la misma.

- No te conozco, pareces una puta. - Ese insulto tan gratuito me sacó de mis pensamientos. Pero no me digné a contestar, no lo valía. - Cualquiera diría que ya te has ido a la cama con ese enano.

No lo dijo, pero se veía expectante, quería una respuesta clara por mi parte.

- Nos hemos acostado, Eren. Estamos juntos. - Le mantuve la mirada. - Aunque no tengo por qué darte explicaciones de nada.

- ¡Maldita zorra! - Dio un puñetazo a la pared que tenía al lado, acercándose peligrosamente a mi cara con su puño. - ¿Qué te distingue de una jodida prostituta? - Volvió a golpear la misma pared con más fuerza. Desviando la mirada pude ver como ya empezaba a asomarse la sangre de entre todos los rasguños que tenía su puño. - ¡Que me lo digas, joder!

Intenté que mi voz no temblara. No le tenía miedo a él como antes, pero su personalidad violenta volvía a aparecer más fuerte que nunca. Si me dejaba un ojo morado o un moretón, Levi lo iba a matar.

- ¡¿No me vas a responder, puta desgraciada de mierda?! - Su mano pasó de la pared a mi mejilla. Me encaró con fuerza. 

Lo miré a los ojos y solo vi un semblante de impotencia apoderarse de él. Puede que siempre hubiese sido un hombrecito que no sabía qué hacer o cómo actuar. Me daba pena. Pero eso no justificaba el trato que me estaba dando ahora mismo. 

- Suéltame. 

- Oblígame.

- Vete al infierno, imbécil. 

Levantó su puño ensangrentado, y sin miramientos lo dirigió hacia mi cara. No le importaba nada y yo ya me preparaba para recibir el golpe.

Cerré los ojos, pero su puño nunca llegó. Temblorosa abrí un ojo, para ver en qué situación me encontraba.

- ...Levi - Un Levi cabreado apareció de la nada, cogiendo con fuerza el puño que iba en mi dirección.

- ¿Malnacido, qué crees que estás haciendo? - Su mirada fue de Eren a mí. No tenía rasguño alguno, pero mi expresión lo decía todo. - Cómo coño te crees con derecho a tocarla.

Empujó su puño, con Eren aún intentando comprender la situación. 

- Muérete, hijo de puta. - Dejó a Eren tendido en el suelo, con la mandíbula abierta. - Es mía, no se qué hacer para que te entre en la puta cabeza.

Soy suya, siempre lo he sido.